jueves, 25 de febrero de 2010

Desde el blog Descrecimiento de la UNAM::::: ¿Nos atreveremos a “decrecer”?




Últimamente leo y escucho esta famosa palabra cargada de contenido y que invita a una verdadera revolución, en nuestras mentes y en nuestras acciones concretas: "Vivir mejor con menos" "Simplicidad voluntaria" "recuperar el sentido de la mesura… encontrar la felicidad en la convivencia con los demás y no en la acumulación desesperada de aparatos".

Creo que esto no lo lograrán los gobiernos (sean del partido que sean) porque están a las órdenes de la economía europea y mundial que va por otros caminos: comprar. Consumir, para que la economía crezca, pero ¿A costa de quién y de qué? De los países más pobres y de la conservación del planeta Tierra. El desarrollo-crecimiento es una trampa. No puede salvarnos de la crisis actual, porque si seguimos con esta idea de desarrollo-crecimiento, necesitaríamos dos o tres planetas para poder vivir todos. ¿Cómo puedo pedir a los chinos que no compren coches si aquí tenemos casi todos/as? Las personas que se quejan del carril bici es porque no están dispuestas a dejar de usar el coche o usarlo menos, a usar transportes públicos (para los colegios y para la vida diaria aunque nos cueste alguna molestia) y a andar un poco más por Palma, la ciudad que debería ser peatonalizada como casi todas las ciudades civilizadas de Europa...

"La idea de crear una sociedad de "decrecimiento" deriva de la certeza de que los recursos de la Tierra y los ciclos naturales no pueden sostener el crecimiento económico, la esencia misma del capitalismo y la modernidad" (Serge Latouche). Hay que decirles a los pueblos marginados que no deben ni pueden copiar el modo de crecimiento de los países del Norte, pero es claro que primero es necesario del decrecimiento del Norte para poder abrir alternativas en el Sur. El logo de esta corriente de pensamiento es el caracol: éste construye su concha añadiendo una tras otra las espirales cada vez más amplias; después cesa bruscamente y comienza a enroscarse esta vez en decrecimiento, ya que la sobrecarga de su concha le impediría sobrevivir ya que tiene unos límites fijados por su capacidad biológica (Iván Illich).

Creo que las personas que deseamos un mundo más justo, tendríamos que empezar a poner en práctica estos conceptos que están apareciendo como valores cívicos necesarios para un mundo en paz ¿Quién se atreve a empezar?

*Maena Juan es social de ATTAC Mallorca (http://www.attacmallorca.es/http://www.attacmallorca.es/)

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Publicado por Descrecimiento para Descrecimiento el 2/25/2010 04:23:00 PM

miércoles, 24 de febrero de 2010

PARA LA RESERVACIÓN DE ENTREVISTAS CON SERGE LATOUCHE ¡DESCRECIMIENTO O BARBARIE!

El mas destacado intelectual del movimiento europeo por el DESCRECIMIENTO, Serge Latouche, estará en México entre el 2 y el 15 de marzo próximos, para ofrecer una serie de conferencias magistrales en diversas universidades e instituciones, como la UNAM, la UAM, el IPN, la IBERO-PUEBLA, entre otras. El movimiento por el DESCRECIMIENTO preconiza una revalorización del mundo, la relocalización de la vida y salir de la Economía y del culto a la Tecno ciencia; rechaza la idea de que el crecimiento económico, el aumento del PIB, resulte en beneficio de la ecología y la cultura. Desde 2007 existen en México los grupos ¡Descrecimiento o Barbarie! Y ¡Descrecimiento o Colapso!, los únicos ligados a este movimiento en el continente americano, quienes ahora apoyan la visita de Serge Latouche, quien estará disponible para algunas entrevistas con los medios en ciertos días.  Esperamos quieran confirmarnos lo antes posible su  interés por hacerle una entrevista en esos días a este distinguido académico, emérito de la Universidad París-Sud (Orsay), para poder incluirla en el programa de su visita a México, ya que dispone de muy poco tiempo. Para mayor información comunicarse con el suscrito por este medio o al teléfono (55)  5212-1886 o participar en la conferencia de prensa que realizaremos el miércoles 24 de febrero, a partir de las 13.30 hrs, en un salón del cuarto piso del estacionamiento que se encuentra en la calle Wateau, casi esquina con el Eje 5, San Antonio, junto al distribuidor vial San Antonio, entre Patriotismo y Revolución; a dos cuadras del Metro San Antonio. Puede obtenerse también mayor información en torno a Serge Latouche y a este movimiento, por medio de internet , en los siguientes sitios:
 Saludos cordiales



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Miguel Valencia
ECOMUNIDADES
Red Ecologista Autónoma de la Cuenca de México
¡DESCRECIMIENTO O BARBARIE!

decrecimiento::: Basura nuclear o descrecimiento

Posted: 23 Feb 2010 07:05 AM PST

Nazanín Amirian

Los cementerios nucleares –ocultos en la jerga gremial tras el aséptico nombre de Almacén Temporal Centralizado– desatan su fantasma, enfrentando a los ciudadanos y a sus intereses. Unos los reciben como la panacea para impulsar el desarrollo económico de las localidades deprimidas; otros se rasgarían las vestiduras si se almacenara basura radioactiva en el patio de su casa, sin importarles en cambio que se acumule en los patios de vecinos distantes. Los privilegios no se gozan igual cuando nos salpica la miseria que generan.

¿Acaso han caído del cielo las comodidades de la vida consumista y el sinfín de futilidades que llenan nuestras vidas? El 80% de los recursos naturales fósiles se destina al consumo frenético del 20% de la población mundial, que estruja las últimas gotas que brotan de las fuentes de energía. Necesidades fabricadas, crecientes y frustradas han engendrado consumidores soldado, que obedecen sin pestañar a los imperativos de la publicidad. El número de centrales nucleares y la cantidad de sus letales desechos se incrementarán incluso con un crecimiento cero en los actuales niveles de vida de los ricos. No hay recurso energético que pueda sostenerlo. Y, a pesar de ello, las medidas anti-crisis de nuestros mandatarios consisten en, por ejemplo, animar la construcción de más viviendas, mientras hay cerca de un millón de pisos vacíos y miles de personas sin un techo digno donde cobijarse; o en el consumo de más coches, regalando el dinero público a los particulares, en vez de incentivar el uso del transporte público. Todo para empujar un PIB que es ajeno a la realidad energética e incapaz de medir los valores éticos o la felicidad individual y colectiva.

O renunciamos al despilfarro cotidiano y buscamos modelos de vida sencilla y más acorde a nuestras posibilidades, o seguimos andando a la sopa boba. Garantizar los actuales patrones de movilidad, vivienda, alimentación y ocio de una minoría supone agresiones militares, hambrunas, migraciones en masa y la destrucción de millones de seres vivos y ecosistemas enteros.

La escasez de energías viables nos conducirá hacia una economía de guerra, de racionamiento de agua, luz y aire limpio a menos que planeemos un decrecimiento en el consumo a nivel colectivo e individual, desligando el poder adquisitivo del bienestar. No sólo para que vivamos mejor, sino para que vivamos todos.

martes, 23 de febrero de 2010

Se ampara ejidatario contra expropiación en Tlahuac

Se ampara ejidatario contra expropiación en Tlahuac
Laura Gómez Flores
Periódico La Jornada
Lunes 22 de febrero de 2010, p. 33
Un juzgado federal otorgó amparo a un ejidatario de Tláhuac contra la expropiación de su parcela y el derecho de servidumbre de paso en favor de la línea 12 del Metro, con lo que la administración local "debe llegar a una buena negociación sobre el precio del metro cuadrado del predio y/o bien parar la obra", señalaron Gabriel Reyes y Álvaro Ramírez, voceros de los afectados en San Francisco Tlaltenco. En conferencia señalaron que otros trámites están en proceso con la misma argumentación, pues la expropiación de sus tierras no se justifica legalmente, "cuando no existe un padrón de propietarios, con lo que la compra-venta de varios terrenos se hizo al margen de la ley".

Jean Robert en Ibero Puebla, 25 de febrero, 11 y 15 hs.




 POR FAVOR, INVITEN A SU CONTACTOS.



Feminsimo y descrecimiento::: Conferencia de Amaia Pérez Orozco


Este Miércoles 24 de Febrero, a las 18.30 hs
 abrimos la reflexión sobre

FEMINISMO Y DESCRECIMIENTO

Con la presencia de Amaia Pérez Orozco,
compañera española, economista feminista crítica, quien bridará una charla para abrir el debate.

Presenta Miriam Libertad, del Círculo Autónomo Feminista

¿Qué puede aportar el descrecimiento al feminismo? ¿Y el feminismo al descrecimiento?
¿Seguimos creyendo en el mito del desarrollo? 
¿Aceptamos que el patriarcado nos atraviesa en lo íntimo y no basta con descrecer para desmantelar la lógica del dominio?
Recuperar el cuerpo como espacio político,
Derecho al Buen Vivir, Necesidad de Redistribuir los Cuidados y Construir la Cuidadanía...


