No veo relación importante entre crecimiento demográfico cero y la reducción en el consumo de energía, por razones de sobrevivencia o de mejor calidad de vida. Paises como los que mencionas siguen aumentando su consumo energético per capita por medio de deslocalizaciones; es decir que la energía que requieren sus consumos sea producida y utilizada en su fabricación en paises pobres para que sufran los impactos negativos en sus territorios. Una superficie siete veces mayor a Europa se utiliza para producir el alimento de las vacas para el consumo de carne en Europa.
El mundo que propongo es el mundo de la frugalidad de la contención, de la sencillez; es decir: consumir cuando menos diez veces menos energía que el per capita promedio de EUA, para recuperar la alegría, la convivencia y el buen vivir: los paises y las personas con altos consumos de energía destruyen su relación con los demás y con la naturaleza; viven una gran vaciedad espiritual y una gran miseria moral; todos los estudios en EUA, Canada y Europa revelan que el aumento en la riqueza de estos paises no les ha traido mayor felicidad y si mucha mayor angustia y violencia.
Despues de cierto umbral de consumo de energía, que no es muy alto, el ser humano pierde alegría de vivir, plenitud, con el aumento en el consumo energético; se vuelve violento, autoritario, egoista.
Por otra parte, como lo menciono en este estudio, las formas de producir energía que conocemos tienen tan alto impacto social y ambiental que están impulsando guerras terribles y una vida miserable para las futuras generaciones. Si no cerramos cuanto antes las plantas nucleares, las plantas de generación de electricidad de carbon o hidrocarburos, las hidroelectricas, los agrocombustibles, el fracking, las arenas bituminosas y las grandes renovables, vamos al desastre y a la desaparición de la humanidad. No pasamos de este siglo.
Consumir demasiada energía enloquece al mundo y mata todo lo bueno.
Miguel Valencia
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