Sin embargo, esta consigna del Descrecimiento, venía discutiéndose entre los científicos sociales o sociólogos desde los años 80, cuando llegaron a la conclusión de que las bases de la economía clásica ( Ricardo, Bentham e inclusive Marx), estaban equivocadas y no tenían fundamento científico, ya que los antropólogos no encontraban fundamento para las premisas básicas de esta disciplina; a saber: que el Hombre busca siempre maximizar las ganancias en sus relaciones con otros hombres: en sus relaciones busca obtener lo maximo y entregar lo mínimo a cambio. Los antropólogos no encontraron hechos que demostraran que éste sea un comportamiento que forme parte central de la naturaleza humana. Antes bien, encontraron lo contrarario: en casi todas las viejas culturas se busca dar más de lo que se recibe entre familiares, entre amigos, entre los miembros de la comunidad y de las comunidades vecinas.
Pero, ya los famosos libros de Ivan Illich, ( On Conviviality) Schumacher ( Los Pequeño es Hermoso) y el Informe Meadows, del Club de Roma Los Límites del Crecimiento, contenían ya esta idea en ciernes, al punto que en los años 70, ya existía una corriente europea de pensamiento que demandaba el Crecimiento Cero. Desde los años 70, los ecologistas europeos y estadounidenses han exigido una reducción radical en el consumo de energía y otros dones de la naturaleza. REDUCIR, REUSAR Y RECICLAR ha sido una vieja consigna del ecologismo. Ahora se añaden otras 10 o 12 Rs.
Latouche propone, para impulsar el descrecimiento: Reevaluar, Reconceptualizar, Reestructurar, Redistribuir; Relocalizar, Rehabilitar, Reinventar; Refrenar, Restituir; Recomprar, Reembolsar; Renunciar, además de REDUCIR, REUSAR y RECICLAR. Pero, a su vez podemos descrecer en la intensidad y tiempos de nuestro trabajo; descrecer en nuestros consumos; descrecer en el tamaño de nuestras instituciones, de nuestras fábricas, de nuestras empresas, de nuestras escuelas y universidades; de nuestras clínicas y hospitales, de nuestras carreteras y aeropuertos; de nuestras ciudades y pueblos.
Latouche propone, para impulsar el descrecimiento: Reevaluar, Reconceptualizar, Reestructurar, Redistribuir; Relocalizar, Rehabilitar, Reinventar; Refrenar, Restituir; Recomprar, Reembolsar; Renunciar, además de REDUCIR, REUSAR y RECICLAR. Pero, a su vez podemos descrecer en la intensidad y tiempos de nuestro trabajo; descrecer en nuestros consumos; descrecer en el tamaño de nuestras instituciones, de nuestras fábricas, de nuestras empresas, de nuestras escuelas y universidades; de nuestras clínicas y hospitales, de nuestras carreteras y aeropuertos; de nuestras ciudades y pueblos.
No obstante, lo que buscamos ahora en México con la campaña por el Descrecimiento, aparte de denunciar la falsedad de los postulados del neoliberalismo y de la Economía Política, impulsar las críticas a los principios, estrategias y acciones del llamado Desarrollo Sustentable y a las del ambientalismo mexicano, entre otros propósitos.
Saludos
Miguel Valencia
vammulkay@gmail.com
Miguel Valencia
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