Como dice Amaia Perez Orozco

"La propuesta de cuidadanía no surge de una mera especulación teórica, no es una digresión
más (o menos) brillante. Es una propuesta que pretende hacer estallar una forma de
pensamiento que nos encorseta y nos somete a una percepción de la realidad totalmente
disociada de lo que vivimos y hacemos día a día. Queremos encarnar nuestro discurso en lo
que somos, en lo que hacemos más allá del modelo de ciudadano de mercado atomizado que
se nos impone. Aunque pretendan hacernos creer (y muchas veces lo logren, que lo creamos o
que lo hagamos) que la mayoría de nuestras relaciones están fundamentadas en el
individualismo, eso es mentira. Si todo el mundo funcionara así, aquí no sobreviviría ni dios.
En lo cotidiano, en la gestión y el cuidado diario de la vida, nos movemos en base a otras
lógicas, priorizando las necesidades, las nuestras y las de la gente a nuestro alrededor. Y de
ese hilo, del hilo de nuestra propia vida, es del que debemos tirar. Sin legitimar las relaciones
de jerarquía y poder que también aparecen en esa cotidianeidad. Construir una alternativa
personal y política desde nuestras propias experiencias, desde las redes de cuidados que ya
existen, las redes sociales que nos reconocen como persona s, dispuestas/os a cuestionar lo
mucho de malo y de opresivo que también aparece ahí enmarañado."

Te esperamos en Aguascalientes 54. Colonia Roma Sur. Entre Monterrey y Medellín

Para más información: 5740 4220, y al 55 3403 1369

--
Círculo Autonomo Feminista
Un espacio de iniciativas creativas autogestionadas por mujeres para cambiar la macrocultura patriarcal

Curso de arbolado urbano sab 27 feb

Anahí Martínez, Bianca Sandoval Y Emilio Arias los invitamos a nuestro próximo tallere. Por favor confirmen su asistencia

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viernes, 19 de febrero de 2010

Entrevista con Serge Latouche::: Periódico Diagonal


Entrevista a Serge Latouche, profesor en la Unversidad de París y uno
de los impulsores del movimiento por el decrecimiento

La dinámica del crecimiento es la dinámica de las desigualdades sociales


Diagonal


“La necesidad de romper con el crecimiento, la ideología del
crecimiento y la sociedad del crecimiento” es la base de la teoría del
decrecimiento, de la que Serge Latouche es uno de sus impulsores.

DIAGONAL: ¿Qué relación hay entre la idea de decrecimiento y la
crítica del concepto de desarrollo?

SERGE LATOUCHE: ‘Desarrollo’ y ‘crecimiento’ son dos palabras que
suelen utilizarse indistintamente, aunque existan matices.
Generalmente, cuando hablamos de ‘desarrollo’ pensamos en los países
del Sur, mientras que cuando hablamos de ’crecimiento’ nos referimos
más bien a los países del Norte, pero en cualquier caso es siempre la
misma lógica de la acumulación, de la utilidad. Después de la caída
del muro de Berlín, se pone en marcha lo que llamamos la
mundialización, es decir, la mercantilización del mundo: el mercado
único con un pensamiento único. Y entonces, en ese momento, el
desarrollo, como un proyecto del Norte hacia al Sur, pierde su sentido
ya que sólo hay una economía de mercado: es la lógica del mercado la
que es la misma en todas partes. Y curiosamente, el desarrollo no
desaparece del horizonte: retoma una nueva vida con la adición del
adjetivo "sostenible", porque al mismo tiempo el mundo está unificado
pero es alcanzado por la crisis ecológica. Y para afrontar la crisis
ecológica sin modificar fundamentalmente el funcionamiento del sistema
encontramos esta estrategia verbal, esta extraordinaria invención
lingüística del “desarrollo sostenible”, un bonito oxímoron. Es para
oponerse al “desarrollo sostenible”, que se convertía en la ideología
dominante de la globalización, para lo que hemos utilizado este
eslogan de “decrecimiento”. Este concepto refleja que lo que está en
cuestión es la sociedad del crecimiento, la cual hay que volver a
cuestionarse para no caer en la trampa de “otro crecimiento”, como los
expertos en desarrollo caían en la trampa de “otro desarrollo”.

D.: Cuando hablamos de decrecimiento suele pensarse que se trata de
invertir el problema ecológico sin prestar suficiente atención a las
desigualdades sociales. ¿Es así?
S.L.: No, la sociedad de crecimiento es una sociedad de desigualdades.
La dinámica del crecimiento es la dinámica de las desigualdades
sociales. Siempre ha estado ligado a una dinámica de desigualdades
sociales, en parte ocultadas en el Norte durante 30 o 40 años por
culpa de la explotación masiva de los recursos naturales de países
lejanos, pero ahora podemos ver claramente que, a partir de las
primeras crisis de 1974-75, la dinámica de las desigualdades nunca ha
sido tan fuerte.

D.: Entonces, ¿este decrecimiento debería producirse de la misma forma
en el Sur que en el Norte? ¿Deberíamos decrecer al mismo ritmo en los
distintos países del Norte?
S.L.: Claramente no. Detrás del eslogan de decrecimiento y su
correspondiente ruptura con la sociedad de crecimiento está la
apertura en positivo a proyectos extremadamente diversos que
simplemente tienen en común proyectos de sociedad austera, de no ser
sociedades de despilfarro, de sobreconsumo, etc. Pero ser una sociedad
austera para un país africano quiere decir producir y consumir más,
porque no están actualmente en la situación de austeridad, están por
debajo de ella. Para nosotros, es evidente que tenemos que producir y
consumir menos dependiendo de cada país, incluso entre los países del
Norte. Es evidente que el proyecto de una sociedad de decrecimiento es
una etiqueta que constituye todavía un proyecto por definir. Es un
proyecto esencialmente político. Corresponde a la sociedad, de la
forma más democráticamente posible, decidir lo que quiere hacer y lo
que quiere producir y consumir, respetando siempre los equilibrios de
la naturaleza. En ese sentido existe un enorme terreno para
desarrollar.

D.: ¿Qué líneas podrían definir la práctica del decrecimiento? ¿Podría
tratarse de un ‘keynesianismo verde’ o de ‘New Deal Verde’?
S.L.: De ninguna forma. Porque el ‘New Deal Verde’ es también
típicamente otro oxímoron, es decir, el deseo de no querer salir de la
lógica del sistema, de volver a parchear el sistema. Podemos precisar
lo que yo llamaría “los fundamentos de la sociedad de decrecimiento”
en negativo con respecto a la sociedad de crecimiento. Es lo que he
tratado de formalizar a través del círculo virtuoso de las ocho ‘R’:
reevaluar, reconceptualizar, reestructurar, redistribuir, relocalizar,
reducir, reutilizar, reciclar. Más allá, esto nos da un horizonte
suficientemente ancho, pero en el seno de este horizonte, la etapa
ulterior depende de cada sociedad. Esto es, de qué programa político
concreto nos dotamos para avanzar hacia ese horizonte de una sociedad
de anticrecimiento o de no crecimiento y de democracia ecológica.

D.: En un contexto de crisis, la palabra ‘decrecimiento’ puede estar
asociada a la pérdida de empleos.
S.L.: Es cierto, pero es al contrario. El decrecimiento, a diferencia
del crecimiento negativo o de la crisis, consiste precisamente en
salir de esa lógica que condena, de forma obligatoria, a destruir el
planeta para crear empleos. A través del decrecimiento, al contrario,
crearíamos empleos salvando al planeta; no sólo porque lo reparamos,
sino también porque al reducir nuestro consumo, tendremos que producir
menos, y teniendo que producir menos, tendremos que trabajar menos.
Así, trabajamos menos, pero trabajamos todos. Lo primero que tenemos
que repartir es el trabajo, frente al sistema totalmente absurdo en el
que hoy vivimos, en el que incluso en Francia hemos suprimido las 35
horas y los trabajadores hacen 40, 50 o incluso 60 horas, mientras que
otras personas que querrían trabajar un poco, no pueden hacerlo. Por
otra parte, otras propuestas del decrecimiento, como el regreso a una
agricultura tradicional y ecológica conllevará la creación de millones
de empleos en este sector. La utilización de energías renovables
también los creará, al igual que el sector de la reparación y del
reciclaje. Algunos incluso piensan que llegaremos a una situación
invertida en la que existirán demasiados empleos y faltará mano de
obra, porque evidentemente, al no utilizar más el extraordinario
potencial energético del petróleo (no hay que olvidar que un bidón de
30 litros de petróleo es el equivalente del trabajo de un obrero
durante cinco años), por lo tanto, si ya no nos queda petróleo habrá
que trabajar más. Pero tampoco tendremos que trabajar mucho más,
porque reduciremos nuestras necesidades, las cuales trataremos de
satisfacer sin trabajar demasiado porque también es muy importante no
trabajar demasiado. Trabajar demasiado es muy malo.

