POSTRACIÓN ETICA DEL AMBIENTALISMO MEXICANO: LA CALIFICACIÓN AMBIENTAL DE LA INFRAESTRUCTURA DEL TRANSPORTE.
La construcción de varios megaproyectos de vialidad y transporte en la Ciudad de México y en el Estado de México, tales como: los distribuidores viales en el Eje Troncal Metropolitano, los pasos a desnivel en el Circuito Interior, los deprimidos en Las Lomas, Polanco y Constituyentes, la Línea 12 del Metro a Tláhuac, los trenes suburbanos, los segundos pisos y los arcos viales en el Estado de México, entre otros, deja en claro una lección a los que queremos defender los dones de la naturaleza y la cultura ecológica : la ética del ambientalismo mexicano es muy precaria hoy en día . Cuando los ambientalistas llegan al poder en México, no difieren mucho en su actuación de los políticos y empresarios depredadores. Los estudios ambientales ( consumo de energía, contaminación del aire, ordenamiento del territorio, etc.) en el Colegio de México, en la UNAM y en otros grandes centros de altos estudios no parecen muy rigurosos en lo que concierne al impacto ambiental de las vialidades, el transporte y los megaproyectos en general. ¿ qué les enseñan a los estudiantes de medio ambiente y transporte en estos centros de altos estudios? Economía pura: "Que las infraestructuras para el transporte, el agua, los residuos son riquezas que conviene acrecentar, para bien de México".
Ante la presión de los vecinos afectados por las obras en el Distrito Federal, las autoridades del Gobierno del DF y de la Delegación Miguel Hidalgo, exigieron en algunos casos a los constructores las manifestaciones o estudios de impacto ambiental de estas obras. Los ambientalistas o bufetes ambientalistas encargados de estos estudios, con toda tranquilidad ocultaron o minimizaron en ellos los impactos ambientales principales: es su costumbre hacerlo. Por su parte, los funcionarios ambientales del Gobierno del DF, del Estado de México y del Gobierno Federal, estuvieron encantados de que estos estudios ocultaran o minimizaran los impactos ambientales mayores del proyecto; no sabrían qué hacer con una manifestación que mostrara los verdaderos impactos ambientales del proyecto: estarían obligados a cancelar estos proyectos, ya que los principales impactos ambientales de estas obras NO SON MITIGABLES: SON CATASTRÓFICOS.
En el DF los autorizaron, cubriéndose en el hecho de que la normatividad, el reglamento y la Ley Ambiental exigen que las manifestaciones de impacto ambiental se elaboren ocultando los impactos ambientales principales de los mega proyectos, los llamados impactos ocultos o diferidos o de largo plazo: los impactos estratégicos. Contamos con una normatividad y una Ley Ambiental del DF que garantiza impunidad a los ambientalistas, funcionarios públicos y empresarios que ocultan los impactos ambientales mayores de los proyectos: toda una confabulación política de varios sectores sociales para propiciar las ganancias en dinero y poder, para colocar a la Economía por encima de la Ecología. A esta situación nos ha llevado la funesta influencia del Partido Verde Ecologista de México, PVEM en la legislación ambiental mexicana: una legislación patito, como tantas otras en México.
Por otra parte, en el Estado de México se realizan grandes atentados contra el medio ambiente por medio de arcos viales, vías rápidas, supercarreteras, segundos pisos, distribuidores viales, sin que las autoridades ambientales del estado o las federales intervengan en su contención. La SEMARNAT autoriza alegremente en todo el país: carreteras, confinamientos, presas, explotaciones mineras, urbanizaciones sobre manglares de impacto ambiental excesivo que acaban rápidamente con el patrimonio de los mexicanos.
Los ambientalistas mexicanos no parecen estar muy incómodos con esta escandalosa situación legal y normativa. Martha Delgado, secretaria del Medio Ambiente del DF, Diana Ponce, procuradora ambiental del DF y Juan Elvira Quesada, secretario del Medio Ambiente y Recursos Naturales, muy destacados exponentes del ambientalismo mexicano, no se incomodan en lo más mínimo ante este ocultamiento o minimización del impacto ambiental de estas obras: tienen una ética ambiental muy relajada. Ni por asomo se les ocurriría renunciar, como lo han hecho funcionarios ambientales en otros países, ante estos escandalosos atentados contra el medio ambiente en la Cuenca del Valle de México que significan estos nefastos distribuidores viales, trenes suburbanos, arcos viales, pasos a desnivel, deprimidos o líneas de Metro. Mientras le ética de los ambientalistas esté a la venta al mejor postor y se encuentre en tan bajo nivel no hay futuro para México.
¿ Qué han hecho las escuelas y las universidades mexicanas con la ética ambientalista? Una profesión muy lucrativa, pero muy turbia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario