6 de agosto de 2014- Comunicado de la Red en Defensa de la Ciudad de México
Desde hace años se autorizan en la ciudad de México vialidades, líneas de Metro o Metrobus, torres, complejos, centros comerciales o de servicios y otras grandes obras, con fundamento en estudios o manifestaciones de impacto ambiental que ocultan, minimizan, desestiman o enmascaran los excesivos daños ambientales que ocasionan estos proyectos; que engañan a la sociedad en los asuntos ecológicos. Llenos de mala ciencia, prejuicios económicos, conceptos ambiguos y sesgados a favor de los intereses privados de los políticos e inversionistas que promueven los proyectos, estos estudios o manifestaciones de impacto ambiental son una burla a las políticas, planes, programas, normas y acciones destinadas a mejorar el medio ambiente y a prevenir y controlar su deterioro: sirven para facilitar la creciente devastación ambiental que producen las nuevas políticas de obras y desarrollo urbano, y los nuevos megaproyectos impulsados por los últimos gobiernos del DF , las grandes constructoras (OHL, Alstom, ICA, Carso) y las grandes empresas inmobiliarias. Estos malignos estudios de impacto ambiental han servido para autorizar obras tan contrarias al medio ambiente, como los distribuidores viales, los segundos pisos, la línea 12 del Metro, la Supervía o autopista urbana, las torres del Paseo de la Reforma, Santa Fe y otras grandes obras, así como los grandes cambios en el uso del suelo autorizados por la SEDUVI y la ALDF. Un ejemplo de estos estudios perversos es el que elabora la empresa Sistemas Integrales de Gestión Ambiental, SIGEA y que sirve de base al gobierno de Marcelo Ebrard para autorizar la construcción del proyecto Ciudad Progresiva que incluye la torre Mitikha de 60 niveles en el pueblo de Xoco, delegación Benito Juárez; proyecto del Grupo HSBC México SA. Alejandro Nyssen Ocaranza, director de general de Regulación Ambiental de la secretaría del Medio Ambiente del DF en el gobierno de Ebrard, es socio fundador de SIGEA en 1998 y deja esta empresa en 2007(La Jornada, lunes 28 de julio de 2014, p. 34) ¿Por qué recurre Ebrard y la secretaría del Medio Ambiente a este personaje y a esta empresa?
Como juez y parte interesada en los grandes proyectos de la ciudad, el gobierno del DF valida, acepta o utiliza los servicios de profesionistas, bufetes o empresas dispuestas a realizar el trabajo sucio que implica la elaboración de estos abominables estudios de impacto ambiental que ocultan los verdaderos impactos de los proyectos. Con base en ellos, engaña a la sociedad sobre los efectos ambientales de estos proyectos: oculta el daño futuro, estratégico, de largo plazo, en la calidad del aire, la conservación del agua, la limpieza de los suelos, el cambio en el uso del suelo; encubre las enfermedades, las muertes, la desaparición de especies que pueden ocasionar en los siguientes años. Coloca los intereses privados, sobre los intereses fundamentales de la ciudad y las futuras generaciones. No hay manera de conseguir mejorías en la salud, en el medio ambiente, en los valores ambientales en esta ciudad, con la permanencia de este gran foco de corrupción profesional e institucional. El total desquiciamiento en la gestión de la valoración del impacto ambiental en el DF tiene su origen en la mala calidad de la Ley Ambiental y el Reglamento Ambiental del DF, por la nociva influencia del PVEM, así como en la falta de valores ambientales o ecológicos de quienes principalmente deberían tenerlos: l@s encargados de la educación ambiental en esta ciudad: l@s secretari@s del Medio Ambiente del DF y los diputados que conforman las comisiones de Medio Ambiente de la ALDF(frecuentemente dominadas por el PVEM). La religión de la economía y el desprecio por el medio ambiente domina completamente a los ambientalistas o "ecologistas" responsables del Ambiente del DF: las ultimas secretarias del Medio Ambiente: Tanya Muller, Martha Delgado, Claudia Scheinbaum y los diputados del PVEM en la ALDF. Es urgente que los estudios de impacto ambiental del DF incluyan la relación de los impactos ambientales diferidos o de largo plazo y su autorización dependa de entidades autónomas, independientes del gobierno del DF.
La Red en Defensa de la Ciudad de México.- Adriana Gómez, Adriana Matalonga, Aline Fernanda, Ana María Yustis, Anhai Martínez, André Prieur, Aurora Marín, Bianca Sandoval, Carmen Espino, David Jiménez, Edgardo Mota, Eduardo Farah, Fabián Carvallo, Gabriel Valencia, Gustavo Romero, Jacqueline Bolaños, Javier Osorno, Jesús Morfin, Jonathan Arroyo, José Ignacio Félix Díaz, Juan Manuel Pomares, Karen Zuñiga, María de Lourdes Ríos, Mario Marroquín Castillo, Mario Rechy, Mauricio Villegas, Miguel Valencia, Patricia Carrera, Roberto Christian Domínguez, Sara Espíritu, Sharon Sánchez, Soledad Osorio, Susana Morales, Tulia Roa Castro.
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