Segunda parte de la ponencia presentada ante el XXV Congreso Nacional de Estudiantes de Economía de Guadalajara, Jalisco, 2012.
La Apuesta por el Descrecimiento Otra visión de la economía.
Por Miguel Valencia Mulkay de ECOMUNIDADES, Red Ecologista Autónoma de la Cuenca de México.
¿Cuál ha sido la reacción a la escandalosa barbarie económica de los Treinta Años Gloriosos?
En esos años gloriosos nace en paralelo una poderosa reacción contra las contaminaciones, el agotamiento de los dones de la Naturaleza, la atroz urbanización e industrialización rampante, el consumismo, la creación de innecesaria de riesgos, el culto a la ciencia y tecnología, la manipulación de las mentes, la concentración de la riqueza en pocas manos, los efectos ecológicos y culturales del crecimiento económico, apoyada sobre todo en los trabajos de Lewis Mumford, Jean Beaudrillard y Karl Polanyi. A finales de los 50, grandes pensadores como Paul Goodman; Murray Bookchin y Jacques Ellul, inician una severa crítica de la ciencia y la tecnología. Aparecen en esos años libros tan exitosos como el publicado en 1962 por la señora Rachel Carson, La Primavera Silenciosa, el libro más vendido en EUA por 5 años, en el que describe la destrucción ecológica ocasionada por las fumigaciones de pesticidas (DDT) en los campos de cultivo de Estados Unidos; el publicado por el gran filósofo alemán Herbert Marcuse El Hombre Unidimensional en el que advierte cómo la economía pretende hacer desaparecer las otras dimensiones humanas, ya que las resiente como obstáculos a su supremacía; Guy Debord quien desnuda La Sociedad del Espectáculo y fertiliza el 68 francés; el pensador serbio-austriaco, Ivan Illich, quien en 1968, desde Cuernavaca, lanza el concepto de desvalor que designa la pérdida… que no se podría estimar en términos económicos. Que el economista no tiene medio alguno para estimar lo que sucede a una persona que pierde el uso efectivo de sus pies porque el automóvil ejerce un monopolio radical sobre la locomoción. De lo que se priva a esta persona no pertenece al dominio de la escasez. En el presente, para ir de aquí a allá debe comprar kilómetros-pasajero. El medio geográfico paraliza sus pies. El espacio ha sido convertido en una infraestructura destinada a los vehículos. ¿Esto quiere decir que los pies son obsoletos? Desde luego que no. Los pies no son "medios rudimentarios de transporte personal" como nos lo quieren hacer creer algunos responsables de las redes carreteras. Pero, sucede que, atascada en lo económico (por no decir anestesiados) la gente se ha vuelto ciega e indiferente a la pérdida inducida por el desvalor. (Dans le miroir du passe); luego publica libros que tienen gran impacto mundial La Sociedad Desescolarizada, Energía y Equidad; Némesis Médica.
En 1972 se publica el libro que según ciertos autores fue el más subversivo del siglo XX: Los Límites del Crecimiento, elaborado en el MIT, bajo la dirección de Dennis Meadows, por encargo del Club de Roma, del cual se venden más de nueve millones de ejemplares en el mundo; un informe que ellas mismas pagaron cimbran a las grandes empresas transnacionales; se celebra en Estocolmo la primera Conferencia de las Naciones Unidas por el Medio Ambiente; Sicco Mansholt , presidente de la Comisión Europea, recomienda reflexionar sobre un escenario de "crecimiento negativo" y Giscard d'Estaing le responde que él no será un "objetor del crecimiento". Mansholt comenta en una entrevista posterior que "el crecimiento no es sino un objetivo político inmediato que sirve a las minorías dominantes". Nace en ese año el movimiento ecologista en los países desarrollados e inician las protestas contra la energía nuclear; en 1973 se publica Lo Pequeño es Hermoso del inglés EF Schumacher, un vigoroso alegato contra una sociedad distorsionada por el culto al crecimiento económico y se convierte en el libro más vendido en Europa en esa década. En esos años despunta también una pequeña "Internacional" anti o post desarrollo, en la filiación de Ivan Illich, Jacques Ellul y Francois Partantque analiza y denuncia las calamidades producidas por el desarrollo en los países subdesarrollados o del Sur y permanece en Francia de manera casi subterránea hasta 2002, (el año del coloquio de la UNESCO en Paris). Se unen a esta reflexión teórica un poco más tarde André Gorz, Wolfang Sachs, Vandana Shiva, Helen Norberg-Hodge, Mahid Rahnema, Gilbert Rist . Al inicio de los 70, el destacado economista y matemático francés Jean Pierre Dupuy y el urbanista y arquitecto suizo Jean Robert vienen a México a conversar con Ivan Illich y luego publican conjuntamente en 1976 en Paris La Trahison de l'Opulence (La Traición de la Opulencia) en el que estudian el dislocamiento del tiempo y el espacio, por el efecto de los transportes; analizan la contraproductividad de los transportes. Paul Dumuchel y Dupuy públican en 1979 L'enfer des choses (El infierno de las cosas) en el que describen la ambivalencia de la escasez: la penuria la miseria, el vicio, la codicia y la violencia son los males. La escasez, al decir de la tradición liberal es su causa única, a través de la estimulación de la producción y es también el remedio; la escasez-riqueza engendra nuevas formas de miseria, en una espiral sin fin. Dupuy abandona su profesión de economista para dedicarse plenamente a la crítica de la economía; adopta la teoría mimética de Rene Girard y concluye que la economía no contiene la violencia: es la violencia misma. Jean Robert decide radicar en México, pero publica en París, en 1980 Los Cronófagos, el tiempo que nos roban, un estudio sobre la velocidad paralizante de los transportes; impulsa ecotecnias, se nacionaliza mexicano y escribe libros sobre la contaminación del agua por el uso de tubos y bombas, y la degradación del hábitat, por la aplicación del desarrollo urbano.