D.: La idea de decrecimiento parece estar atrayendo la atención de
cada vez más gente.
S.L.: Esto es algo que he constatado, es un hecho, aunque hayamos
partido de la nada. El motivo es que, como decían Marx y Engels, los
hechos son testarudos. Nos enfrentamos a verdaderos problemas y, como
decía Lincoln, se puede engañar a algunos todo el tiempo y a todos
algún tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo: en este
sentido, por ejemplo, todos los días estamos viendo noticias sobre el
cambio climático, la desertificación, etc. Podemos seguir diciendo
alegremente que la ciencia resuelve todos los problemas, pero podemos
comprobar que la ciencia no ha resuelto nada sobre estas cuestiones.
Por lo tanto las personas se están haciendo cada vez más preguntas y
buscan alternativas porque están inquietas por ellas mismas, por sus
hijos, etc. Y cuando ven todo lo que pasa y oyen lo del decrecimiento
se dicen a sí mismos: “En el fondo estas personas tienen razón: es
cierto que no podemos crecer indefinidamente en un planeta que es
finito, lo que proponen es de sentido común”. Estas son reacciones con
las que nos encontramos todos los días.

D.: Carlos Taibo acaba de publicar En defensa del decrecimiento, en el
que advierte seriamente acerca del peligro de que pueda surgir una
especie de “ecofascismo”. ¿Las opciones se limitan por tanto a
decrecimiento o barbarie, tal como titula su libro Paul Ariès?
S.L.: Me temo que así es. Las opciones son: decrecimiento, fin del
mundo y barbarie. Y de hecho tampoco tienen porque ser opciones
absolutamente exclusivas: la barbarie puede ser la antesala del fin o
la amenaza del final puede conllevar la barbarie… Si no logramos
construir una sociedad de decrecimiento, de sobriedad voluntaria,
basada en una autolimitación, iremos efectivamente hacia la barbarie.
Porque la gestión de un medioambiente degradado por parte del
capitalismo sólo puede darse mediante una transformación del
capitalismo en una forma de autoritarismo extremamente violento, duro,
que de hecho ha sido bastante bien explorado por la ciencia-ficción.

Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/Salir-de-la-sociedad-de.html

jueves, 18 de febrero de 2010

COMUNICADO No. 2- LA TRANSFERENCIA DEL KLIMAFORUM DE COPENHAGUE A MÉXICO

18 de febrero de 2010
Los organizadores del Klimaforum09, People’s Climate Forum, realizado en diciembre de 2009, en Copenhague, durante la Cumbre del Clima de las Naciones Unidas, la COP-15, entregaron solemnemente  a Carlos García- Robles y a Miguel Valencia, al finalizar ese foro, el espíritu, la energía y todas las realizaciones de esta Cumbre de los Pueblos – incluyendo la Declaración suscrita en ese foro- para que las transmitieran a los movimientos de la base social de Mesoamérica. Los apremiaron a hacer su mejor esfuerzo en la preparación del Klimaofurm10 que deberá tener lugar durante la COP-16 de México y contribuir así, al fortalecimiento de nuestro movimiento.
Los organizadores daneses prometieron en ese acto transferir todos sus contactos y compartir con nosotros todas las lecciones que han aprendido en la preparación y la organización del Klimaforum09.  Aún más, el Board y el Advisory Board del Klimaforum09 decidieron conjuntamente formar un cuerpo internacional que  hará todo lo que esté en sus manos, para ayudar al grupo mexicano que se constituya, en las tareas de organización del Klimaforum10. En nombre del Danish Board y del Advisory Board del Klimaforum09, John Holten-Andersen entregó una carta a Carlos García Robles con este compromiso. Esta carta fue entregada por Carlos García- Robles a Miguel Valencia, en representación del Comité Organizador Mexicano del Klimaofurm10,  ante los asistentes a la primera reunión con organizaciones sociales mexicanas, celebrada el 2 de febrero de 2010 en la ciudad de México, En días pasados,  John Holten-Andersen, reconfirmó estos ofrecimientos y el pleno apoyo del Danish Board al esfuerzo realizado Carlos García Robles y Miguel Valencia.
Un grupo de ecologistas y ambientalistas con muchos años de trabajo han decido apoyar a  Carlos García Robles y a Miguel Valencia en esta tarea, por lo que se ha constituido un Comité Organizador Mexicano, para iniciar la creación de un gran cuerpo de voluntarios que ayudará a la buena celebración de este foro en México. Este nuevo comité ha asumido los principios organizativos del Klimaforum09, y, además, para conservar su autonomía, ha decidido mantener una gran independencia frente a los gobiernos, los partidos, las empresas transnacionales y las iglesias de México, por lo que no aceptará la participación en este cuerpo de voluntarios de personas que sean funcionarios o empleados de gobiernos, partidos, empresas transnacionales o ministros de cultos. Esta exclusión operativa tiene el propósito de fortalecer la participación de los movimientos de la base social, en este movimiento internacional y  la mitigación del cambio climático.
COMITÉ ORGANIZADOR MEXICANO
Adriana Matalonga, David García, Elías García, Eugenio Cabrera, Jesús Sansón, Jorge López, Héctor Mendoza, Mauricio Villegas, Miguel Valencia, Rubén Treviño, Tomás Hernández.
 


--
Miguel Valencia
ECOMUNIDADES
Red Ecologista Autónoma de la Cuenca de México
¡DESCRECIMIENTO O BARBARIE!

miércoles, 17 de febrero de 2010

Nuestros hijos nos acusarán::::: filme francés

Para que la película o film frances “Nos Enfants Nous Accuseront“ traducida como “Nuestros Hijos nos Acusarán“  (película que denuncia los daños y consecuencias de la mala alimentación y del uso de pesticidas) sea exhibida en las salas de cine, será necesario que un máximo número de personas vea los avances de la misma dentro de los dos días siguientes.  Pasen el enlace o link a todos sus contactos, invítelos a ver.  El número de personas que entren al link y vean este fragmento de la película determinará el que sea o no exhibida en cines o salas públicas. (subtítulos en ingles).

Conferencia con Jean Robert sobre descrecimiento en Puebla: 25 de febrero

POR FAVOR, CIRCÚLENLO: EL DEBATE ES CRUCIAL.




CICLO DESCRECIMIENTO

Conferencias:

Jean Robert

“Descrecimiento y límite a las profesiones”


25  DE FEBRERO 2010

11:00 a 12:45 h.    
y
15:00 a 16:45 h.

Auditorio Manuel Acévez

UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA PUEBLA


Entrada libre
 

Hoy a las 12, descolonizando el imaginario colectivo:::::: Cartel mesa redonda en la UAM Xochimilco





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viernes, 12 de febrero de 2010

MESA REDONDA: LA DESCOLONIZACIÓN DEL IMAGINARIO SOCIAL

Tenemos el gusto de invitarle a la mesa redonda: La Descolonización del Imaginario Social, dentro del ciclo de actos previos a la visita a México de Serge Latouche , el más destacado pensador del movimiento europeo por el descrecimiento. Participarán, entre otros, el maestro Jean Robert, Miguel Valencia. Esta mesa tendrá lugar el jueves 18 de febrero, entre las 12.00 hrs y las 14.00hrs,  en la sala Tlamaticalli, situada en el tercer piso  del Edificio L, de la UAM- Xochimilco.

La colonización del imaginario social se realiza por medio de la escuela, los medios, el empleo, el consumo de lo cotidiano, entre otras formas que consiguen que pobres y ricos compartan los mismos valores. Sin la descolonización del imaginario social resulta muy difícil el avance en la defensa de la Naturaleza y de la sociedad.

