La imposición de la regresión energética en 2013 ha colmado las expectativas de los banqueros y transnacionales petroleras, así como de los traficantes de drogas, de armas, de niños, de mujeres o de órganos; también, de los grandes empresarios extranjeros y sus socios o cómplices nacionales, aunque deja a México sin los instrumentos para frenar la rápida extracción, remate y agotamiento de su petróleo, en una circunstancia histórica en la que estos hidrocarburos, los metales y otros minerales estratégicos muestran tendencias de precios que van rápidamente al alza, por la veloz caída en sus reservas conocidas de estos verdaderos regalos de la naturaleza; en una coyuntura histórica en la que es urgente reducir radicalmente la quema de combustibles fósiles que causan el desastre climático; y en momentos en que los países ricos y poderosos acumulan enormes reservas de oro, plata, cobre y otros metales, y derechos de extracción de gas, petróleo y metales, para enfrentar la rápida pérdida de valor de las divisas y los graves colapsos que se vislumbran en el futuro cercano: financieros, económicos, energéticos, ecológicos, climáticos, y luego, sociales. Fox y Calderón aceleraron la extracción de petróleo, metales y otros materiales malbaratándolos a la mitad del precio que tienen hoy. La dizque reforma energética, aunada a otras reformas promulgadas en los últimos 25 años (salinistas, zedillistas, foxistas, y de Calderón), y más en especial en los últimos 2 años (Laboral, Educativa, fiscal), nos llevan al precipicio.
Las reformas de los últimos años dejan a México sin elementos para reducir o paliar la miseria, proteger a los más débiles y frenar el saqueo de las riquezas naturales y culturales del país; sin herramientas ni recursos suficientes para contener la violencia, el hambre, la ignorancia, la enfermedad, la injusticia, la muerte prematura, las contaminaciones y depredación; sin bases para una defensa efectiva del territorio, de los bienes comunes, de las autonomías territoriales, las soberanías, las economías locales, las culturas indígenas, la Justicia, la Dignidad, la Paz, la Naturaleza. Contamos con una constitución que impulsa o al menos permite y fomenta la explotación feroz de los suelos, los acuíferos, los bosques, las selvas; la contaminación intensa del mar, del campo y la ciudad; los eventos climáticos extremos.
Hoy tenemos en cambio una constitución que le inyecta velocidad a la torpe introducción de tecnologías ajenas y de riesgo extremo como es el fracking para extraer gas shale, la perforación en aguas profundas, los transgénicos (Organismos Genéticamente Modificados, OGM), la energía nuclear, las mega estructuras, la nanotecnología, la geoingeniería, los mega equipos y mega estructuras; tenemos ahora una constitución que permite acelerar el perverso proceso económico que desde hace décadas aniquila la riqueza natural y cultural de México y que hace más ricos a los más ricos y más pobres a los más pobres, sean individuos, grupos o comunidades.
La constitución hoy vigente promueve el robo o la expoliación de tierras; el exterminio de los más pobres: indígenas, campesinos y trabajadores: la propagación de la delincuencia financiera y económica (sicarios, traficantes, estafadores, banqueros), la toxico dependencia, el suicidio, la violencia (intrafamiliar, escolar, laboral, urbana), el desempleo, la depredación ambiental, la manipulación mediática, la desinformación, la falta de transparencia, la corrupción, el control del cuerpo y la mente de los ciudadanos; favorece la permanencia en el poder del sistema político que destruye la constitución del 17 y lleva a México a la ruina. Ahora tenemos una constitución desvirtuada que favorece la esclavitud, la injusticia, la intervención policiaca y militar del país del norte, la colonización mental de los mexicanos, la guerra y la muerte del estado mexicano. Es ya una constitución inaceptable y muy peligrosa: estamos ya frente a una ruptura del pacto social: dos terceras partes de la ciudadanía ha sido marginada de la decisión en la dizque reforma energética. Hace ya muchas décadas, la muy degradada constitución del 17 funcionaba bastante mal debido a los ajustes, mutilación y distorsiones introducidos por el sistema político que amparó o prohijó, y a su propio envejecimiento ; hoy es ya sólo un vil pacto de cúpulas nacionales dependientes de gobiernos poderosos (EUA, Canadá, España, Inglaterra, Japón, Francia), organizaciones de países poderosos (FMI. OCDE, Banco Mundial) y banqueros y empresarios internacionales.
La constitución vigente está muy lejos de servir para enfrentar los retos y amenazas que entrañan los colapsos mundiales de este siglo: el final de la era del petróleo barato o la entrada del petróleo extremo (no convencional); el desastre climático; el agotamiento de los metales y otras materias primas; la virtual muerte de los mares, los glaciares, los acuíferos, los suelos, los ríos, los bosques, las selvas, las especies; los riesgos de ecocidio y de genocidio creados por la tecnociencia; las súper migraciones por razones económicas, ambientales o climáticas; el desquiciamiento social; el desquiciamiento social y la alienación de la persona humana. En fin, para afrontar la desacralización del mundo; el desmoronamiento del estado; la muerte de la democracia representativa, entre otros.
