DESCRECIMIENTO Y MOVILIDAD URBANA
La muerte de un ciclista en la esquina de Hamburgo e Insurgentes, atropellado por un camión que transportaba cemento el viernes 16 de octubre, obliga a reflexionar sobre la campaña de Marcelo Ebrard, para fomentar el uso de la bicicleta. La movilidad motorizada es difícilmente compatible con la movilidad no motorizada o metabólica; caminata y bicicleta; las calles de la Ciudad de México están muy lejos de ser seguras para la movilidad en bicicleta; no es muy honrado inducir a los jóvenes a utilizar la bicicleta, cuando permanece intacto el aparato legal- leyes y reglamentos de transporte- que garantiza el monopolio de la movilidad motorizada en la vía pública. Se necesita algo más que ciclopistas y campañas para el fomento de la bicicleta: urgen cambios en las leyes, los reglamentos y los diseños de la infraestructura urbana; cambios en la apreciación pública de la velocidad del transporte y el uso de la superficie común; también, debe cambiar la idea de ciudad, economía y convivencia humana, entre otros aspectos: urge un cambio cultural.
La peatonalización de la calle Madero parece haber aumentado el interés por visitar el centro histórico de la ciudad de México: se percibe una gran afluencia de paseantes los fines de semana; las angostas viejas calles de los centros históricos de pueblos y ciudades no fueron concebidas para la circulación de autos, pero no han escapado a la tiranía del auto, por lo que este tipo de medidas deberían aplicarse cuando menos a este tipo de calles,aunque deberían aplicarse también en las calles junto a plazas, parques, jardines, ruinas arquelógicas y monumentos históricos, e inclusive en algunas calles secundarias; urgen las "calles libres de autos" que se instalan cada día más en todo el mundo, con el fin de rescatar la calidad de vida en el centro de las ciudades. El auto vuelve inhóspita la superficie pública de las ciudades.
El descrecimiento en la ciudad debe implicar, entre otras cosas, leyes, reglamentos, modificaciones en la vía publica que desalienten eficazmente el uso del auto, el camión, el Metro y el Metrobus; la movilidad motorizada aleja todos los destinos, hace perder el tiempo y muchas vidas, e hincha a la ciudad; deben desalentarse los viajes de varios kilómetros en la ciudad y facilitarse la caminata y el uso de la bici; subsidiar bastante la vivienda lo más cercana al centro de la ciudad; transitar sin pausa hacia la "ciudad compacta", soñada por muchas personas en el mundo. La calidad de vida en la ciudad está determinada por el tiempo promedio diario de transporte; mientras menos transporte usamos en el día, experimentamos mas serenidad y alegría .
Finalmente, la reducción radical de la movilidad motorizada: del auto, avíon, tren rápido o suburbano, camión, Metrobus y Metro, es un componente fundamental de la vida frugal o simplificada, pilar del descrecimiento de las ciudades, los estados y la tecnoesfera mundial, tan urgente y necesario, en la construcción de ese otro mundo posible.
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Miguel Valencia
ECOMUNIDADES
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