--
Miguel Valencia
ECOMUNIDADES



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miércoles, 10 de febrero de 2010

Basura nuclear o decrecimiento: Nazanim Amiriam

Basura nuclear o decrecimiento: Nazanim Amiriam

07 Feb 2010

Los cementerios nucleares –ocultos en la jerga gremial tras el aséptico nombre de Almacén Temporal Centralizado– desatan su fantasma, enfrentando a los ciudadanos y a sus intereses. Unos los reciben como la panacea para impulsar el desarrollo económico de las localidades deprimidas; otros se rasgarían las vestiduras si se almacenara basura radioactiva en el patio de su casa, sin importarles en cambio que se acumule en los patios de vecinos distantes. Los privilegios no se gozan igual cuando nos salpica la miseria que generan.
¿Acaso han caído del cielo las comodidades de la vida consumista y el sinfín de futilidades que llenan nuestras vidas? El 80% de los recursos naturales fósiles se destina al consumo frenético del 20% de la población mundial, que estruja las últimas gotas que brotan de las fuentes de energía. Necesidades fabricadas, crecientes y frustradas han engendrado consumidores soldado, que obedecen sin pestañar a los imperativos de la publicidad. El número de centrales nucleares y la cantidad de sus letales desechos se incrementarán incluso con un crecimiento cero en los actuales niveles de vida de los ricos. No hay recurso energético que pueda sostenerlo. Y, a pesar de ello, las medidas anti-crisis de nuestros mandatarios consisten en, por ejemplo, animar la construcción de más viviendas, mientras hay cerca de un millón de pisos vacíos y miles de personas sin un techo digno donde cobijarse; o en el consumo de más coches, regalando el dinero público a los particulares, en vez de incentivar el uso del transporte público. Todo para empujar un PIB que es ajeno a la realidad energética e incapaz de medir los valores éticos o la felicidad individual y colectiva.
O renunciamos al despilfarro cotidiano y buscamos modelos de vida sencilla y más acorde a nuestras posibilidades, o
seguimos andando a la sopa boba. Garantizar los actuales patrones de movilidad, vivienda, alimentación y ocio de una minoría supone agresiones militares, hambrunas, migraciones en masa y la destrucción de millones de seres vivos y ecosistemas enteros.
La escasez de energías viables nos conducirá hacia una economía de guerra, de racionamiento de agua, luz y aire limpio a menos que planeemos un decrecimiento en el consumo a nivel colectivo e individual, desligando el poder adquisitivo del bienestar. No sólo para que vivamos mejor, sino para que vivamos todos.

blog.publico.es/punto y seguido




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Desde [Descrecimiento] UNAM ::: La Opción del Decrecimiento

 
http://descrecimiento.blogspot.com

Entrevista a Serge Latouche, profesor emérito de la Universidad de París Sur XI

La Opción del Decrecimiento

Claudia Ciobanu

IPS


Para combatir el capitalismo en el Sur es necesario lograr un decrecimiento en el Norte, según el profesor emérito de la Universidad de París Sur XI, Serge Latouche, quien promueve e investiga ese sistema al que define como prácticas alternativas a la destrucción del ambiente y al aumento de la pobreza.

El economista francés propone abandonar "el objetivo del crecimiento por el crecimiento mismo, una meta demente con consecuencias desastrosas para el ambiente", subrayó.

La necesidad de crear una sociedad del "decrecimiento" deriva de la certeza, explica, de que los recursos de la Tierra y los ciclos naturales no pueden sostener el crecimiento económico, la esencia misma del capitalismo y de la modernidad.

En lugar del sistema dominante actual, Latouche propone "una sociedad con una sobriedad asumida, trabajar menos en tener mejores vidas, consumir menos, pero de mejor calidad, producir menos basura y reciclar más", explicó.

La nueva sociedad significa "recuperar el sentido de la mesura y una huella sostenible desde el punto de vista ecológico", señaló Latouche, "y encontrar la felicidad en la convivencia con los demás y no en la acumulación desesperada de aparatos".

Autor de varias obras y artículos sobre la racionalidad occidental, el mito del progreso, el colonialismo y el posdesarrollo, Serge Latouche describe los principales principios de la sociedad del decrecimiento en sus libros "Le Pari de la décroissance" ("La apuesta por el decrecimiento") y "Petit traité de la décroissance sereine" ("Pequeño tratado del decrecimiento sereno"), publicado en 2006 y 2007 respectivamente.

Serge Latouche explicó a IPS de qué se trata la sociedad del decrecimiento.


IPS: ¿Qué características tiene una sociedad del decrecimiento? ¿Existen prácticas actualmente compatibles con su propuesta?

Serge Latouche: Decrecimiento no significa crecimiento negativo. Crecimiento negativo es una expresión contradictoria que sólo revela el domino que la idea de crecimiento ejerce en el imaginario colectivo.

Por otro lado, el decrecimiento no es una alternativa al crecimiento, sino una matriz de alternativas que permitirán reabrir el espacio a la creatividad humana, una vez eliminado el yeso del totalitarismo económico.

La sociedad del decrecimiento no será la misma en Texas, que en (el sureño estado mexicano de) Chiapas ni en Senegal ni en Portugal. El decrecimiento volverá a lanzar la aventura humana hacia una pluralidad de destinos posibles.

Se pueden encontrar los principios del decrecimiento en propuestas teóricas e iniciativas desarrolladas en el Norte y en el Sur.

Por ejemplo, el intento de los neo-zapatistas de Chiapas de crear una región autónoma. También hay experiencias en América del Sur, con indígenas, entre otras, como lo que ocurrió en Ecuador, donde se incorporó a la Constitución el objetivo del Sumak Kausay (buen vivir).

En el Norte también empiezan a propagarse iniciativas que promueven el decrecimiento y la solidaridad.

Las AMAP (Asociaciones para el Mantenimiento de una Agricultura Campesina, en francés, entre grupos de consumidores y granjas locales a fin de abastecerse) son ejemplos de autoproducción como el PADES (Programa de Autoproducción y Desarrollo Social, que implica asumir todas las actividades de producción de bienes y servicios, para sí y para la comunidad, sin contrapartida monetaria).

El movimiento de Ciudades en Transición comenzó en Irlanda y su propagación al resto del mundo puede ser una forma de producción desde abajo, que se asemeja mucho a la sociedad del decrecimiento. Las localidades tratan, primero, de lograr la autosuficiencia energética dado el agotamiento de recursos y, en general, promueven la búsqueda de la resiliencia, (la capacidad de adaptarse a los cambios del ambiente).



IPS: ¿Cuál sería el papel de los mercados en una sociedad de decrecimiento?

SL: El sistema capitalista es una economía de mercado, pero éstos no son instituciones exclusivas del capitalismo. Es importante hacer la distinción entre el Mercado y los mercados.

Éstos últimos no obedecen a una ley de competencia perfecta y eso es para mejor. Siempre incorporan elementos de la cultura del don, que la sociedad del decrecimiento trata de redescubrir. Implica vivir en comunidad con otros, desarrollar relaciones humanas entre compradores y vendedores.


IPS: ¿Qué estrategias puede desarrollar el Sur para eliminar la pobreza, sin hacer lo que hizo el Norte de dañar el ambiente y empobrecer al Sur?

SL: En los países africanos no es necesario ni deseable reducir la impronta ecológica ni el producto interno bruto. Pero no por eso hay que concluir que se debe construir una sociedad del crecimiento.

Primero es claro que el decrecimiento en el Norte es una condición necesaria para poder abrir alternativas en el Sur.

Mientras Etiopía y Somalia se vean obligadas a exportar alimento para nuestros animales domésticos en plena escasez y mientras engordemos nuestro ganado con soja cultivada gracias a la destrucción de la selva amazónica, vamos a estar asfixiando todo intento de autonomía real del Sur.

Animarse al decrecimiento en el Sur significa iniciar un círculo virtuoso que implica romper la dependencia económica y cultural con el Norte, reconectar una línea histórica interrumpida por la colonización, reintroducir productos específicos que fueron abandonados y olvidados, así como valores "anti-económicos" relacionados con el pasado de esos países, y recuperar técnicas y conocimientos tradicionales.

Esas iniciativas deben combinarse con otros principios, válidos en todo el mundo, como reconceptualizar lo que entendemos por pobreza, escasez y desarrollo. Por ejemplo, reestructurar la sociedad y la economía, restablecer prácticas no industriales, en especial agrícolas, y redistribuir, relocalizar, reutilizar y reciclar.



IPS: La sociedad del decrecimiento implica un cambio radical en la consciencia humana. ¿Cómo se lograr eso? ¿Puede ocurrir en cualquier momento?

SL: Es difícil romper con la adicción al crecimiento, en especial porque es lo que interesa a las corporaciones multinacionales y los poderes políticos que las sirven, para mantenernos esclavizados.

Las experiencias alternativas y los grupos disidentes, como cooperativas, sindicatos, asociaciones para preservar la agricultura campesina, algunas organizaciones no gubernamentales, sistemas de permuta local, redes de intercambio de conocimiento, son laboratorios pedagógicos para la creación del "nuevo ser humano" que requiere la sociedad.

Son universidades populares que promueven la resistencia y contribuyen a descolonizar el imaginario.

Seguro, no tenemos mucho tiempo, pero el curso de los acontecimientos puede contribuir a acelerar la transformación. La crisis ecológica, junto con la económica y financiera, puede servir de choque saludable.


IPS: ¿Los actores políticos convencionales pueden desempeñar algún papel en la transformación?

SL: Todos los gobiernos son, lo quieran o no, funcionarios del capitalismo. En el mejor de los casos, pueden, como mucho, disminuir o suavizar procesos sobre los cuales ya no tienen ningún control.

Para nosotros es más importante el proceso de auto-transformación de la sociedad y de los ciudadanos que la política electoral. Aunque los últimos logros relativos obtenidos en ese terreno por ecologistas franceses y belgas, quienes adoptaron algunos puntos de la agenda del decrecimiento, parecen un signo positivo.