México necesita obtener urgentemente una nueva constitución que ponga al respeto y la conservación de las riquezas naturales (acuíferos; gas, petróleo, metales en el subsuelo; mares, ríos, bosques, selvas, biodiversidad) y de las culturales (derechos humanos; cultivos indígenas, campesinos; productos de artesanos; monumentos, piezas de arte) por encima de cualesquier otras miopes consideraciones financieras, económicas, o monetarias; que coloque a la autonomía de las comunidades, los municipios y las regiones ecológicas y culturales, por encima de cualquier tratado internacional; que proteja al cultivo de alimentos en pequeña escala, sin fertilizantes químicos, sin pesticidas, sin tanta maquinaria agrícola o tractores; que haga frente a la guerra económica de los bancos y las transnacionales contra la sociedad; que defienda y ampare a la producción artesanal de vestimentas, utensilios, ecotecnias, casas, edificios, calles, huertos y granjas urbanas frente a los monopolios que controlan la subsistencia de la mayor parte de la población; que impulse la producción local para el consumo local y detenga los productos fabricados en lejanos territorios, con trabajo esclavo y venenos industriales; que fomente la Paz, La Justicia y la Dignidad y frene las guerras paramilitares, económicas, financieras, informativas, químicas, bacteriológicas, alimentarias, diplomáticas, militares.
Convocamos a todas las organizaciones comunitarias, autónomas y municipales, independientes de partidos, religiones o fundaciones empresariales de México, a crear organizaciones de cuenca, región o estado, con el fin de consultar y discutir las bases para la creación de una nueva constitución.
México DF 4 de febrero de 2014
Grupo ¡Salir del Petróleo!
Adriana Matalonga Rodríguez-Beltrán de ECOMUNIDADES, Red Ecologista Autónoma de la Cuenca de México; Alejandro García Núñez; Ambrosio Mayorga; Ana Leticia Vargas, locutora de Radio Educación; Ana María Yustis G. de ¡Salir del Petróleo!; Andrea Fernández, locutora de Radio Educación; Aurora Mora Saavedra, Dr. Benito Manrique de Lara; Bernardo Benítez; Carlos Rivera Comité de Amigos de Puerto Rico, Daniel Rodríguez Gutiérrez; Edgardo Mota de ¡Salir del Petróleo!, Fabio Barbosa Cano del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM; Fernando Hernández; Francisco Gómez Tagle; Gabriel Sosa Martínez, locutora de Radio Educación; Germán Hurtado Aldana del Frente del Pueblo; Guadalupe López; Gustavo Armando Vega Martínez de Centro Mandala, Madre Tierra; Humberto Ángel Torres de Desarrollo Integral Autogestionario AC; Jacqueline Bolaños de Comunidad Terapéutica Madre Selva; Javier Ruiz Maldonado de ¡Salir del Petróleo!, Jorge Herrera Velasco, escritor; José Antonio Salas, José Arias Chávez del Pacto de Grupos Ecologistas, José Enrique González Ruiz, Coordinador de posgrado de Derechos Humanos de la UACM; José Ignacio Félix Díaz de ¡Salir del Petróleo!, José Luis Guzmán, locutor de Radio Educación; Juan Castro Soto, Lena García Feijoo, profesora e historiadora; María Eugenia Pulido, locutora de Radio Educación; Mauricio Villegas Ibarrola de Comunidad Terapéutica Madre Selva, Miguel Ángel Álvarez Quintana de la UCPTAC; Miguel Valencia Mulkay de ECOMUNIDADES, Red Ecologista Autónoma de la Cuenca de México; Patricia Gutiérrez Otero, académica; René Torres Bejarano de la ESIME del IPN; Arq. Rodolfo Buentello; Rodrigo Mendoza; Ing. Arq. Rubén Almeida D de la Casa Ecológica de Teotihuacán AC.
Organizaciones: Ayuntamiento Popular de Ixtacalco; Cañadas del Sur AC; Coalición en Defensa del Petróleo Mexicano; Colectivo Rosario Castellanos AC; Comité de Amigos de Puerto Rico; Comité Ciudadano "El Nuevo Contrato de Vivienda de Interés Social" AC; Comunidad Indígena Mazahua; Comunidad Indígena Otomí; Comunidad terapéutica Madre Selva; Desarrollo Integral Autogestionario AC;Diálogos Interactivos AC(DIRAS) de Mérida, Yucatan;ECOMUNIDADES, Red Ecologista Autónoma de la Cuenca de México; Frente del Pueblo- Resistencia Organizada; Frente Nacional en Defensa de la Industria Petrolera; Grupo Alameda; Izquierda Verde; Miramón 48; Movimiento Habitacional "Torres Frente 10"; MULT, Movimiento de Unificación y Lucha Triqui; Pacto de Grupos Ecologistas. PGE; PPS; PPT, Preparatoria Popular Tacuba; RAIZ; SACLAN, AC; ¡Salir del Petróleo!; Siervos de la Nación; Tonantzin AC;UPREZ, Centro; UPREZ, Benito Juárez; UNITERRA-Puebla; Unión de Colonias Populares del Tepeyac AC; Unión Nacional de Trabajadores y Profesionistas Petroleros, UNTYPP-Nacional.
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