CONSUMO CONVIVENCIAL DE ENERGÍA. Tercera demanda ecologista. La reconversión de la producción y consumo de energía en la Cuenca del Valle de México.
Consideraciones:
Los métodos que hoy se utilizan para producir energía en su gran mayoría agotan los regalos de la Naturaleza, contaminan el ambiente, destruyen el clima de la Tierra y atentan contra la existencia de las culturas del mundo, la convivencia de los pueblos y el equilibrio mental de la persona humana. No existen formas industriales de producir energía que sean aceptables desde el punto de vista de la ecología, la convivencialidad, la supervivencia humana o la no violencia. Al ritmo actual de su utilización, el carbón, el petróleo, el gas natural, el uranio, accesibles, se consumirán dentro del horizonte temporal de dos a tres décadas.
El auge en la extracción de gas y petróleo no convencional; es decir: del gas y petróleo shale y de aguas profundas- de muy alto costo de extracción y excesivo impacto climático, ambiental y social- confirma rotundamente que el gas y el petróleo convencional-de bajo costo de extracción y mucho menor impacto ambiental- se agota rápidamente en el mundo y crea así, una muy riesgosa situación climática, ecológica, política, económica y energética para los próximos años, especialmente para los muy vulnerables países de América Latina: creciente devastación ambiental y violencia social, incertidumbre, shocks petroleros, recesiones económicas, como los que empezamos a sufrir con mayor frecuencia. Se trata de un hecho geológico mundial de consecuencias trascendentales.
Comienza la era del Gas y Petróleo Extremo o no convencional cuya extracción implica un intolerable aumento en la depredación climática (la emisión de metano es muy elevada con la tecnología del fracking), social y ambiental: es muy superior a la producida por el gas y petróleo de bajo costo de extracción, debido al enorme consumo de agua y el uso de sustancias químicas cancerígenas o muy venenosas. Los derrames de petróleo en aguas profundas tienen riesgos e impactos excesivos, inaceptables bajo cualquier criterio ecológico y social. No hay justificación alguna para la introducción de estas tecnologías tan letales.
La promoción de centrales nucleares, agrocombustibles y grandes eólicas y solares no sólo confirma el agotamiento del gas y petróleo convencional, sino confirma la desesperación de los grandes inversionistas y los gobiernos ante la calamidad que representa el consumo de los combustibles fósiles: son salidas falsas a la nocividad extrema y agotamiento del carbón, gas y petróleo, sea por su excesivo riesgo, contaminación y costo- en el caso de la nuclear- o por el enorme daño social y ambiental que las demás opciones producen.
Es indispensable dejar bajo tierra el 80% del carbón, el petróleo y el gas, en el menor tiempo posible. La reducción radical de emisiones que dañan el clima es un asunto extrema urgencia en todo el mundo. El consumo de los combustibles fósiles( carbón, petróleo y gas) es la causa principal del calentamiento del sistema climático de la Tierra. De acuerdo con el Quinto Informe de Evaluación del IPCC o Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático, aprobado en 2013, nos dice[1] " Desde la década de 1950 muchos de los cambios observados no han tenido precedente en los últimos milenios" "Cada uno de los tres últimos decenios ha sido sucesivamente más cálido en la superficie de la Tierra que cualquier decenio anterior desde 1850" "la principal contribución al cambio climático proviene del aumento en la concentración de CO2 en la atmósfera que se viene produciendo desde 1750" "Es sumamente probable que la influencia humana haya sido la causa dominante del calentamiento observado desde mediados del Siglo XX" "Es probable que para fines del siglo XXI la temperatura global en superficie sea superior a 2 grados … en varios escenarios". No obstante, varios grupos de científicos de países desarrollados no son tan conservadores como el muy asediado IPCC y pronostican 4 y hasta 8 grados de aumento de la temperatura en este siglo, lo que provocaría catástrofes ineditas y la posibilidad de la desaparición de la mayor parte de la humanidad.
En las últimas cumbres del clima arrecian las protestas de las organizaciones indígenas, campesinas, sindicales, urbanas, ecologistas, de derechos humanos, al grito de "Cambiemos el sistema no el clima". Fueron necesarios los atentados de diciembre de 2015 en París, horas antes de la cumbre del clima COP-21, para frenar las más grandes manifestaciones mundiales de la historia, contra los gobiernos y las corporaciones, por los asuntos del clima. El desastre climático no lo crea el ser humano, lo crea el 1 % que domina al mundo: los banqueros, los grandes empresarios, los políticos, un cierto número de científicos: las altas clases sociales.