En 1979 el gran matemático y economista rumano residente en Harvard, Nicholas Georgescu Roeguen, publica en Francia, (por no poderlo publicar en lengua inglesa), su libro Demain la Decroissance (Mañana el Descrecimiento). En el seno de la economía, desarrolla el estudio de la cuestión ecológica al adoptar al segundo principio de la termodinámica: la entropía, ignorado por la economía que pretende la reversibilidad de las transformaciones de la energía y la materia. En la producción económica concebida por la gran mayoría de los teóricos neoclásicos no hay referencia al substrato biofísico. El proceso económico es de naturaleza entrópica: opera en el seno de una biosfera y dentro de la flecha del tiempo. No puede haber crecimiento infinito en un mundo finito. En la medida que las empresas son más productivas, la naturaleza y la sociedad se vuelven menos productivas. En los 80, el economista, sociólogo, y antropólogo, Alain Caillé estudia los fundamentos teóricos de la economía y junto con otros antropólogos rechaza la tesis de que los hombres tratan de sacar el mayor placer en sus intercambios. Lanza el manifiesto Crítica la Razón Utilitaria. Si bien el interés existe en la acción de los pueblos antiguos, nos dice Caillé, no está en la naturaleza humana el tratar de sacar el máximo beneficio material en sus intercambios como lo pretende la economía. El calculador Homo Economicus es una creación histórica de la modernidad que choca frontalmente con las antiguas culturas; redescubre el Ensayo del Don de Marcel Mauss, antropólogo sobrino de Durkheim, publicado en 1923. Mauss rechaza que los pueblos antiguos actuaran con las motivaciones utilitarias que les atribuye la economía. En esos pueblos dar, recibir y entregar son reglas fundamentales para evitar la violencia y destrucción de la comunidad.Caillé crea en Francia el Movimiento Anti utilitarista en las Ciencias Sociales, y la revista MAUSS, en honor a Mauss. Animados porIvan Illich y con la coordinación de Wolfang Sachs, la pequeña Internacional post desarrollo, mas de 20 intelectuales de varios continentes, que incluyen a Gustavo Esteva, José María Sbert y Jean Robert, por México, y a Serge Latouche por Francia, publica en Inglaterra en 1992, The Development Dictionary. A Guide to Knowledge as Power, traducida el francés con el título de Diccionario de palabras tóxicas que analiza palabras como Ciencia, Desarrollo, Estado, Pobreza, Tecnología, Medio Ambiente. En el mundo de habla inglesa, Herman Daly, economista ecológico estadounidense, escribe en 1977 The Steady State Economics que propone el Estado Estacionario, y luego en 1996 propone un desarrollo sin crecimiento (Beyond Growth). Clive Hamilton, director ejecutivo de The Australia Institute y de la Universidad de Sídney, publica en 2001, su libro Growth Fetich (El Fetiche del Crecimiento) con ideas muy cercanas a las del movimiento francés; Tim Jackson, el economista ecológico británico y profesor de desarrollo sustentable de la Universidad de Surrey escribe en 2009, como comisionado inglés del Desarrollo Sustentable, el controvertido informe Prosperity Without Growth. (Prosperidad sin crecimiento)
¿Qué dice el movimiento de la "decroissance" (descrecimiento) nacido en 2002 en París?
