lunes, 10 de noviembre de 2014

¡INTOLERABLE, EL COTIDIANO TSUNAMI DE BASURA, RESIDUOS, DESECHOS EN LA CIUDAD DE MÉXICO!

Texto presentado a debate  en el desayuno de la Red en Defensa de la Ciudad de México del 6 de agosto de 2014 y sometido a consulta en octubre de 2014.
El tsunami cotidiano de la basura, residuos, desechos de la ciudad de México implica la dispersión, en esta ciudad y su cercanía, de cada vez más cientos de miles de toneladas al año de plásticos, papeles y cartoncillos, metales, químicos tóxicos y persistentes, y otros materiales y substancias contaminantes; implica el rápido envenenamiento de los acuíferos, los suelos y el agua superficial, así como la contaminación del aire en esta nuestra casa ecológica, la Cuenca del Valle de México, en cuencas cercanas y la contaminación de lejanos ríos y mares; implica una creciente tasa de enfermedad y muerte en este y otros territorios y una tendencia  que se acelera y se vuelve catastrófica. Contribuye a las grandes concentraciones de plásticos que flotan en los océanos. La producción de desechos crece de manera exponencial, superior al crecimiento de la economía. Esta inundación de basura agobia nuestras mentes, degrada nuestros días, aniquila la convivencia, destruye el tejido social,  amenaza la salud y la supervivencia de esta ciudad y las futuras generaciones: mata el futuro. Únicamente, las caídas de la economía y la elevación de las tarifas de gas, gasolina y electricidad frenan un poco esta tendencia, no obstante, las nuevas tecnologías que impulsan el consumo de productos industriales y el crecimiento económico aceleran este proceso destructivo. Las autoridades del DF ocultan la gravedad de esta erupción de basura y pretenden resolverla con la introducción de nuevas tecnologías, procesos e infraestructuras engañosas que crean mayores problemas y sólo difieren la solución del problema.  Se trata de una “catástrofe controlada” que acumula tensión y puede explotar en cualquier momento. Es urgente informar y alertar a los vecinos de cada colonia, pueblo o ejido de lo que realmente sucede con la basura, los residuos y los desechos en esta ciudad y en el mundo.    
El sistema de limpia de la ciudad de México, por otra parte,  es  una de las causas concretas principales del origen del tsunami  cotidiano de basura, residuos, desechos en este territorio. La recolección y transferencia de basura, los rellenos sanitarios, la incineración de basura o residuos, los confinamientos de residuos tóxicos o peligrosos, son elementos de este sistema perverso que disloca el problema, lo oculta, y  ayuda a sostener este tsunami  cotidiano debido a que alienta a los vecinos a consumir más productos industriales altamente dañinos para la salud y el Medio Ambiente y a producir más basura, residuos y desechos. Este sistema de limpia del DF ayuda a  conservar los malos hábitos de los vecinos en los asuntos de la basura y la irresponsabilidad de la industria, a destruir  los valores ambientales y fomentar la irresponsabilidad y mala conducta de los ciudadanos y fortalecer los grandes negocios sucios de las empresas transnacionales y las autoridades. La basura, los residuos y los desechos de la ciudad de México viajan cada vez más lejos, consumen cada vez más gas, gasolina y electricidad, contaminan cada vez más suelos, subsuelos y acuíferos, oprimen, devastan cada vez más pueblos, ejidos y municipios fuera de la ciudad, enfrentan cada vez más oposición de estas comunidades. Se disloca cada vez más el problema  de la basura; cíclicamente, este sistema de limpia sufre crisis que cada vez se vuelven más dañinas: el colapso del sistema es muy previsible debido a su gran incoherencia. Los vecinos de las colonias, pueblos y ejidos de esta ciudad deben conocer esta peligrosa situación y tomar partido contra este aberrante sistema de limpia. En algún momento futuro podemos ahogarnos en basura en casa o en nuestra calle, colonia, pueblo o ejido debido a un colapso repentino del sistema de limpia de la ciudad de México.     
Por el enorme daño que produce, por los grandes riesgos que entraña y  para recuperar la serenidad y  el buen juicio de los vecinos, frenar un poco la devastación ambiental y el disparo en las enfermedades y las muertes ocasionadas por ella, este calamitoso sistema de limpia debe desaparecer a la brevedad posible. Sin embargo, no podemos resistir, oponernos y demoler este corrupto sistema de limpia sin conocer a fondo los apoyos, resortes o soportes profundos que tiene, como son: la mercadotecnia y la publicidad de empresas transnacionales, la capacidad de estas empresas para bloquear cualquier legislación, reglamento o norma de residuos y desechos que frene sus actividades industriales; la corrupción de las escuelas y universidades que no sólo permiten la venta de los productos de estas empresas en sus planteles, sino que promueven en sus aulas las doctrinas del consumismo y valores e ideas de “éxito”, “superación”, “competitividad” “progreso”, “desarrollo”, “modernidad”,” crecimiento económico”, que sirven de soporte simbólico al consumo de estos productos industriales que producen tanta basura y desechos y que dañan severamente la salud y el Medio Ambiente; los padres y familiares de niños que fueron “educados” de la misma manera y que han sufrido por muchos años el bombardeo publicitario de las televisoras y radiodifusoras comerciales; los intereses políticos y económicos de políticos, empresarios, “expertos”, profesionistas y líderes sindicales  ligados a la gestión de la basura, los residuos y los desechos. La economía de crecimiento y el culto a la ciencia y la tecnología son en el fondo las fuerzas que  impulsan esta tendencia catastrófica en México.
No es posible conservar la calma, la serenidad, la tranquilidad ante la erupción de basura, residuos, desechos en la ciudad de México; ante la apatía, indiferencia, indolencia, insensatez, irresponsabilidad de científicos, académicos, profesores, profesionistas, “expertos”, ambientalistas, funcionarios públicos, legisladores, jueces, magistrados, banqueros, empresarios que ocultan, minimizan, encubren, enmascaran la ruina, violencia, devastación, vicio, muerte, enfermedad, perversión, desquiciamiento, genocidio, ecocidio que produce esta erupción. No tiene futuro esta ciudad y este país si no REDUCIMOS RADICALMENTE LA PRODUCCIÓN DE BASURA, RESIDUOS Y DESECHOS; si continúan en operación las grandes facilidades que ofrecen los gobiernos a los vecinos de las colonias, barrios, pueblos, ejidos, para que se deshagan de la basura, los residuos, los desechos. Por otra parte, no podemos esperar soluciones adecuadas a este predicamento de parte de los gobiernos, las universidades y los empresarios que están básicamente comprometidos con las ideas y los intereses económicos que impulsan este ominoso tsunami. La solución a esta calamidad solo puede venir de los ciudadanos comunes, de sus organizaciones en la base social: grupos y asociaciones vecinales.    
Alternativas vecinales
  • Buscar y difundir información alternativa sobre la basura, los residuos, los desechos: de personas o entidades autónomas, independientes, alejadas de los gobiernos,  de los bancos y fundaciones internacionales, de  las empresas transnacionales, de los consejos universitarios. Leer el Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes;  Conocer las opiniones de toxicólogos internacionales, como: los doctores Dominique Belpomme y Jean Francois Narbonne; el trabajo de organizaciones o redes como: Algalita.org; Eco-Emballages; The Ecologist; Ecologistas en acción; Ecoportal, Culture Change, Union of Concerned Scientists; Zero Waste International Alliance; No-Burn; Red de Acción sobre Plaguicidas y Alternativas en México, RAPAM; Degrowth; Decroissance; Decrecimiento; Descrecimiento  y muchas otros. El trabajo de activistas mexicanos como: Jorge Tadeo Vargas;  Fernando Bejarano; Carlos Padilla Massieu. Es obligada la lectura del estudio Composición y generación de residuos solidos urbanos de la Ciudad de México durante 2008-2009, elaborado por María Teresa Orta Ledesma de Velásquez, Gerardo Saucedo Castañeda y el Dr. Luis Raúl Tovar Gálvez, publicado por la Universidad Autónoma Metropolitana.
  • Meditar individualmente y reflexionar colectivamente (seminarios, talleres, reuniones vecinales) sobre el predicamento que entraña la basura, sus lixiviados, los sumideros, los residuos nucleares, nanotecnológicos, genéticos, químicos; los desechos de convertidores catalíticos, transformadores, pilas, llantas;  la obesidad, la diabetes, el cáncer, las malformaciones genéticas, provocadas por el consumismo; la muerte de los acuíferos, los humedales, los arroyos, las lagunas, los lagos, los ríos, provocada por la basura y los residuos; el ambiente envenenado en el que vivimos.
  • Aceptar que necesitamos crear otra visión del mundo, un nuevo sentido común, una nueva cultura basada en la sobriedad, respeto a nosotros mismos, a los demás seres vivos humanos y no humanos y a los bienes comunes, como son el agua, el aire, los suelos. Reconocer el desquiciamiento ambiental, social, económico, político, simbólico, del mundo moderno, desarrollado, consumista y la necesidad urgente de reducir radicalmente los consumos de quienes más tienen: los países desarrollados, las clases medias y altas, responsables principales de este desquiciamiento; convencernos de la necesidad de reutilizar, reparar, reciclar, refrenar, con el fin de mejorar la salud, el bienestar y recuperar la alegría de vivir. Se impone la reducción en el consumo de productos tóxicos, como los alimentos industrializados; se impone un cambio de modo de vida que implique la sobriedad, menor “huella ecológica”, menos consumo, menos trabajo, descrecimiento.
  • Aceptar que es urgente exigir al gobierno la reducción radical de los gastos en publicidad y mercadotecnia( actividades que lindan con la delincuencia) : prohibir la publicidad de muchos productos (comida chatarra, autos, carnes, turismo) y en muchos lugares(televisión, radio, estadios, foros, cines, vía pública, escuelas, universidades); prohibir el uso del plástico en bolsas y otros productos de gran consumo; prohibir los envases desechables, los empaques de fantasía ; prohibir la venta de comida chatarra en las escuelas y universidades; restringir severamente  el funcionamiento de tiendas tipo Wal Mart (difundir fotos de La Gente de Wal Mart que están en internet) y franquicias tipo OXXO; reducción radical de la importación de alimentos con transgénicos OGM o con gran contenido de transporte; reducir el escandaloso desperdicio de alimentos de la clases media y alta( la tercera parte de los alimentos producidos acaban en el basurero); Desalentar el Libre Comercio, la urbanización y la agricultura productivista.
  • Adoptar las siguientes consignas políticas vecinales:
    ¡No la venta de pilas, plásticos, insecticidas químicos! No a los incineradores de cualquier tipo! ¡No al transporte de residuos tóxicos o peligrosos! ¡No a los rellenos sanitarios! ¡No a los centros de transferencia de basura! ¡No a la recolección y transferencia de basura! ¡No a los confinamientos de residuos tóxicos o peligrosos! ¡No a la instalación de centrales nucleares o de pozos de fractura hidráulica (fracking) o de minería a tajo abierto! ¡No al uso de pesticidas o fertilizantes químicos! Los gobiernos deben aplicar una política de Relocalización de la gestión de la basura, los residuos, los desechos; es decir: obligar a la separación de los residuos al momento que se producen, en el lugar donde se producen (en la fuente); obligar a acopiar y tratar los residuos tóxicos o peligrosos en el mismo lugar donde se producen; obligar a acopiar los residuos secos, inorgánicos o industriales y tratar los residuos húmedos u orgánicos en la cercanía donde se producen: en la misma comunidad territorial: pueblos colonia, ejido. Eliminar la deslocalización de la basura; es decir: la recolección y transferencia de basura;  cierre o clausura de los centros de transferencia de basura, rellenos sanitarios, incineradores, por medio de la creación de empresas y/o cooperativas vecinales que operen centros de acopio y tratamiento de residuos en cada pueblo, gran colonia o ejido, y por medio de acuerdos regionales con la industria y las organizaciones campesinas, realizar la recolección oportuna de residuos acumulados en estos centros de acopio y tratamiento de residuos locales. Los residuos húmedos (orgánicos) deben ser tratados en el centro de acopio local, para ser enviados principalmente al campo,  como fertilizante. Prohibir el traslado en la vía pública de basura, residuos tóxicos o peligrosos; prohibir la operación o instalación de incineradores de basura, residuos o desechos de cualquier tipo, confinamientos de residuos tóxicos o peligrosos, rellenos sanitarios, centros de transferencia de basura. Establecer un cargo por el acopio y tratamiento local de residuos que permita operar a la empresa o cooperativa local.
  • Adoptar las siguientes consignas políticas vecinales de apoyo:
    ¡No a la publicidad exterior! ¡No a los envases desechables! ¡No al agua embotellada! ¡No a las bolsas de plástico! ¡No a la venta de comida chatarra en las escuelas y universidades! ¡No a las tiendas Wal Mart y las franquicias OXXO! ¡No al desperdicio de los alimentos! ¡No a los alimentos muy transportados, muy refrigerados! ¡Gestión vecinal de los residuos! ¡Consumir lo que se produce en la región! ¡Facilidades a la urbicultura!   
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Miguel Valencia

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