El consumo de energía, después de cierto umbral, corrompe al cuerpo social y degrada a la persona humana. A mayor consumo personal de energía, mayor anomia y violencia social; mayor angustia, stress y destrucción de la familia y la comunidad. Los altos consumos de energía tienen efectos sicológicos, sociales, económicos y culturales devastadores: destruyen la convivencia humana, la autonomía de las personas y las comunidades, la justicia, la Paz, la democracia y la soberanía de los países empobrecidos por la economía moderna globalizada. El consumo de energía en Estados Unidos se sitúa al menos diez veces arriba del umbral de la convivencialidad. México está unas cuatro veces arriba de este umbral. Quienes consumen más imponen el despilfarro de la energía y la devastación climática y ecológica.
La demanda ecologista Consumo Convivencial de Energía cumple con esta consideraciones.
DEMANDA: CONSUMO CONVIVENCIAL DE ENERGÍA.- Las constituciones, las leyes, los grandes acuerdos políticos que imperen en la Cuenca del Valle de México deben establecer la obligación de los gobiernos de conservar en todo momento un Consumo Convivencial de Energía: eliminar cualquier consumo de electricidad que provenga de centrales nucleares o de centrales termoeléctricas, con base en la combustión de carbón, petróleo, gas, madera, o de grandes hidroeléctricas o de grandes instalaciones solares o eólicas. Eliminar cualquier consumo de gas o gasolinas producidos por la extracción de gas y petróleo por medio del fracking o en aguas profundas o gasolinas con agrocombustibles. Eliminar cualquier consumo de energía que destruya la ecología, las culturas, la sociedad, la economía popular, la autonomía de los pueblos, ejidos, barrios y colonias y la relación entre los seres humanos.
Esta garantía debe traer aparejada la máxima diversidad de formas de producir energía en pequeña escala (artesanales en gran medida), el menor despilfarro de energía, la menor contaminación del aire, el menor daño al clima de la Tierra, la menor violencia social, la mayor autonomía de los pueblos, ejidos, barrios y colonias, el consumo menos dañino de energía. Los grandes consumos de electricidad, gas y gasolina deben ser considerados como ecocidas o genocidas, como crímenes de lesa humanidad.
CAMBIO (TRANSICIÓN) HACIA EL CONSUMO CONVIVENCIAL DE ENERGÍA
Es necesario incluir en cualquier constitución, legislación o acuerdo político de la Cuenca del Valle de México, un artículo transitorio que establezca un período de reconversión o reestructuración de las formas de producir y consumir electricidad, gas, gasolinas, combustibles; un periodo de transición, para la realización de los cambios radicales que se requieren, antes de 10 años, con el fin de lograr el Consumo Convivencial de Energía. Para conseguir esta reconversión se deben incluir obligadamente las medidas siguientes en la Cuenca del Valle de México:
Programas permanentes en las organizaciones sociales y las universidades, de investigación, información y reflexión en torno a los daños, riesgos o impactos generados por la producción y el consumo de electricidad, gas, gasolinas, petróleo.
Eliminar cualquier legislación, reglamento o norma que prohíba, impida o desaliente la producción de electricidad, gas o gasolina en cualquier pueblo, ejido, barrio, colonia, comunidad, para su consumo en la misma localidad: relocalización energética.
Legislar sobre las formas artesanales e industriales de producir y consumir electricidad, gas, gasolinas y otros combustibles:las decisiones principales sobre estos asuntos se construyen en las asambleas de las plazas públicas de los pueblos, ejidos, barrios y colonias, en las asambleas de la delegación, alcaldía, municipio o ciudad, y en las asambleas de las alcaldías y municipios de la Cuenca.
Legislación y programas de apoyo a la relocalización de la economía regional: creación de autonomía energética de los pueblos, ejidos, barrios y colonias de la Cuenca del Valle de México; a los cultivos urbanos-urbicultura-, y al intercambio de sus productos; a la producción artesanal. Apoyos con créditos fondo perdido.
Programa regional de la Cuenca del Valle de México, para la reducción severa del uso del avión y trenes rápidos; para la eliminación de los grandes bombeos de agua, el uso masivo del automóvil, el uso extendido del gran transporte colectivo- trenes de cercanías o suburbanos, Metro, Metrobus-, la gran industria, las grandes iluminaciones, secados, lavados.
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