Propuesta sober Medios Masivos y Descrecimeinto y ante el KLIMAFORUM10

Serge Latouche, en sus conferencias en México, inisitió en que existen tres armas de destrucción masiva en el sistema moderno de crecimiento económico:

 

1.- La mercadotecnia y la publicidad: que colonizan nuestras mentes con imágenes de poder, supremacía, seguridad, superación, prestigio social, envidiadas por todos, obtenidos por el consumo de ciertos productos o servicios.

 

2.- El Credito, que nos permite conseguir lo que todos envidian, pero, que nos somete a un permanente endeudamiento que nos obliga a trabajar cada día mas y mas y estar mas exclevizados por el sistema

 

3.- La Obsolescencia Planeada que hace que los productos industriales duren poco tiempo y sean irreparables, por lo que debemos frecuentemente conseguir el nuevo modelo Made in China que durará menos que el anterior.   

(Miguel Valencia)

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Medios masivos, consumismo, alienación: ecocidio y suicidio

José Arias Chávez                                                                             Mayo de 2010

 

En el mundo enajenado de la sociedad de consumo, se acepta generalmente un papel indispensable a la inducción del consumo de bienes y servicios y con ello al crecimiento de la economía. Por el otro lado, quienes somos críticos e impugnadores incansables del injusto, equívoco y nefasto sistema que rige al mundo, le asignamos el papel de uno de los peores villanos de nuestro tiempo al que hoy juegan los medios masivos de "comunicación", entre los que, además de los clásicos como la escuela, los libros, la prensa escrita y el cine, destacan los electrónicos: la radio y la televisión. Los que distinguimos por contraste a otros de tipo colectivo, que no tienen por característica y objetivo masificar las conductas, las ideas y la conciencia, y que por el contrario, permiten, fomentan y suscitan la auténtica comunicación igualitaria, horizontal y por ello, democrática: los medios alternativos. Generadores de una genuina comunicación humana están, aparte de una superviviente buena prensa, las radios comunitarias, la auténtica radio pública no gubernamental, y en gran medida lo va ya siendo el Internet.

 

 La mercadotecnia y la publicidad son la base conceptual y los medios masivos son efectivamente el medio, la herramienta con que el economicismo rampante que mueve al mundo desde hace siglo y medio, ha creado el fetiche de que el progreso, el desarrollo, el bienestar y hasta la felicidad, requieren que se haga crecer sin tregua a la economía, en una espiral infinita sin más límites que la explotación desenfrenada de los "recursos", de unas naciones por otras, de unas sociedades por otras y de unos individuos que expolian y oprimen a los otros.

 

Pero hoy, cuando habemos muchos que cuestionamos esa falacia tan largamente tragada por la opinión pública e impulsada por los sumos sacerdotes beneficiarios y testaferros de los dueños del sistema: los grandes consorcios y los poderosos económica o políticamente, sabemos que son ellos los que están destruyendo a la Naturaleza, a la sociedad, al ser humano y a las demás especies vivientes, sólo para engrosar sus alforjas de dinero, avaricia y poder.

 

Queremos llamar la atención sobre esta terrible complicidad, sobre esta perversidad hipócrita de los medios masivos y que hasta nos los endosan como una muestra de la democracia, la apertura y la modernidad de las que debemos enorgullecernos, cuando resultan una sangrienta arma de destrucción masiva, ya sea de los ecosistemas, de las culturas, del equilibro climático y ambiental, de la salud física, mental y espiritual. Reconozcamos en ellos a uno de los peores enemigos del planeta, de la Naturaleza y de la humanidad, sus culturas y auténticos valores y en fin, de la Historia.

 

Y que no nos salgan sus voceros fariseos con que son "un factor indispensable" del verdadero progreso, ni del auténtico avance humano, ni del genuino modo en que la humanidad, reconciliada con la Naturaleza y consigo misma, logre vivir en armonía con el futuro. Porque no servirán para un legítimo desarrollo de lo más valioso del ser humano, para una real mejor calidad de vida, que no se base en la injusticia o el daño a otros humanos, ni a los otros seres vivos que nos sustentan.  

 

Que quede claro: los llamados medios masivos muy poco o nada tienen que ver con la auténtica y entrañable comunicación humana, a la que le hace falta, una vez liberada de la nefasta estructura y poderes fácticos de los 'mass media', constituir, formar y ensanchar una comunicación humana colectiva e individual, valiosa en sí misma.