Invitación a colaborar en la redacción de la Plataforma Política Nacional del Klimaforum10
Se disparan en México los costos ecológicos, sociales y económicos derivados de lluvias, granizadas, tormentas, huracanes, olas de calor, sequías y otros eventos climáticos extremos, no obstante, se multiplican las políticas, los programas y los proyectos gubernamentales y empresariales que fomentan eficazmente estos eventos climáticos, tanto en México, como en los países poderosos. Sólo podemos esperar mayores catástrofes en los próximos años ante tanta irresponsabilidad frente al desastre climático: son muchos los años que tienen políticos, empresarios y académicos, en la tarea de impulsar los sueños del progreso, del desarrollo y de la falsa modernidad, y por ello les cuesta mucho reconocer que se han equivocado totalmente de dirección y que, de no cambiar radicalmente de mentalidad en los próximos años, la humanidad puede desaparecer en este siglo. El crecimiento económico de México y de muchos países se consigue ahora con el aumento en la facturación de la reparación de los daños causados por el desastre climático y el rescate de sus damnificados. Crecen vigorosamente los "negocios verdes" mientras muere rápidamente la animación en la Tierra.
Nuestro suelo es explotado intensamente por la minería canadiense y nacional, por la industria petrolera nacional e internacional, por la mono cultura agrícola con químicos y transgénicos, por la pavimentación abusiva para los automóviles, por las enormes cantidades de residuos tóxicos o peligrosos producidos por la gran industria, por la ganadería y la silvicultura en gran escala, por la proliferación de los servicios turísticos. Mueren nuestros mares, ríos, lagos, selvas, bosques, manglares, humedales, glaciares, acuíferos, especies vegetales y animales; mueren nuestros paisajes, cielos limpios, atmosferas respirables. Se talan árboles a un ritmo frenético. Los animales sufren atroces y crueles muertes en el campo y la ciudad. La urbanización mata inexorablemente a las comunidades de animales humanos y no humanos. El transporte destruye implacablemente la trama de estas comunidades. El automóvil ocupa la mayor parte del espacio público en la zona urbana. La industria tritura la vida de los obreros y de los consumidores de sus productos. Pende de un hilo la permanencia de muchas comunidades cercanas a las instalaciones nucleares de Laguna Verde.
El agua limpia y los cereales registran cada día mayores precios y más baja calidad; se desploma la calidad de vida en la mayor parte de las comunidades debido a los megaproyectos y las privatizaciones. Niños, mujeres, jóvenes y ancianos sufren una violencia creciente y enfrentan dificultades enormes para subsistir; las comunidades originales son expulsadas de sus lugares por la agroindustria de todo tipo y la construcción de infraestructura; el libre comercio condena a los campesinos a desaparecer en pocos años; la sociedad se ve orillada a consumir los alimentos chatarra que le venden Wal Mart y Televisa. Las horas dedicadas al transporte cotidiano, al trabajo y a los trámites ante los gobiernos y los monopolios privados son ya excesivas. Se vuelve muy inestable y opresivo el empleo y el desempleo crece sin cesar. Se multiplican los suicidios, las depresiones, las adicciones y las conductas de riesgo; la obesidad, la diabetes, el cáncer, el SIDA conocen nuevos registros. Se llenan las cárceles y las fronteras de migrantes. Una parte muy significativa de la sociedad se dedica a actividades fuera de la Ley. El país se llena de cabezas cortadas, cadáveres con signos de tortura y heridas de armas de alto poder. El miedo, la angustia, la depresión y la miseria invaden a la sociedad mexicana.
Escuelas, televisoras y grandes anunciantes compiten en la tarea de colonizar las mentes de niños, jóvenes y adultos con imágenes consumistas, utilitaristas, individualistas, depredadoras. El productivismo industrial aniquila la fertilidad de la Madre Tierra y la alegría de los pueblos. Los contubernios entre políticos y empresarios crean formidables pérdidas al erario público y enormes flujos económicos fuera de la Ley, por medio de grandes empresas monopólicas antiguamente públicas y hoy en día privadas. En su desastre financiero, los grandes empresarios exigen a los gobiernos la construcción de infraestructuras que no resuelven los problemas que pretenden resolver sino que los complican, no crean empleo significativo y tienen un impacto socio ambiental excesivo. La gran empresa pretende conservar sus buenos negocios por medio de imposturas como la "eco eficiencia", la "tecnología verde" y la compra de ONGs, ambientalistas y "expertos" en asuntos públicos. Las universidades se convierten en iglesias e imponen la religión de la Economía sublimada con matemáticas y se ponen al servicio de la gran empresa privada. Domina al país un ambientalismo descafeinado instruido por universidades y ambientalistas extranjeros. El más extremo mercantilismo invade a la educación universitaria. La ciencia mexicana busca grandes capitales para hacer muy riesgosos experimentos con la Madre Tierra y acrecentar su poder: trata de imitar la irresponsabilidad de los científicos de los países poderosos en las investigaciones genéticas, nano tecnológicas, nucleares, robóticas, entre otras.
Cactáceas, huizaches, encinos, mangles, amates, ceibas, sabinos, atunes, ranas, serpientes, papagayos, águilas, pollos, pumas, tejones, vacas, gatos, perros, reciben agua cada día mas sucia y venenosa, enferman y mueren con mayor dolor y frecuencia debido a las políticas y los proyectos del gobierno federal: el economicismo y el cientificismo son ahora el sostén ideológico de los partidos y los gobiernos que nos oprimen por instrucciones de los gobiernos poderosos. Niños, mujeres, ancianos, indígenas, campesinos, obreros, empleados trabajan a edades cada día menores, por menos dinero, a causa de las turbias deudas contraídas por los gobiernos mexicanos de las últimas décadas; debido al creciente poder de los grandes empresarios. El gobierno federal promueve y tutela la entrega de los dones de la Madre Tierra a inversionistas extranjeros y nacionales. El poder legislativo prepara y protege leyes que legitiman el saqueo de la riqueza nacional, so pretexto de impulsar el crecimiento económico, el desarrollo sustentable y la modernización de México. El flujo de dinero producto de operaciones ilegales desquicia el pacto nacional. El país vive ya un largo tiempo bajo los dictados de gobiernos extranjeros y tiene cada día menos control sobre su territorio: EUA, Canadá y España explotan con gran intensidad las riquezas naturales de México. En particular, EUA, frena todo avance en la contención del creciente desastre climático. La sociedad mexicana ha tolerado una enorme destrucción de sus riquezas naturales y culturales. Es urgente actuar todos frente al desastre nacional.
El Klimaforum10 los invita a aprovechar el proceso hacia la cumbre del cambio climático en Cancún, la COP-16, para investigar, reflexionar y colaborar en acciones contra el desastre climático que empieza a poner en grave riesgo las ya de por sí muy reducidas bases naturales de nuestra existencia y las vidas de muchas personas; para colaborar en el estudio, discusión y redacción de una Plataforma Política Nacional de los participantes en el Klimaforum10. Los invitamos a asistir a las reuniones de debate de esta Plataforma, los martes hábiles, a partir de las 5.00 pm, en un aula del plantel de la Universidad de Londres situado en San Luis Potosí 154, colonia Roma, entre Monterrey y Yucatán. Se tratará de contar con servicio de skype. Les rogamos tomar en cuenta la Plataforma Política del Klimaforum10, ya difundida internacionalmente
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ECOMUNIDADES
Red Ecologista Autónoma de la Cuenca de México
¡DESCRECIMIENTO O BARBARIE!
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