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martes, 9 de febrero de 2010

INTERVENCIÓN DE JEAN ROBERT EN LA UNIVERSIDAD DE LA TIERRA DE CHIAPAS- SAN CRISTOBAL DE LAS CASAS

De aguascalientes, caracoles y sociedad civil
De teorías y de práctica

Jean Robert


Me pasó otra vez.
Llegué aquí con una conferencia bien estructurada cosida con ideas que me parecían inteligentes, entretejidas con palabras sabias, unas hasta en griego, salpicadas de erudición, inútil pero muy bonita y con muchas notas de pie de página.
     Y pasó lo que pasó todas las veces que vine aquí. La atmósfera y el entusiasmo compartido echaron por tierra mi bonito trabajo de teórico de escritorio. Fue otra vez el viento de la Realidad que echó por tierra mi  (no tan) perfecta teoría.
      Para colmo, me dejaron en la última mesa, así que, a fuerza, mi presentación reflejará algunas de las cosas que entendí o desentendí aquí. No puedo salir del vado que atravesamos durante esos cuatro días son estar mojado por sus aguas.
      Es la tercera vez que tengo el honor de estar en éstas festividades de renovación del tiempo convocadas en el CIDECI, pero he estado aquí más veces, la primera por cierto en 1975, en la que a Sylvia y a mí nos recibió y nos guió don Andrés Aubry en persona. Le entregué entonces un texto mío titulado “Bibliografía sobre los transportes”. Don Andrés leyó este texto y me declaró maliciosamente: “Es un texto genial, se presenta como una bibliografía y no menciona un solo título sobre el tema”. Durante años, en nuestros encuentros en Jovel, con doña Angélica y a veces con el padre Chanteau, o solos en la Realidad, no faltábamos bromear sobre mi “genio” de aquellos años, cuando era un autor completamente imberbe.
     Lo que presenté a don Andrés bajo el título engañoso de bibliografía era un proyecto proliferante y bastante confuso de análisis de la cultura material, o de un aspecto de la cultura material. La cultura material no es lo que hoy en día se llama economía. Lo que hoy se llama así es una ceguera programada a la materialidad de las cosas. Ceguera al origen de lo que comemos, por ejemplo, o al tiempo diario que dedicamos realmente a “ganar tiempo” en los transportes llamados “rápidos” ¿Que diría Micromegas - este  crítico galáctico de la Tierra imaginado por el filósofo Voltaire - , de una sociedad cuyos miembros dedican hasta cuatro horas de su “presupuesto diario de tiempo de vigilia” a desplazarse de un lugar al otro “ganando tiempo” gracias a la velocidad a la cual supuestamente circulan?
     Los transportes motorizados sirven sobre todo para clasificar a la gente entre viajeros rápidos que escogen sus horas y viajeros compulsivos lentos condenados a la lentitud de las horas de punta. Realizan así  lo que el maestro Ivan Illich llamaba “transferencias netas de privilegios” de los pobres hacia los ricos. En este sentido, son polarizadores sociales: “dime a que velocidad te desplazas y te diré quien eres.”
     Más de veinte años después de mi primer encuentro con don Andrés, nos tocó volvernos a encontrar en un pueblo proféticamente llamado “La Realidad”.  Era el  1996, y este año tuve el honor de recibir dos invitaciones sucesivas a grandes eventos en éste mismo pueblo. El primero fue modestamente “intercontinental”, mientras el segundo fue a la altura de Micromegas, este gigante de ocho leguas de altura oriundo de Sirio que se dignó dialogar con los minúsculos filósofos de la tierra. La convocatoria a este segundo evento fue “intergaláctica”, así que llegué preparado para encontrar al señor Micromegas.  No lo encontré en persona, pero tengo que decir que lo que, recordando el cuento de Voltaire, los franceses llaman “el punto de vista de Sirio” no fue ausente de los debates. El punto de vista de Sirio es una actitud que consiste en tomar distancia de los propios compromisos con los asuntos humanos para contemplarlos como “desde afuera”. Por ejemplo, cuando ingenieros sanitarios me piden explicarles mis ideas sobre el “guater” y el drenaje central, les pido a cambio adoptar el punto de vista de Sirio, lo que en este caso significa olvidar que están ligados a intereses creados dedicados a vender tubos de drenaje y accesorios sanitarios. Lo mismo hago cuando tengo que hablar con ingenieros en transportes.
      Generalmente, en los pequeños ensayos que sigo escribiendo, trato de adoptar un punto de vista diametralmente opuesto al de Sirio, un punto de vista en que los ojos tengan pie que pisen un territorio concreto. Robando la palabra al sociólogo Pierre Bourdieu, llamo topocósmico el punto de vista contrario al de Sirio. El punto de vista topocósmico parte de un lugar único y concreto en un cosmos. Es el suelo que pisan mis pies y, diría Sylvia Marcos, donde está enterrado mi ombligo y donde las montañas, los ríos, los bosques son mis hermanas y hermanos. El “punto de vista de Sirio” sólo sirve para deshacer las territorializaciones impuestas por el poder. 
     Tengo que confesarles que este choque frontal con La Realidad me impactó bastante y me conmovió. Llené páginas de notas que no perdí todas, pero que están todas manchadas del lodo de La Realidad. Desgraciadamente, esas notas no valen nada como documentos, porqué entrelacé los recuentos periodísticamente aceptables de lo que oí con declaraciones de personajes inventados, como el propio Micromegas. Por lo tanto esas notas, redactadas además en francés, no pasaron de ser un pequeño samizdat altamente no-publicable que distribuí a una decena de amigos.
      He aquí lo que escribí sobre el fin del segundo encuentro del 96 en La Realidad. Hablando de nuestros anfitriones zapatistas dije – en forma periodisticamente  aceptable esa vez:
¿Quiénes son esos hombres generalmente vestidos de negro, el rostro escondido atrás de lo que los actores romanos llamaban una persona?
Hoy, el La Realidad, persona se dice paliacate o pasamontaña . ¿Que tipo de actor es el Zapatista con pasamontaña ?  Todavía oigo el comandante Tacho explicar lo que significa “no tener rostro para que los otros tengan rostro, para que ustedes se encuentren cara a cara”. ¿Quiénes son esos hombres y esas mujeres en pasa-montaña que se preocupan por nuestra comodidad, nos hacen de comer – con el hambre, los manjares del “Arbolito” de La Realidad se recomendaban solos -  limpian nuestras letrinas y nos han construido este bello aguascalientes – es el nombre que daban al inmenso lugar de reunión en el que nos recibieron – con sus dormitorios, sus lugares de conferencias entre hamacas, su gran espacio de asamblea, sus tribunas, sus cocinas y sus regaderas y hasta su pequeña biblioteca? Dicen que su más intenso deseo es vernos encontrarnos, hablarnos.
      En éste pueblo llamado “Realidad”, hay personas que andan con el rostro descubierto – los huéspedes – y otras que llevan un pasa-montaña como persona, los anfitriones. ¿Quienes son y que somos para ellos? Tacho, David, Marcos pronunciarán la palabra sociedad civil.  

      El aguascalientes de La Realidad quería ser un lugar en qué mujeres y hombres encuentren el valor de manifestarse, de aparecer, de volverse visibles los unos para los otros y de actuar, es decir de pronunciar palabras que son también actos, conformemente al deseo de los anfitriones - sin rostro pero de intensa mirada - que no tenían mayor deseo que eso precisamente: que tomáramos la palabra a rostro descubierto. En 1996, más de cinco mil personas vinieron de cinco continentes  a llenar los cinco lugares de debates construidos para ellas en el fondo de la Selva.
     Una guerrilla decidió que su arma ya no iba a ser el fusil sino una vasta estructura de asamblea, de encuentros espontáneos, de danza también. Me imaginaba las centenas de hombres que durantes meses, cortaron y escuadraron troncos, formaron las espigas y mortajas con el machete y el cincel, pusieron vigas y clavaron tablas, hasta recubrir los techos con tejamaniles o láminas económicas  para protegernos de las lluvias tropicales. ¿Y si era eso lo que nos querían decir nuestros anfitriones? “Nosostros somos los constructores del teatro, ustedes son los actores”. Rostros cubiertos para que la sociedad civil pueda descubrirse. La arquitectura de los aguascalientes expresaba un proyecto político. En ellos, las tribunas donde tomaban lugar los anfitriones eran periféricas. La asamblea de los invitados ocupaba el centro del espacio. Los Zapatistas demostraban así que era verdad que querían contribuir a construir un nuevo espacio político, pero que no querían ocupar su centro. La arquitectura de un pueblo raras vece miente sobre sus intenciones: “Todo (el espacio) para todos, para nosotros, ningún lugar privilegiado”. Nunca recibí mejor clase de teoría política que la que recibí en La Realidad en el Año 2 de la insurrección  zapatista: He aquí el hecho extraordinario de un levantamiento de campesinos que quería construir lugares de debates para la sociedad de su país. El sentido más profundo de su revolución, así por lo menos lo entendí yo, era una invitación al debate y a la organización cívica y política en torno a éste debate.
     Al tiempo de  los aguascalientes, sucedió el de los caracoles. Creo que todos los presentes saben lo que significa esa transición, así que no trataré de explicarla. Paulina Fernandez lo hizo muy bien. Quiero más bien preguntar: ¿que tal de los aguascalientes en  el tiempo de los caracoles? ¿Del proyecto de dotar a la sociedad civil de foros de debate, lugares de concertación en el tiempo de los caracoles, es decir: ¿qué tal de la voluntad de fomentar debates cívicos en tiempos de la reorganización territorial del zapatismo?  Me parece que los Zapatistas  pusieron la tarea de seguir construyendo esos lugares en mano del zapatismo civil y, más allá de él, de toda la sociedad civil. Creo que la sociedad civil, es decir la mayor parte de los aquí presentes, está, estamos en deuda hacia los constructores de aguascalientes. No hemos sido recíprocos, hemos recibido sin dar. Así que en vez de preguntar si los Zapatistas cumplieron con las promesas de los tiempos heroicos,  cabe interrogarnos sobre lo que hemos hecho, desde la sociedad civil, para fomentar foros, debates, lugares de concertación donde discutir cívicamente las razones de nuestro ¡basta!
      Un aguascalientes no es un caracol ni una junta de buen gobierno. Es un espacio de expresión abierto en la sociedad civil. No es un lugar de toma de decisión colectiva sobre asuntos concretos, sino de manifestación de nuevos posibles. En cambio, los caracoles son lugares de ejercicio efectivo del poder del pueblo, que es lo que debería ser la democracia. Dicho con otras palabrea: los aguascalientes y los foros que deberíamos fomentar en la sociedad civil, son lugares de visión y los caracoles y las juntas de buen gobierno son lugares de decisiones prácticas. El momento en que una cosa que parecía imposible manifiesta su posibilidad constituía, para los griegos, la esencia de la teoría. Insisto: la teoría era para ellos la visión de posibilidades hasta entonces veladas. Era un momento de desvelamiento. No para nada la palabra teoría se parece a la palabra teatro. Para los griegos, una theoría era un festival, un espectáculo que podía ser de actores o de ideas y el theatron era el lugar de este espectáculo o festival intelectual. La teoría puede ser una especie de teatro de ideas, puede ser divertida y siempre es sorpresiva cuando revela posibilidades hasta el momento insospechadas: las cosas pueden verse de otra manera, se puede hasta intentar verlo todo de nuevo. No estamos irremediablemente atados a un empleo cada vez más escaso, las cadenas de distribución de alimentos chatarra pueden romperse sin que nos moramos necesariamente de hambre. Creo que, en una verdadera democracia, el aguascalientes, es  decir el espacio de apariencia de lo posible y el caracol, el lugar de las decisiones colectivas concretas, son fundamentalmente complementarios. Creo que es tarea de la sociedad civil – iba decir del zapatismo civil – manifestar públicamente esta complementariedad fundamental, afirmándola como se afirma la capacidad de caminar: caminando.
      La contribución teórica que había preparado para éste festival se centraba en el concepto y la percepción de la cultura material. Creo que un  análisis crético de lo que comemos – comida chatarra, alimentos dosificados químicamente que cruzan medio mundo hasta llegar a nuestra mesa – y como – en una soledad que destruye la convivencia de la comida - es urgente. Sería una fenomenología de la vida cuotidiana bajo el capitalismo. Con mis modestos medios, he dedicado años a examinar como los transportes de personas generan la temporalidad y la territorialidad necesarias para la acumulación del capital en grandes concentraciones industriales, como la economía moderna hace añicos toda economía moral que, aún en el capitalismo temprano, era la percepción de una relación entre los bienes económicos  y el territorio. Un tema tan trivial como la defecación y las infraestructuras que justifica me permitió examinar concretamente lo que el maestro Illich llamaba el desvalor: la desvalorización de capacidades autónomas necesaria para crear la necesidad de mercancías y de servicios. Al envenenar los mantos freáticos con sus inevitables fugas, el drenaje central crea la necesidad de agua embotellada. Son sólo dos ejemplos de los temas que yo quisiera poder llevar a debate en los grandes aguascalientes cívicos que estoy anhelando.
     El estudio de estos aspectos de la cultura material me confrontó a la realidad de una guerra moderna que el Estado - con sus políticos afanados de poder y sus expertos – y el Mercado – con su ley del interés propio – libran contra la subsistencia de la gente común, sus territorios, sus comunales, sus lenguas, culturas, costumbres y saberes. Una guerra contra todo lo que permitía la autonomía - jamás “químicamente pura” – de la subsistencia. Y me llegué a preguntar si esta guerra del Estado y del Mercado contra la subsistencia de la gente común, contra las múltiples formas de sus culturas materiales, no es la esencia de lo que llamamos aquí “el capitalismo”.
      Ahora creo que, en este momento, aquí, se espera otra cosa de mí que lo que acabo de improvisar. No por supuestas cualidades mías, sino simplemente por el calendario  de este festival de ideas. Soy el último en hablar. No esperen de mí un resumen, una conclusión y menos un epilogo. En vez de eso, voy a tratar de decirles como la travesía de este vado me ha mojado.
      Según sus organizadores, este evento debía ser un arco-iris de ideas y propuestas diversas, de visiones a partir de perspectivas distintas. Personalmente, he sido mojado por esa idea de perspectivas y puntos de vista diferentes, pero en conversación. Corresponde a mi manera de entender el zapatismo. Me parece que si tu y yo que vemos el mundo desde puntos de vista tan distintos podemos decir que “vemos la misma cosa”, es que hay chance de que esta cosa sea real. Me parece también que, durante esos cuatro días, por lo menos dos cosas se hicieron evidentes para cada uno de los participantes:

1.      El actual estadio de cosas, llamenlo capitalismo o guerra contra la subsistencia, es intolerable. Lleva al desastre.
2.      No hay esperanza de cambio “para que sea bueno lo que viene luego” dentro de las estructuras existentes.
3.      Esas dos preguntas llevan a una tercera: ¿hay una alternativa? Y, si la hay, ¿cuál es?
      Después de haberlos discutido con Gustavo Esteva, que me retó a pensar con más claridad, voy a argumentar sucesivamente esos tres puntos evocando lo que aprendí en este encuentro:
1.       Este estado intolerable de las cosas se puede llamar capitalismo, tiranía de la economía, era de la escasez programada o guerra contra la subsistencia. Ha llegado la época de sus últimas fases, en las que se ensaña contra los territorios, las culturas, los sentidos locales del bien vivir, los modos de percibir el mundo, los cuerpos. Este sistema no colapsará por sí mismo, esa guerra no se acabará sola. Si no la paramos, es más que nunca capaz de destruirnos.
2.       No hay esperanzas adentro del sistema. Parte del desastre – llamenlo sistema capitalista o guerra contra la subsistencia de la gente – es la parálisis de la imaginación. La imaginación académica se está volviendo cada vez más estéril. La imaginación política parece ser únicamente capaz  de idear nuevas formas de servidumbre y de destrucción.
       Al tiempo que destruye la naturaleza, este sistema destruye relaciones y modos de convivencia. Privatiza el conocimiento transformandolo en un valor escaso. Paraliza las capacidades personales de la gente dando el poder a especialistas y expertos. Impone la tiranía del reloj y destruye con ello el tiempo libre y la gratuidad. Multiplica los servicios que sólo sirven para crear la necesidad de otros servicios: publicidad, transportes motorizados que estructuran el tiempo, “servicios de seguridad” que vuelven inseguras las calles.
      En lo personal, he entendido que dentro de éste sistema,  dentro de estas estructuras,  las luchas por el poder o por mejores servicios nos desgastan, nos enemistan y nos dividen. Son cada vez más contraproducentes: nos transforman en pedinches de aquello mismo que nos destruye.  
.3.      ¿Alternativa? Tema incierto en un terreno pantanoso, amenazado por la utopía.
      Pero consideremos los dos puntos siguientes:
a)     Entre más profundo nuestro desencanto respecto a las estructuras del sistema capitalista y de su guerra contra la subsistencia, más grande será el afán de alternativas.
b)    Entre más las habremos pensado y debatido públicamente, mayor será su viabilidad.
Pensar la alternativa requiere recobrar la imaginación política, arrancarla de lo que la aplasta, de ahí la importancia de mantener vivo el “espíritu aguascalientes”.
       Llamo “espíritu caracol” el polo complementario de los aguascalientes.
Paulina Fernández  y Fernanda Navarro fueron testigas de que, en los caracoles ya existentes, se ha recobrado, en poco tiempo, mucha imaginación. Ayer, una amiga me decía que el secreto de esa recuperación rápida tenía que ver con la palabra re-generación. Lo ilustraba con la anécdota siguiente:
Una mujer zapatista enumera todos los logros de las mujeres en las juntas de buen gobierno: “puedo ocupar cargos, puedo estudiar, puedo viajar” y, luego de enumerar todas sus libertades recién conquistadas, concluye: “pero sigo siendo mujer”. Según mi amiga, quiso decir con ello que permanecía inmersa en la cosmovisión de su comunidad que da un lugar cósmico – un topocosmos – a cada cosa: la montaña y el río, el cielo y la tierra, la milpa y el comal, las mujeres y los hombres. Veo en este arraigo topocósmico  la fuerza inspiradora de las comunidades indígenas, más que en un utópico modelo que se pudiera exportar o copiar. Parte de la enseñanza zapatista es que crear algo y regenerar relaciones en su propio territorio y a un lado, afuera del sistema capitalista es la mejor manera de luchar contra él y de frenar su despiadada guerra contra la subsistencia.
      El “espíritu aguascalientes”  debe fomentar, no sólo el retorno de los saberes subyugados, sino también la insurrección de las imaginaciones reprimidas.
     