Finalmente en 2002, varias corrientes de pensamiento académico, principalmente las de admiradores de la obra de Ivan Illich, Nicholas Georgescu Roeguen y Corneluis Castoriadis, convergen en París, en el coloquio de la UNESCO, Deshacer el desarrollo, Rehacer el mundo, e inician el lanzamiento del movimiento de la decroissance. Serge Latouche publica en 2003, en Le Monde Diplomatique el artículo Pour une societe de decroissance (Por una sociedad de descrecimiento) que desata un movimiento social en Francia. Francois Schneider recorre Francia en un burro en 2004 y consigue la creación de grupos de descrecimiento en varias provincias; se funda en Lyon el periódico La Decroissance, luego, el Partido de la Decroissance y la Asociación de la Decroissance. En su libro La Apuesta por el Descrecimiento, Serge Latouche nos advierte: La Decroissance (el Descrecimiento) no es un concepto, tampoco es una teoría del decrecimiento, es una consigna política con implicaciones teóricas; es una bandera bajo la cual nos agrupamos aquellos que hemos procedido a hacer una crítica radical del desarrollo y que queremos esbozar los contornos de un proyecto alternativo para una política de post desarrollo. El movimiento se extiende a Italia y España, por los libros de Mauro Bonaiuti de la Universidad de Torino, Maurizio Pallante, ecologista histórico de Italia y Joan Martínez Alier de la Universidad Autónoma de Barcelona. En México, el 18 de octubre de 2007 inicia en la PAOT el primer ciclo de coloquios de descrecimiento, con la presencia de Jean Robert, Eduardo Vega, director de planeación de la Facultad de Economía de la UNAM y Américo Saldívar, profesor emérito de esa facultad. En 2010, Serge Latouche ofrece conferencias magistrales en la UNAM, UAM, IPN, y la Ibero-Puebla y otros dos institutos. Nuestro grupo inventa la palabra descrecimiento, con una S, para oponerla a la palabra decrecimiento; quiere significar la reducción voluntaria y colectiva (comunidades, pueblos, regiones, naciones) del consumo social despilfarrador, del trabajo social en exceso y la eliminación de las infraestructuras de alto impacto ecológico, debido a consideraciones de ética ecológica, social y familiar; debido al deseo de gozar una buena vida. En mayo pasado se celebra en Montreal la Primera Conferencia Internacional de Degrowth de Las Américas; en septiembre pasado se celebra en Venecia la 3ª. Conferenza Internazionale sulla Decrescita la Sostenibilitá Ecologica e L'Equitá Sociale, con representantes de 45 países. El caracol, utilizado por Illich como ejemplo del crecimiento creativo en la naturaleza, se convierte en el emblema del movimiento internacional por la decroissance, decrescita, Degrowth, descrecimiento; también lo es del movimiento Slow Food y de los gobiernos zapatistas de Chiapas.
Decía Cornelius Castoriadis (Un societé a la derive) La ecología es subversiva pues cuestiona el imaginario capitalista que domina el planeta. Rechaza que el motivo central, según el cual nuestro destino es el de aumentar sin cesar la producción y el consumo. Muestra el impacto catastrófico de la lógica capitalista sobre el ambiente natural y sobre la vida de los seres humanos; Latouche dice: el crecimiento crea un bienestar grandemente ilusorio. John Kenneth Galbraith advierte El nivel, la composición y la extrema importancia del PIB están en el origen de una de las formas de mentira social más extendidas. En los 60, Robert Kennedy, decíanuestro PIB incluye también la contaminación del aire, la publicidad para los cigarros y las carreras de las ambulancias que recogen a los heridos en las carreteras. Incluye la destrucción de nuestros bosques y la destrucción de la Naturaleza. En cambio no toma en cuenta la salud de nuestros niños, la calidad de su educación, la alegría de sus juegos, la belleza de nuestra poesía y o la solidez de nuestros matrimonios. Yves Cochet, ex ministro de Medio Ambiente de Francia y diputado en el Parlamento Europeo dice la teoría económica neoclásica contemporánea enmascara bajo una elegancia matemática su indiferencia a las leyes fundamentales de la biología, la química, la física y muy especialmente de la termodinámica. Latouche advierte el planeta ya no es suficiente, seríannecesarios entre tres y seis planetas para generalizar el estilo de vida occidental y más de 30 planetas en un horizonte de 2050 si continuamos con una tasa de crecimiento del 2%. Esposando la razón geométrica que preside el crecimiento económico…con una elevación per cápita al 3.5% anual se obtiene una multiplicación de 31 veces en un siglo y de 961 en dos siglos. Con una tasa de crecimiento del 10% - la de China- se obtiene una multiplicación de 736 en un siglo. Esto es una locura.
