Catastrófica reforma energética: agudización de la guerra contra la Naturaleza y las culturas, comunidades y pueblos de México.
El absoluto desprecio de Peña Nieto y los dirigentes del PAN y el PRI, por la opinión de la mayoría de los habitantes de este país en torno a la reforma energética revela el peso que tienen hoy en día los poderes fácticos nacionales e internacionales, enemigos desde hace décadas de las bases de la legitimidad y la legalidad construida a partir de la Revolución Mexicana; quieren otro tipo de estado, muy diferente al que sufre nuestro país desde hace muchas décadas; urden desde hace años la ejecución de otro mini golpe de estado, como los que se han realizado en México desde 1988, con el apoyo de un sistema político que pierde ya virtualmente toda legitimidad o sustento social, que culmine la transformación del estado mexicano. Endeble desde su nacimiento en el Siglo XIX, el estado mexicano ha sido represor, corrupto y suicida desde hace más de 60 años, y ahora es funcional, estratégico, en la creación de la tierra de nadie mundial que buscan los productivistas y adoradores de la competencia y el libre comercio, como fundamento de la nueva gobernabilidad del mundo. El siempre colonizado imaginario de la sociedad mexicana provoca la permanente vulnerabilidad de su estado-nación, condición que facilita mucho las regresiones sociales, políticas y económicas, como las sufridas en los últimos 25 años; que ayuda bastante a la introducción de reformas conservadoras, muy contrarias a la vida y las culturas, como claramente lo es esta espuria reforma energética. Regresamos al siglo XIX, pero, con muchos agravantes económicos y políticos.
Concurren en esta reforma muchos factores, entre otros, el débil crecimiento de la economía mundial, los altos precios del petróleo, la caída mundial de las reservas del petróleo convencional, la urgencia que tiene EUA de extraer al máximoel gas y el petróleo mexicano y de exportar sus perniciosas tecnologías para la extracción de gas shale o de lutitas- que le permiten evitar el desplome de su economía- y para extraer petróleo en aguas profundas; y sobre todo, la enorme debilidad del estado mexicano, por la caída en la extracción de petróleo, la pésima situación social, ambiental y económica del país, la creciente oposición que enfrenta de la mayor parte de la población y su antigua corrupción estructural y carencia de legitimidad . Desolados, Peña Nieto y sus aliados compran las mentiras que difunden los países poderosos y sus grandes petroleras sobre "la abundancia de las reservas gaseras y petroleras en el mundo", "la seguridad energética","la reducción de las tarifas eléctricas y los precios de las gasolinas", el "gas limpio", "el aumento en el crecimiento económico", " la eliminación de los monopolios u oligopolios", " la disminución de riesgos" "las maravillosas tecnologías para la extracción de gas y petróleo no convencional", entre otras; su gran desorientación los lleva a impulsar reformas demenciales que implican una fuga hacia adelante y una violencia sin fin. Antes de morir, por su desmesura y ofuscación, quieren acabar con todo lo bello, amable, alegre, complejo, convivencial, creativo que hay en México. Los muertos que caminan controlan ya en México los gobiernos, las cámaras, las instituciones, las grandes empresas.
El desprecio de Peña Nieto y los dirigentes del PAN y el PRI por la opinión de la mayoría de los habitantes de este país, en los asuntos gaseros, petroleros y de la electricidad, no puede sino acarrear grandes desgracias para la sociedad mexicana, en tanto que no se pueden hacer estas reformas sin provocar conflictos mayores y el escalamiento o agudización de la guerra contra la Naturaleza, las culturas y el tejido social. Se necesitarán muchas tropas y policías para aplicar esta reforma energética. Toda violencia tiene su origen en el estado y toda guerra moderna tiene su origen en la gestación de una unión o estado supranacional, de un nuevo orden internacional. Unipolar o multipolar, el sistema económico mundial no tiene mucho futuro en tanto tiene los pies de barro: su crecimiento destruye las bases de la vida en la Tierra. La reforma energética de Peña Nieto y sus aliados es una declaración de guerra de los países poderosos contra las culturas, comunidades y pueblos de México.
¡No a la reforma energética de Peña Nieto!¡No al gas shale extraído por medio defracking y a la extracción de petróleo en aguas profundas!
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ECOMUNIDADES
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