      Hasta aquí mi intervención, hecha de los que sobrevivió de la conferencia que había preparado en mi escritorio y del agua que la mojó e hizo que la mayor parte de ella se hundiera en el vado que acabamos de atravesar. También se acabó mi tiempo de palabra. Gracias por su paciencia.     

viernes, 5 de febrero de 2010

Miriam Libertad Djeordjian::: Para no borrar nuestra historia

Para no borrar nuestra historia

Miriam Libertad Djeordjian
Círculo Autónomo Feminista – circuloautonomofeminista@gmail.com

Uno de los grandes triunfos del sistema, ha sido borrar la historia que se teje en el trabajo cotidiano sintetizando, en cambio, épicas de héroes con protagonistas de primer plano, sin contexto, sin historia, sin procesos políticos.
Qué hemos escuchado del 8 de marzo?
Para empezar, que es el día de la mujer. Muchos llegarán el domingo con flores y una tarjeta de felicitación para “ellas”, sin saber siquiera qué se conmemora.
Otros, con un poco más de inquietud, sabrán que en algo tienen que ver las socialistas, una tal Clara Zetkin que lo propuso. Con un poco más de suerte, sabremos que fue en el marco de una Conferencia de Mujeres Socialistas realizada en Copenhague. Se menciona por allí algo un incendio, en una fábrica llamada Cotton, donde mueren quemadas más de 100 obreras.
Y en casos de silencio intencional, algunas voces institucionales dirán, sin pudor, que lo instituyó Naciones Unidas en 1975, sin hacer ninguna cita previa.
En una tarea de compromiso histórico, varias investigadoras han buscado echar luz sobre ciertos mitos existentes en torno a este día. Entre ellas, Ana Isabel Álvarez González asegura que no fue instituido puntualmente, sino que una sucesión de procesos colectivos fueron creando el sentido de conmemorar la lucha de las mujeres trabajadoras. Y digo trabajadoras porque fue en su genealogía una propuesta clasista, ligada a las reinvindicaciones laborales que en el inicio de siglo conformaban el punto de partida de las huelgas obreras.
Primer antecedente: en Febrero de 1908, mujeres socialistas celebran en un teatro de Chicago el Womans Day, reivindicando el derecho al voto y manifestándose contra la esclavitud sexual.
Para agosto de 1910, y con el antecedente en Masachusset de una huelga textil exclusiva de mujeres, Lena Morrow Lewis y May Wood Simons llevan a la 2° Conferencia Mundial de Mujeres Socialistas realizada en Dinamarca, la propuesta de conmemorar, como en Estados Unidos, un Womens day. Resignificada con un nombre más clasista, se acepta conmemorar un Día Internacional de la Mujer Trabajadora, propuesta que se le atribuye a Clara Zetkin.
Sin un día fijo, mantienen las norteamericanas el último domingo de Febrero, y las europeas fijan un día de marzo. Dos días antes de su primer celebración en 1911, un fatídico incendio en la Triangle Shirtwaist Company, acabó con la vida de 146 obreras que trabajaban encerradas bajo llave para que no se movieran de sus puestos de trabajo, tal cual como hoy sigue haciendo Wal-Mart Stores Incorporated en muchos de sus almacenes durante los turnos de la noche. Este hecho, exaltó los motivos de la lucha sindical determinando que en la celebración de 1911 más de un millón de mujeres trabajadoras se sumaran a las movilizaciones.
Posteriormente, fue el repudio a la primera Guerra Mundial y la solidaridad internacionalista de las mujeres contra todo nacionalismo, mucho más que la lucha por el voto, la convocatoria principal de las celebraciones del día. En Rusia, el gobierno zarista reprime en 1913 la movilización por el Día de las Obreras, deportando a Siberia a sus organizadoras.
Años más tarde, el paro masivo de mujeres en San Petesburgo cambiaría la historia: pedían pan y exigían el regreso de las tropas rusas que llevaban ya 2 millones de muertos. Inició así el 8 de marzo de 1917 (23 de Febrero del calendario juliano) una movilización a la que se unirán trabajadores y estudiantes, determinando 4 días después la abdicación del zar, y dando paso a un gobierno provisional que será finalmente derrocado en octubre con la toma del Palacio de Invierno.
Borrar los procesos sociales, es la mejor forma de negar la historia.
Hace dos años, fue demolida la Casa de la Juventud en Copenhague, la misma que a principio de siglo alojó a sindicatos y organizaciones sociales. Sí. Fue demolido el mismo edificio donde se instituyó un Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
Y por esas ironías de la macrocultura patriarcal, es ahora dueña del predio una secta cristiana llamada “La casa del Padre”. Ni Naciones Unidas, ni gobiernos instituyeron el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Como todas las conquistas de las mujeres, este día es fruto de la perseverancia por cambiar el orden dominante, convencidas que lo que hoy es utopía con la lucha es posible.
Nosotras, como cantaron las trabajadoras textiles de Massachussets durante su huelga: “Queremos compartir toda la belleza: Pan y rosas, pan y rosas.”
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Fuentes Consultadas

http://www.fire.or.cr/8marzo01.htm
http://www.csun.edu/~ghy7463/mw2.html
http://trianglememorial.org/history.html

Miriam Libertad Djeordjian::: El derecho al aborto

28 de septiembre: Derecho al aborto.
Sigue siendo necesario un paso más

La amnesia es un mal que con la globalización se ha extendido como plaga. Y es tan grave, que permite aceptar sin resistencias mentiras tales como que el 8 de marzo se conmemora tras el incendio de una fábrica llamada Cotton , o peor aún que lo instituyó la Organización Naciones Unidas. Y no. Nada de lo que tenemos las mujeres en esta macroestructura patriarcal nos fue regalado. Cada logro es producto de una conciencia sostenida, rebelde, osada, dispuesta a no conformarse con lo existente, y a cuestionarlo todo. Y el aprendizaje de la historia nos dice que cuando el poder nos concede algo, es porque ya sabe cómo vaciarlo de contenido, y si no, tiene un aceitado aparato de represión para silenciarlo o ridiculizarlo.

Después del feminicidio que significó la quema de brujas en la Europa de los siglos XIII, XIV y XV, las grupalidades de mujeres quedaron absolutamente desintegradas y controladas por el dominio patriarcal, so pena de ser acusadas de hechiceras, y por fin relegadas a la individualidad. El registro de nuestra historia y la producción intelectual de mujeres quedó reducida a casos aislados en algunos conventos y autoras solitarias cuyas obras apenas son conocida, si es que lograron sobrevivir.

Llevó un par de siglos volver a construir la complicidad entre mujeres para salir otra vez al espacio público. A mediados del siglo XIX, en EEUU, Lucrecia Mott una ministra quakera que luchaba contra la esclavitud, se presentó en 1840 como delegada junto con otras mujeres, en la Convención Mundial Antiesclavista en Londres, Inglaterra, pero se les negó, a ella y a sus compañeras el acceso “por ser mujeres”. Estas mujeres que hicieron propia la lucha por la libertad de los esclavos, se encontraron con que ellas mismas no eran libres. Desde entonces trabajaron tenazmente por defender sus propios derechos como mujeres: lucharon por acceder a la educación media y superior, dejar de ser muertas civiles dependientes del padre, el marido o los hijos y por el sufragio. En 1848, desde este núcleo surgió la organización para la primera Convención por los Derechos de las Mujeres en Seneca Falls, Nueva York, de donde nos queda la Declaración de Sentimientos.

