martes, 23 de agosto de 2011

¡PARAR LA GUERRA!

¡PARAR LA GUERRA!
 
Desde luego, el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, tiene muchos méritos y merece nuestro apoyo, por muchas razones. No obstante, podemos hacerle mucho daño si aplaudimos todos sus actos y sus ideas, si no lo ayudamos a hacerse una autocrítica, tal como debe hacerlo cualquier movimiento que se pretenda democrático. Además, están en juego muchas vidas, según el camino que adopte este Movimiento; hablamos de parar tarde o temprano esta guerra infame. Todos aquellos que contamos con un poco mejor información que la mayoría tenemos una gran responsabilidad en estos momentos de intensificación de la violencia; tenemos que tomar partido y actuar.  
He insistido ante integrantes del MPJD que millones de mexicanos nos uniríamos sin mayor problema a las consignas de ¡Parar la Guerra! o ¡Alto a la Guerra! o ¡Ni un Muerto Más!, pero, estimo que resultaría muy difícil para muchos ciudadanos unirse al montón de Sís que este Movimiento promueve ante el ejecutivo o el legislativo,desde hace muchas semanas , sin haberlos consultado siquiera con sus integrantes. Siempre me ha parecido una trampa la exigencia de los gobiernos a los ciudadanos, de ofrecer simultáneamente propuestas positivas cuando nos oponemos a una política o proyecto gubernamental. Los ciudadanos tenemos todo el derecho a decir ¡No Gracias! a cualquier proyecto, programa o política gubernamental y NO OFRECER ALTERNATIVAS, ya que las propuestas positivas son asuntos muy técnicos que pueden muy fácilmente ser contraproducentes  y resulta muy presuntuoso alardear de muchos conocimientos políticos, al presentar simultáneamente propuestas positivas. Sin embargo, proponer positivamente desde la ciudadanía ha servido mucho a los gobiernos para subvertir las propuestas de los ciudadanos y darles un muy deplorable sentido político; los políticos mexicanos invariablemente degradan cualquier propuesta positiva de los ciudadanos. Por otra parte, los Sís presentados ante los políticos fácilmente debilitan y empobrecen las demandas centrales de los movimientos que son los Nos.
 
Creo que el MPJD no ayuda desde hace tiempo a parar la guerra que sufrimos en México, debido a que dedica mucho tiempo y esfuerzo a impulsar propuestas de muy dudosa utilidad para el que debería ser su objetivo central: parar la guerra. Impulsar la Reforma Política y otras leyes puede ayudar a ganar presencia mediática, pero, no ayuda mucho a detener la guerra; tampoco, los tremendos diálogos con los funcionarios en las mesas que se han organizado al efecto. Sigo creyendo que el diálogo con el ejecutivo y el legislativo ha debilitado a este Movimiento y le ha impedido realizar acciones para parar la guerra: muchas vidas se pueden perder por esta trágica decisión. Estimo que sólo la Acción Directa No Violenta en las calles puede ayudar a detener  esta guerra. El famoso diálogo me parece una pérdida de tiempo.
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Miguel Valencia
ECOMUNIDADES 
Red Ecologista Autónoma de la Cuenca de México
 ¡DESCRECIMIENTO O EXTINCIÓN! 

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