Los grandes enemigos de los árboles y las áreas verdes de la ciudad de México
Estudio sumario fue presentado a debate en la reunión de trabajo del 16 de julio de 2014 de la Red en Defensa de la Ciudad de México y revisado en septiembre y octubre de 2014.
Los árboles nos transmiten paz interior, serenidad, cercanía con la belleza en la Tierra; nos prodigan esplendor, aire limpio y fresco, sombra protectora de la radiación ultravioleta, refugio para una gran diversidad de aves e insectos, mitigación del ruido, entre otras bendiciones; sin embargo, los árboles tienen muchos grandes enemigos en la ciudad de México, tanto en las calles y en los parques y jardines, como en los bosques que rodean la ciudad. Destacan, entre otros los siguientes:
Las obras para favorecer el uso del auto y el transporte en general
La enfermiza construcción de vialidades de todo tipo en la ciudad de México, como los arcos o libramientos, las autopistas urbanas, los segundos pisos, los ejes troncales, los distribuidores viales, los deprimidos, - el transporte es uno de los principales enemigos de la naturaleza y la convivencia en la ciudad- constituyen una de las actividades que más talan árboles; también, lo son la construcción de líneas de Metro, Metrobus, estacionamientos, la remodelación de calles y avenidas y las "vueltas inglesas" sobre camellones. La construcción de los ejes viales implicó la desaparición de muchos kilómetros de camellones arbolados; la autopista urbana del poniente provocó una gran tala de árboles en las barrancas entre Santa Fe y Periférico Sur y favorece ahora la urbanización del Desierto de los Leones; los distribuidores viales y los deprimidos acabaron con decenas de miles de árboles en los últimos años. La construcción de la línea 12 del Metro favorece la urbanización de los campos de cultivo de Tláhuac, Xochimilco, Milpalta y la desaparición de grandes bosques en la sierra Chichinautzin. La construcción del Segundo Piso en el Periférico Sur y la Autopista urbana del oriente, significa la desaparición de otras decenas de miles de árboles, en los próximos meses. El proyecto del arco sur del estado de México también amenaza a muchos bosques del sur del DF.
La publicidad exterior: anuncios espectaculares, vallas y otros anuncios comerciales
La publicidad exterior (anuncios espectaculares, vallas y otros anuncios comerciales) representan una de las principales causas de la desaparición del arbolado en esta ciudad debido a las cotidianas podas destructivas que realizan por la noche cuadrillas de podadores clandestinos que despejan la vista de los grandes anuncios en calles, avenidas y vías rápidas y que son ignoradas por las fuerzas policiacas. También, los anuncios de nuevos negocios implican la tala de muchos árboles. La escandalosa contaminación visual en la ciudad de México, tolerada por el gobierno del DF y la Asamblea Legislativa, es apoyada por esta diaria poda destructiva que acaba por provocar la eliminación de una gran masa vegetal y la muerte de muchos árboles. Esta es una de las consecuencias materiales de una actividad tan depredadora como lo es la publicidad en todas sus expresiones. Sin embargo, los consejos de la publicidad hacen campañas hipócritas que pretenden ser "cívicas", para limpiar su imagen. Es escandalosa la actitud omisa de la Secretaría de Seguridad Publica del DF frente a esta gran poda de árboles clandestina realizada por la noche todas las semanas frente a muchos patrulleros en toda la ciudad; también lo es la actuación de la Asamblea Legislativa que sobreprotege los intereses de la publicidad exterior.
