Debate previo-Primera reflexión sobre la temática del Coloquio Ecologista
Que el contenido de la política se encuentre dominado por la economía, no sólo en México sino en el mundo entero, me parece un aspecto central en el debate que se propone en este coloquio; que la economía domine a la política y opere con gran autonomía fuera del control de la sociedad, me parece un proceso histórico inicia hace unos cinco siglos, por lo que está profundamente arraigado en el imaginario de la sociedad moderna, aquella que nace en la Edad Media, con Maquiavelo, Bocaccio, Marco Polo y la creación de los primeros bancos en Lombardía. El papel del oro, la plata y el dinero ha aumentado tanto desde entonces que se ha convertido en una ideología muy poderosa, fortalecida por la revolución de los cercados y la eliminación de la Ley del Commons en la Inglaterra del Renacimiento y la emergencia de la propiedad privada. En el Siglo 17 ya se realiza un fuerte debate teórico que conduce al nacimiento de la economía clásica en el siglo18, la que desde entonces pretende ser una ciencia tan dura como la física.
El pensamiento económico viene a complicar y mistificar a la economía, para quitarle su apariencia de simple crematística o manera o técnica de hacer dinero. En el siglo XX la economía se convierte ya en una religión que invade todo el pensamiento universitario y gubernamental. Nada es posible hoy en día si no es viable "económicamente"; todas las actividades humanas quedan sometidas a la nueva religión de la economía. El estudio de esta nueva religión me parece fundamental para este coloquio. También, el papel que ha tenido la ciencia y la tecnología en el fortalecimiento de esta nueva religión. La economía se ha vuelto una religión y la Tecnociencia (la ciencia que nace con el apoyo de un gran arsenal tecnológico: la que nace en las universidades contemporáneas) se ha convertido en su gran apoyo: en un culto al que se le rinden toda clase sacrificios, cantos, ofrendas, ceremonias y procesiones; religión y culto que tiranizan a la humanidad. Las nuevas iglesias se llaman ahora bancos y el nuevo lenguaje sagrado se llama el inglés. Los economistas introducen un fuerte componente matemático a sus estudios para disfrazar de ciencia a sus turbios estudios y reducir el círculo de sus iniciados. Con la entrada de la economía neoclásica en los 70, la economía deja de ser nacional para convertirse en global o globalizada.
En las escuelas, universidades, grandes empresas y partidos se tiene la creencia de que todos los problemas que sufrimos se pueden resolver con ciencia y tecnología; tal es el dogma que propagan los ambientalistas como Quadri, Luis Manuel Guerra, Drucker, Molina, y casi todos los tecnócratas que viven de los presupuestos del medio ambiente y desarrollo en los gobiernos. Se cree que toda inversión en ciencia y tecnología hace bien al país y a la humanidad. Nada más falso. Las universidades introducen la idea de la "excelencia académica", para concentrarse en las "ciencias y tecnologías" que ayudan a la economía y minimizan el papel de la política; quedan así secuestradas por el gran capital y el pensamiento económico neoliberal que les imponen los curriculum que a ellos les conviene. Las tecnologías pronto sirven para fortalecer sistemas, como: los transportes, la salud, la educación, la producción, el consumo. Los sistemas degeneran en el Sistema que oprime al 99% de la población. La tecnocracia y la expertocracia anulan la intervención de los ciudadanos en las grandes decisiones.
Hoy en día la economía mexicana ha derivado en una economía de crecimiento que requiere depredaciones cada día más grandes para sostenerse. Carlos Slim, junto con los grandes inversionistas mexicanos promueven la construcción frenética de infraestructura, para impulsar el crecimiento económico y cumplen sus deseos, no solo Calderón, Peña Nieto y López Obrador, sino también lo hacen Sabines, Duarte, Calzada, Eruviel, Moreira, Adame, Ebrard y todos los gobernadores del país. Proliferan los megaproyectos por todo México: súper carreteras, grandes presas, trasvases, aeropuertos, puertos, fabricas, vivienda popular; proliferan las concesiones para la extracción de agua, petróleo, metales; los desarrollos inmobiliarios en zonas de lujo y en playas, y las plantas industriales para maquilas, pues los financieros exigen importantes tasas de crecimiento económico por encima de todo, para que puedan ser pagados los muy altos intereses que cobran por los prestamos que hacen a los gobiernos y las empresas. El crecimiento económico exige la existencia de una "guerra contra el crimen organizado", la militarización del país, el control de los medios masivos de comunicación, la intervención de la OCDE en la educación mexicana, la eliminación del 90% de los solicitantes de educación universitaria, el desempleo del 56% de la población económicamente activa, el lavado de dinero en bancos internacionales en México, la privatización de PEMEX y la CFE, la imposición de gobiernos afines a la inversión extranjera, la represión a grupos y organizaciones sociales que protestan contra esta política económica de crecimiento. El crecimiento económico exige que los profesores de las escuelas y universidades no enseñen ética, filosofía, historia, geografía, política, sociología, ni menos describan los impactos ambientales de las tecnologías y los sistemas que destruyen al mundo; exige que los medios tampoco toquen estos temas y en cambio defiendan mentiras, engaños y utopías; exige que los estilos de vida traten de imitar a los de EUA; exige que los candidatos a la presidencia de la República y los partidos no discutan en público la política económica o ambiental o de desarrollo; exige que sólo se discutan los aspectos económicos y tecnológicos con los que se engaña y se hace soñar a los ciudadanos.
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ECOMUNIDADES
Red Ecologista Autónoma de la Cuenca de México
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