La porcina vino a darles a Felipe Calderón y a Marcelo Ebrard una magnífica oportunidad de elevar sus niveles de popularidad, un poco alicaídos. Muchos ciudadanos tienen un gran aprecio por las actitudes firmes, resueltas, de los gobernantes aunque el costo de ellas les resulte muy contraproducente, como sucedió con las acciones firmes de Bush, Pinochet, Hitler, Mussolini, Díaz, entre otros. El votante mexicano en general defiende todo aquello que le hace sufrir y morir: la magia de la televisión y el radio. La gran manipulación de los afectos. Calderón, a la búsqueda de la legitimidad perdida y buen conocedor de las políticas de Estado y de las disposiciones de su gobierno que eliminaron las capacidades nacionales de una respuesta adecuada a un brote de influenza mutante, para salvar su posición, realizó un espectacular acto de malabarismo político que muy posiblemente tendrá un costo enorme para México en los próximos años. ¿ cuantas personas enfermarán y morirán por la miseria moral, ambiental y económica creada por esta espectacular alerta mundial de influenza mutante? ¿cuantos años pasarán para eliminar el miedo cerval de multitud de personas en México, a tratar a sus semejantes con cariño, afecto o cordialidad? ¿ cuantos años pasarán para suprimir el miedo por lo mexicano en el mundo? De qué se quejan muchos ciudadanos, cuando ven que tratan como apestados a los mexicanos fuera de México, si esta reacción de los extranjeros sólo refleja los mismos antivalores en los que se fundó toda la acción del gobierno de Calderón; es una respuesta inevitable ante las acciones espectaculares de Calderón: la manifestación de un gran miedo sólo puede provocar un gran miedo entre muchos de los que la reciben. Ebrard, responsable de la ciudad con el mayor brote de la nueva influenza porcina en el mundo y al rescate de su popularidad menguada por la violencia que entrañan su megaproyectos de vialidad y transporte y sus subsidios a los grandes intereses inmobiliarios de la ciudad, se vio obligado a superar localmente la rudeza de las medidas de Calderón, para ir a la par, y escamotear su posible responsabilidad en la emergencia de este brote de influenza que atrajo la atención mundial a esta ciudad. No obstante, no paró un sólo día las megaobras de vialidad y transporte, inclusive las aceleró con decenas de miles de trabajadores, para aprovechar las debilidades y ánimo decaído de los vecinos oprimidos por estas obras e inclusive lanzó cientos de granaderos y policías contra los vecinos que en pequeño numero protestaron en los días de la emergencia sanitaria, por las obras de la Línea 12 del Metro, en los Culhuacanes y en Iztapalapa. Inclusive se dio el lujo de inaugurar algunos puentes. Las medidas de Calderón y Ebrard, potenciaron enormemente la alarma mundial por el brote de influenza, hicieron venir a todas las televisoras y agencias de noticias del mundo, con lo que se consiguió recordar en muchos países la larga serie de espectaculares calamidades sucedidas en México y en la Ciudad de México: la horrorosa matanza cotidiana del narcotráfico, las inundaciones en Tabasco y Chiapas, las explosiones en Guadalajara, el sismo del 85 en la Ciudad de México, San Juanico en el Estado de México, entre otras. Se consiguió, a un costo enorme, reconocer mundialmente la horrenda operación de Granjas Carroll, en la Gloria, Veracruz. Pero, se logró una impopularidad mundial de México nunca vista, derivada de la pésima actuación de los gobiernos mexicanos de cuando menos los últimos 30 años. Este escándalo mundial creado por el gobierno mexicano tendrá un enorme costo para el país, ya que tendrá que negociar sus tratos con otras naciones en condiciones de gran debilidad. México, se confirma otra vez: ¡Un Estado Fallido! Por otra parte, las espectaculares medidas de Calderón y Ebrard impactaron fuertemente a cierta parte enferma de la población. Emergió el Pinochet que muchos mexicanos tienen dentro- ¡por la humanidad, por la patria, por tu familia, por tu salud, vamos a revisar detenidamente tu boca, tu cuerpo, tu ropa, tus pertenencias, tu casa, tu actitud, tus palabras y tu pensamiento!- Ciudadanos comunes, conserjes, guardias de seguridad, encargados, gerentes y directores, militares, profesores, jueces, médicos, locutores, ´periodistas, sacerdotes, escritores, funcionarios públicos, científicos, políticos, entre otros, encontraron por fin la gran ocasión de imponer sus deplorables opiniones y apetitos sobre los infelices ciudadanos a su merced. La Tecnociencia ha venido en auxilio, como siempre, del mercantilismo, del autoritarismo y de la manipulación de los afectos. Los comités o consejos de "científicos" brillaron por la calidad de sus propuestas sanitarias: 2.25 m de distancia entre cada persona, en las colas de los bancos, de Wal Mart, del Metrobus, del Metro, de los autobuses foráneos o locales, de los paraderos de autobuses, de los aviones, de la Tesorería, del Registro Civil, entre otros. Estas propuestas recibieron el aplauso devoto del club de amigos de TV Azteca y de Televisa, aparte de las iglesias y de los partidos que piden la pena de muerte y de los que no la piden. Sin embargo, estos comités o consejos de "científicos" no nos han dicho ¿qué van a hacer los gobiernos con tanto tapabocas y desecho sanitario infectado? ¿ van a quemarlo en Tlahuac o en Tlalpan, en sus nuevos incineradores? ¿ qué van a hacer con las emanaciones de cloro que tanto daño hacen a la salud y al ambiente? ¿ qué van a hacer para descontaminar humedales, lagos, ríos y mares, de los agresivos productos químicos utilizados en las actividades sanitarias? ¿ qué van a hacer para que el agua, los alimentos, los transportes, los servicios bancarios, las diversiones, entre otras cosas, no disparen pronto sus precios, a consecuencia de las medidas sanitarias que se han impuesto? Tampoco no nos han dicho estos "científicos" gubernamentales cómo van evitar que se repita en México otra espectacular alerta mundial de influenza porcina o aviar o de virus mejorado por los laboratorios de guerra biológica de EUA; de otra forma, nos alejaremos de Pakistán para entrar en Afganistán. Miguel Valencia ECOMUNIDADES |
jueves, 7 de mayo de 2009
¡NADA COMO UNA PORCINA!
Etiquetas:
fiebre porcina,
influenza y poder político,
Miguel Valencia
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