Las grandes edificaciones
La construcción de torres, complejos, centros comerciales, estadios, autódromos, bodegas, terminales, auditorios y otros "equipamientos"; las "ciudades" de la salud, de la justicia, universitarias, industriales y de otros tipos, implican grandes talas de árboles y enormes pavimentaciones. El WTC acabó con el bello parque de la Lama; las torres de Paseo de la Reforma e Insurgentes eliminaron muchos viejos jardines privados; el autódromo de la Magdalena Mixhuca ha eliminado miles de árboles a lo largo de varios años. La urbanización de Santa Fe ha provocado la tala de decenas de miles de árboles en el Desierto de los Leones y la sierra de las Cruces: los bosques del Cedral, el Ocotal y La Venta; la Ciudad Universitaria pierde cada año cientos de árboles por la continua urbanización de su "reserva ecológica". Los Viveros de Coyoacán pierden continuamente arbolado por las construcciones que se hacen en su interior. El Bosque de Chapultepec ha perdido una gran cantidad de árboles por las edificaciones que se construyen en su cercanía y dentro del bosque: no hay áreas de amortiguación entre los bosques, los parques, los jardines y los bosques periurbanos. Los viejos jardines de las grandes casas desaparecen rápidamente en esta ciudad, por la construcción de edificios. Debido a fallas legales, pueden llegar a construirse grandes edificaciones en el Parque Reforma Social y la media glorieta de Insurgentes junto al Eje 6 Sur.
La contaminación del aire, el agua y el suelo
En general, los árboles de la ciudad de México están muy enfermos debido a la excesiva contaminación del aire, el agua y los suelos; los sulfuros, los nitratos, el ozono, los bencenos, entre otros contaminantes que unidos a las substancias industriales en el agua tratada o en los suelos y a las plagas producidas por la muerte de la biodiversidad en el Valle de México y otras causas debilitan mucho a los árboles de esta ciudad. El antiguo abandono de los asuntos del Medio Ambiente, tanto del gobierno del DF como de la Asamblea Legislativa no conduce ahora a una situación de emergencia en los asuntos de los árboles, las áreas verdes y los bosques de la ciudad. El gobierno del DF realiza un gasto insignificante en los asuntos fitosanitarios. Antes que curar los árboles las autoridades piden su derribo. Lamentablemente, políticos, empresarios, profesionistas aprovechan estas enfermedades para justificar el derribo de árboles e introducir la plantación de árboles de ornato casi enanos, para que dominen sus anuncios y sus edificios.
Las leyes, reglamentos y normas ambientales
Las leyes, reglamentos y normas ambientales del DF tienen muy pocos elementos que fomenten la plantación de árboles y la creación de nuevos parques, jardines, bosques y huertos y su conservación. Las normas de áreas verdes del DF no ayudan a la forestación de la ciudad: facilitan los procedimientos para la tala de árboles; no exigen la restitución del ecosistema o la biomasa que se elimina con la tala de árboles que se autoriza ni ofrecen garantías de la realización de la plantación de árboles en compensación por los árboles talados. En los últimos cinco años no se han certificado las plantaciones de árboles que supuestamente se realizan en compensación de las grandes talas que autoriza la secretaría del Medio Ambiente o las delegaciones; por otra parte, las normas desalientan la intervención de los vecinos en la conservación, remodelación y protección de las áreas verdes y favorecen la intervención de "expertos" en árboles, bufetes paisajistas de cuidado y remodelación de áreas verdes; favorecen la mercantilización de las áreas verdes lo que tiende a uniformizar la vegetación y el diseño de los parques y jardines y destruir la diversidad cultural y biológica.
Los negocios de árboles, plantas, arquitectura del paisaje
Decenas de miles de árboles son derribados cada año, por recomendación de biólogos, "expertos en silvicultura", arboricultores, bufetes de arquitectura del paisaje que hacen negocios vendiendo árboles o servicios en torno a los arboles al gobierno del DF o a las delegaciones. Estos derribos se realizan con argumentos bastante especiosos, como la "utilidad pública", la seguridad, las plagas, la exoticidad, la estética, entre otros. Los intereses comerciales están siempre por encima de los árboles y las áreas verdes, en las mentes de los funcionarios públicos, por lo que los vendedores de proyectos de remodelación de la ciudad, como es el caso La Alameda, el Monumento a la Revolución, Reforma, Mazarik, Ámsterdam, recomiendan eliminar los árboles antiguos y colocar nuevos; eliminar los árboles dosel o que dan sombra y colocar arbolitos de ornato que no tapan la vista de los anuncios y las edificaciones y que dan poca sombra.