El coloquio de 2002 en Paris anticipa claramente la crisis de la sociedad de mercado mundializada y propone un salida positiva: la construcción de una sociedad autónoma, participativa y ecológica: la sociedad de descrecimiento. La crisis prevista y denunciada por el coloquio, dice Latouche, no es solamente financiera, económica, social y ecológica, es también y fundamentalmente cultural y civilizacional. Esta corriente de pensamiento no sitúa el corazón del problema en el neo o ultraliberalismo o en la economía formal,sino en la lógica del crecimiento percibida como esencia de la economicidad. No se trata de sustituir una mala economía por unabuena economía o un buen desarrollo, pintándolos de verde o de sociales o de equitativos, con una dosis más o menos fuerte de regulación estatal o de hibridación por la lógica del regalo o la solidaridad; se trata de salir de la economía, como quien abandona una religión, pues esa es su naturaleza hoy en día; abandonar el corsé de la escasez, el delirio productivista, el imaginario económico capitalista, los axiomas de la economía. El movimiento por el descrecimiento considera que el crecimiento económico de los últimos 30 años ha sido en gran medida financiero; además, lo que mide el PIB en el mundo, ha sido y será cada día más, el aumento en la facturación de los desastres sociales y ecológicos: huracanes, inundaciones, accidentes, stress, canceres, diabetes, obesidad; el PIB sólo ha medido, y lo ha hecho bastante mal, la riqueza que les interesa a los banqueros, los grandes empresarios y los políticos a su servicio. Sabemos que no hay relación entre riqueza económica y bienestar social; sabemos del contenido polisémico de la palabra riqueza y pobreza. El movimiento rechaza, también, el llamado desarrollo sustentable al que denuncia como una tentativa de engaño para salvar al crecimiento económico; lo denuncia como un oxímoron y como un pleonasmo. Por otra parte, nos tememos mucho que tanto el Final del Petróleo Barato y el desorden climático provocan ya un decrecimiento sostenido de la economía mundial; parece que vamos a tener que educarnos por medio de catástrofes; el decrecimiento es ya casi inevitable, tal como lo predijo Georgescu Roeguen. En casi todos los países, y desde luego en México, la opción no está entre crecer o decrecer, está más bien entre decrecer o descrecer. Descrecer serenamente como propone Latouche o equitativamente como propone Aries. ¡Descrecimiento o Extinción!Como lo advierte nuestro grupo. El descrecimiento debe ser una decisión colectiva de las comunidades y pueblos y también, si se quiere, una decisión ética individual, no impuesta por una competencia.
Serge Latouche propone como primer paso la descolonización del imaginario (eliminar la intoxicación mental creada por la escuela, los medios y el consumismo); preconiza el descrecimiento, no como una alternativa concreta sino como una matriz que autoriza el fortalecimiento de alternativas: propone esquemáticamente 8 Rs: la Revalorización de los dones de la Naturaleza y de la convivencia humana. Reconceptualizar el trabajo, el empleo, el consumo, la ciudad, la comunidad; Reestructurar: cambiar las relaciones de producción (rechazo al productivismo), distribución y consumo; Redistribuir la riqueza, el acceso al patrimonio natural entre el Norte y el Sur y en el seno de la sociedad; redistribuir la tierra y el trabajo. Relocalizar la política y la economía; proceso de reenclavar-reclavar que favorezca la autoproducción; reducir radicalmente el uso del transporte; Reducir los consumos de agua, energía y otros dones de la Naturaleza, hasta conseguir la huella ecológica adecuada (los estadounidenses tendrían que reducir hasta diez veces sus consumos per cápita, los europeos entre cinco y siete veces, para llegar a la sustentabilidad); reducir las horas de trabajo y el uso de transportes. Reusar y Reciclar.
Paul Aries, señala el descrecimiento no es el descrecimiento de todo y para todos, concierne a los que han crecido mucho: los ricos y los países opulentos; propone las siguientes canteras del descrecimiento: terminar con la ideología del progreso o el culto a la ciencia y la tecnología; liberarse de la Megamáquina; acabar con la sociedad de consumo; terminar con la sociedad del trabajo; realizar una relocalización generalizada; reaprender la gratuidad y nuestras relaciones con la Naturaleza, lo que incluye nuestras relaciones con nosotros mismos; reencontrar la autenticidad de la vida o del saber vivir, saber hacer; y saber distinguir los umbrales con la técnica; una vida en la que dejamos de ser espectadores; re significar nuestro cuerpo; re significar el tiempo y el territorio. Reestablecer la convivialidad con el fortalecimiento de la autonomía. Resimbolizar la sociedad; construir un movimiento para el descrecimiento; para terminar con lo imposible: el descrecimiento.La Apuesta por el Descrecimiento, es pues una propuesta para reabrir la creatividad, asfixiada por el totalitarismo economicista, desarrollista, progresista, por el pensamiento único creado por le economía; es una apuesta para reconstruir la convivencia humana y rehacer nuestras relaciones con la Madre Tierra; es una apuesta para recuperar la Buena Vida o el Buen Vivir.
Guadalajara, Jalisco, 1 de noviembre de 2012.
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ECOMUNIDADES
Red Ecologista Autónoma de la Cuenca de México
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