En el resto de América, si embargo los procesos fueron diferentes. En otros países ya existían declaraciones como las emanadas de la Asamblea del año XIII (1813) en las Provincias Unidas del Río de la Plata que dictaba la libertad de vientres por la cual las personas nacidas de esclavos eran libres, se libraba a los indígenas de pagar tributo y se prohibía el tráfico de esclavos afrodescendientes, al menos en las leyes. Respecto a la abolición de la esclavitud, otras naciones tomaron el ejemplo a partir de lo sucedido en el Río de la Plata. Así, en la Asamblea de Chuquisaca, actual Bolivia, celebrada el 6 de agosto de 1825, el Alto Perú se independizó de España y decretó la abolición de la esclavitud. Más al norte, en Venezuela se decreta la abolición de la esclavitud hasta 1854. Brasil, bajo el imperio portugués, es el último país de América en sancionar la libertad de vientres, siendo la Princesa Isabel regente del Brasil quien hasta el 28 de Septiembre de 1888 promulgó la Ley de Libertad de vientres. Sin embargo, aunque existieron mujeres librepensadoras y escritoras, no sería sino hasta fines del siglo que se conformarían las primeras agrupaciones feministas.

Para no olvidar cómo llegamos al 28 de Septiembre,
Día de Lucha por la despenalización del aborto en América Latina

En 1990, antes de que la lógica de la política de arriba hacia abajo permeara al movimiento feminista con la Cuarta Conferencia Mundial sobre las Mujeres en Beijín, antes de las Agendas, antes que las artesanas fueran “microemprendedoras” y las lesbianas fueran parte del gran conglomerado de la “diversidad sexual”, y finalmente, antes que las discusiones en torno al aborto se encuadraran dentro de los “derechos reproductivos”, se realizó en San Bernardo el
5º Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe.

Siguiendo la línea de encuentros iniciados en Bogotá, Colombia en 1981 , en ese 5º encuentro surgió una autoconvocatoria a un “Taller de aborto”. Según cuentan las compañeras que fueron protagonistas, con los contratiempos propios de “autoconvocarse” en medio de un encuentro de 3000 mujeres en una zona costera y turística de una pequeña ciudad bonaerense, a este taller llegaron alrededor de 200 mujeres de todo el continente. De este taller salió la Declaración de San Bernardo, en la que se da un primer paso para articular las luchas por la despenalización del aborto en el continente. A propuesta de las compañeras brasileras, se instituye el 28 de Septiembre como Día por el Derecho al Aborto en América Latina y el Caribe, por ser este el día que la princesa Isabel firmara la libertad de vientres en el último país del continente donde aún era legal el tráfico y la esclavitud de personas. De algún modo, resignificando la “libertad de vientres”.

Tendríamos mucho que decir aún sobre el tráfico de personas, y en particular el de niñas y mujeres hoy en pleno siglo XXI, donde los mismos Estados que suscribieron Beijin, El Cairo, Belem Do Pará y demás Conferencias y Convenciones Mundiales tendientes, dicen, a mejorar la calidad de vida de las mujeres, pero son los mismos que niegan los feminicidios, la desaparición forzada de mujeres para tráfico sexual y de órganos , la venta de bebés, las violaciones sistemáticas de mujeres por parte del ejército y fuerzas de seguridad, las redes policíacas de padrotes y rufianes, y, por supuesto, que niegan la práctica de abortos de manera clandestina como un problema de salud pública en lo inmediato, y en el fondo como la válvula de escape a una sexualidad limitada por los mandatos, la culpa, la ignorancia, el tabú, el sometimiento, la heterosexualidad obligatoria y la pornografía. Estas atrocidades se niegan incluso en países con presidentas o candidatas a presidentas mujeres, como Chile y Argentina.

Hablar de aborto es apenas la punta del iceberg de la macrocultura, y acota su debate a una dicotómica disputa de argumentos con la derecha desquiciada nos limita la riqueza y potencialidad que abonaría mucho más en nosotras, las mujeres, si pudiéramos llegar a hablar íntimamente de lo que nos pasa. Hablar por ejemplo de nuestro cuerpo, de nuestra sexualidad, a poder cuestionar el coito, la reproductividad y la heterosexualidad obligatoria como únicas sexualidades posibles, o ser capaces de tocar a la sagrada familia nuclear de mamá y papá, pensando otras formas de crianzas posibles, más humanas y menos propietarias, más comunales y menos individualistas.

Abrirnos el debate nos permitiría dar un paso más allá de la ley, para no quedar sujetas al juego de la democracia electoral, dependiendo de quienes ocupen cargos para hacer efectivos nuestros derechos. Podríamos por ejemplo, rescatar los métodos abortivos con plantas medicinales que desde siempre hemos usado las mujeres en todo el mundo, pero no desde la angustia de “probar” desesperadamente opciones murmuradas en secreto, sino con pleno conocimiento sistematizado de herbolaria, de acupuntura, y aún, sabiendo que hoy contamos con diagnósticos para precisar fechas, evaluar riesgos dando seguimiento a las terapias aplicadas, sin descartar un legrado de ser necesario. Esto no quita, al mismo tiempo, seguir luchando por una salud pública que garantice un aborto en condiciones de asepsia y respetuoso para nosotras.

Hacer efectivo nuestro derecho, sin culpas y sin pedir permiso, como hacían las mujeres de conocimiento juzgadas “brujas” por el poder inquisidor.

Al igual que el 25 de Noviembre, acordado como un día de lucha, el origen del 28 de Septiembre, más allá de las agendas que nos imponen desde el poder de los Estados, los organismos internacionales y algunas financiadoras, hemos sido capaces de instituirlo, nosotras, como brujas, desde el círculo.
Pero no alcanza: sigue siendo necesario un paso más.


Circulo Autónomo de Estudios Feministas
México, DF, 27/9/07
circuloautonomofeminista@yahoo.com.mx



DECLARACION DE SAN BERNARDO

Nosotras las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe reunidas en el 5º Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe en San Bernardo del 18 al 24 de noviembre de 1990. Considerando que:
- Miles de mujeres mueren diariamente en América Latina y el Caribe a causa del aborto clandestino,
- El aborto clandestino constituye la primera causa de muerte en las mujeres en edad reproductiva en la mayoría de nuestros países,
- Los servicios de salud adoptan actitudes ambivalentes frente al aborto manteniéndolo en la clandestinidad para lucrar en los servicios privados y negando la asistencia, maltratando y hasta llegando a la tortura tanto en los servicios públicos como privados,
- La maternidad involuntaria es una forma de esclavitud de las mujeres,
- Frente al aborto los sectores de poder adoptan una actitud hipócrita, negando, reprimiendo y castigando a las mujeres víctimas del sistema que ellos mantienen,
- La mayoría de las mujeres latinoamericanas y del Caribe no tenemos acceso a la educación sexual, ni a los métodos anticonceptivos seguros, ni adecuado apoyo a la maternidad, sin embargo somos culpabilizadas por la ley,
- La libertad de decisión sobre nuestro cuerpo es un derechos humano esencial.
Por eso declaramos:
- Que no estamos dispuestas a seguir sacrificando nuestras vidas y nuestra salud en aras de una moral opresiva impuesta por las instituciones dominantes;
- Que no estamos dispuestas a seguir permitiendo que nuestros cuerpos sean usados para reproducir el sistema que nos oprime y nos margina;
- Que no estamos dispuestas a que se siga legislando sobre nuestros cuerpos sin que se tomen en cuenta nuestras necesidades, nuestros deseos y sin nuestra intervención;
- Que el aborto legal y la anticoncepción segura y eficaz son derechos humanos a los que debemos acceder todas las mujeres del mundo, más allá de nuestra condición social y económica, de la etnia, religión y/o país a los que pertenezcamos;
- Que los Estados deben garantizar el acceso concreto a estos derechos en forma segura y gratuita mediante la legislación correspondiente;
- Que solamente movilizándonos, las mujeres latinoamericanas y caribeñas, podremos desterrar y librarnos de los mitos, los prejuicios, las costumbres y los intereses, que por siglos nos condenaron a ser solamente reproductoras de la especie y nos negaron el derechos al placer y a decidir sobre nuestros propios cuerpos y sobre nuestras vidas.
Por todo esto llamamos a todas las mujeres de la región a luchar por la legalización del aborto en todo nuestro continente y para lograrlo proponen:
1. Declarar el día 28 de septiembre: Día por el Derecho al Aborto de las Mujeres de América Latina y el Caribe.
2. Crear comisiones por el Derecho al Aborto de las Mujeres de América Latina y el Caribe.
3. Formar la “Coordinadora Latinoamericana y del Caribe para la movilización por el Derechos al Aborto”.
4. Lograr el apoyo de las mujeres de los países que ya cuentan con este derecho en la práctica y a su vez apoyarlas en sus luchas por mantenerlo en vigencia.
5. Hacer campañas en cada país y conjuntamente en nuestro continente para lograr ejercitar este derecho en forma legal, no clandestina, segura y digna para cada una de nosotras.
Finalmente llamamos a todas las organizaciones e instituciones que trabajan por la defensa de los Derechos Humanos a que incorporen dentro de sus planteamientos la defensa de los Derechos Reproductivos, incluyendo el aborto.

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5º Encuentro Feminista de America Latina y el Caribe, San Bernardo, Argentina, 22/11/90