El gobierno del DF y las delegaciones
El gobierno del DF y las delegaciones autorizan la tala de árboles con mucha facilidad, en cambio se muestran incapaces de realizar plantaciones de árboles exitosas, memorables. Las grandes campañas de plantaciones de árboles del Gobierno Federal han sido semi fraudulentas o fracasadas: tienen muy baja tasa de supervivencia de los árboles que se plantan. Las plantaciones exitosas en la ciudad las realizan los vecinos de los barrios y las colonias.
La infancia alejada de los árboles, los bosques, los parques, los jardines.
Una gran cantidad de escuelas de la ciudad de México están pavimentadas en casi toda su superficie; la mayor parte de la población del DF vive en departamentos o casas sin jardín; desde hace más de 40 años se dejaron de crear bosques, parques y jardines públicos en la ciudad de México mientras en este periodo más que se duplicó la marcha urbana. No tenemos más de 3 m2 de área verde por habitante. La mayor parte de los niños de esta ciudad viven su infancia alejados de los árboles, los bosques, los parques, los jardines. En cambio, las escuelas han impuesto la religión de la economía en las mentes de la mayor parte de los habitantes del DF, lo que implica el desprecio por la ecología. No es sorpresa que domine en esta ciudad la biofobia o rechazo a la cercanía de plantas y animales que tiene como consecuencia que muchos vecinos soliciten talas de árboles por motivos de "limpieza" o "seguridad" o "estética" y que aprueben la construcción de vialidades y grandes edificaciones que provocan grandes contaminaciones . La biofobia está muy presente entre políticos, empresarios e inclusive entre muchos funcionarios de CONACULTA y el INAH, como lo hemos podido constatar. La remodelación del Centro Histórico evitó su reverdecimiento, para dejar ver los viejos edificios.
Alternativas
- Las plantaciones más exitosas son aquellas que se realizan ceremonialmente, con respeto al árbol de se planta: ante testigos, se hace el compromiso formal de cuidar el árbol en los siguientes seis meses, cuando menos. Es necesario desalentar las plantaciones de árboles incultas, realizadas en gran escala de manera militar o industrial.
- En la ciudad de México, la eliminación de pavimento en la calle es una prioridad en la lucha por el reverdecimiento de calles, colonias, barrios y contra la movilidad perversa (autos, camiones); para plantar árboles, es necesario eliminar el pavimento del carril derecho de las calles secundarias; así se tienen mejores efectos ambientales.
- Los jardines y los parques deben ser el centro de la intervención ciudadana en los asuntos públicos; deben ser creados, remodelados y conservados por los vecinos; deben ser el lugar de trabajo, de colaboración y de creatividad colectiva. Una buena alternativa: integrar una red de amigos del parque o jardín, por medio de una declaración difundida en la colonia - no es muy recomendable una asociación civil
Red en Defensa de la Ciudad de México
Adriana Bermeo, Adriana Gómez, Adriana Matalonga, Aline Fernanda, Ana María Yustis, Anhai Martínez, André Prieur, Aurora Marín, Bianca Sandoval, Carmen Espino, Cecilia Brañas, David Jiménez, Edgardo Mota, Eduardo Farah, Eduardo Soriano, Fabián Carvallo, Gabriela Vega, Gabriel Valencia, Guadalupe Tron, Gustavo Romero, Heriberto Salas, Jacqueline Bolaños, Javier Osorno, Jesús Morfin, Jonathan Arroyo, José Ignacio Félix Díaz, José María Bilbao, Juan Manuel Pomares, Karen Zuñiga, María de Lourdes Ríos, María Díaz Santos, María Elena Contreras Domínguez, María de Lourdes Ríos, Mario Marroquín Castillo, Mario Rechy, Mauricio Villegas, Miguel Valencia, Patricia Carrera, Ricardo Zúñiga, Roberto Christian Domínguez, Rodolfo Ramírez Velázquez, Sara Espíritu, Sharon Sánchez, Soledad Osorio, Sonia Verónica Coronado Hidalgo, Susana Clares Popoca, Susana Morales, Tulia Roa Castro.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario