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jueves, 3 de noviembre de 2016
[ECOMUNIDADES Comunica] Clima, hay algo peor que no hacer nada: la simulación de que se hace algo
Clima, hay algo peor que no hacer nada: la simulación de que se hace algo
Segunda revisión del Reporte del Seminario de Panamá sobre cambio climático de las Organizaciones de la Sociedad Civil, convocado por la delegación de la Unión Europea.
29 de octubre de 2016
El Acuerdo de París
Es muy discutible que el Acuerdo de París sea el mayor logro en 24 años, si se consideran las tendencias del desastre climático de los últimos años y de este siglo. En realidad es un genuino retroceso. Da continuidad a más de 25 años de sabotajes de cumbres, acuerdos, protocolos (Kyoto, Ginebra ) climáticos. El aumento en 60% de las emisiones que dañan el clima, desde la creación del Panel Intergubernamental de Expertos del Cambio Climático(IPCC) en 1988, confirma el fracaso rotundo de los esfuerzos gubernamentales en los asuntos del clima y nada abona a tener confianza alguna en el Acuerdo de París, que también ha sido saboteado desde mucho antes de su firma, a pesar de que "15 de los 16 años más cálidos (desde la época preindustrial) se han registrado en el siglo XXI"# y de que "2015 ha sido el año más cálido que se haya registrado y 2016 tiene 99% de posibilidades de superarlo"#. Cualquier persona que tenga algún conocimiento de ciencia sabe que estos datos recientes muestran una tendencia desastrosa, realmente apocalíptica, que obligaría a cualquier gobernante responsable a sonar las alarmas, frenar el curso habitual de la cosas y desde luego, a cambiar la ruta virtualmente suicida que lleva su país y el mundo.
Si se considera la enormidad del daño que ha provocado en los últimos años el desastre climático, a las plantas y los animales, a los indígenas y los campesinos y a las futuras generaciones; que ha puesto ya en peligro de extinción, en este siglo, a una gran parte de la vida en la Tierra, incluyendo a la especie humana, el Acuerdo de París resulta entonces catastrófico, ecocida, genocida, etnocida: no responde a la gravedad de la situación climática. Así, resulta una burla a la sociedad plantear un objetivo de 2 grados centígrados de aumento de la temperatura mundial promedio, cuando es evidente que las condiciones establecidas por este Acuerdo lo hacen imposible de realizar: depende en gran medida de los EU, China y Rusia que están involucrados en una guerra multidimensional. Los mecanismos de este acuerdo permiten gran tolerancia al fracaso de las metas(los INDCs o Intended Nationally Determined Contributions, o Contribuciones Previstas y Determinadas a Nivel Nacional) y a la manipulación y ocultamiento de cifras, lo que facilita diferir por muchos años la obligada reestructuración del comercio, la industria, el transporte, la agricultura y desde luego, las ciudades y las economías. Según los más reconocidos estudios científicos internacionales, este Acuerdo virtualmente garantiza 3.6 grados centígrados de aumento en la temperatura en este siglo; en nuestra opinión, entre 4 y 5 grados centígrados, por su previsible muy pobre cumplimiento: una gran tragedia.
Además, hay que tomar en cuenta que este Acuerdo se aprobó en circunstancias muy anormales- por los atentados en el Bataclán y otros lugares de París a unos días de la Cumbre Climática en esa ciudad-, que cayeron como anillo al dedo a los gobiernos más poderosos del mundo y a los perversos intereses de los grandes emisores de GEI (Gases Efecto de Invernadero), como lo son las petroleras y gaseras, la industria del automóvil, la aviación y los trenes rápidos; la industria agropecuaria y otras: introdujo así, un estado de emergencia en Francia y logró asfixiar la enorme protesta social que estaba preparada en esta cumbre extraordinaria en la que se habían puesto muchas expectativas. Las consecuencias políticas y legales de estas protestas les hubieran costado a los inversionistas cientos de billones de dólares en los próximos años.
Los INDCs que se han publicado, muy especialmente los de Estados Unidos, que es la causa principal de los daños climáticos que sufre el mundo, por el total acumulado de sus emisiones históricas de GEI, por su GEI per cápita y por su modo de vida aspiracional y adictivo, son muy desafortunados: promete lograr en 2025 una reducción de emisiones del 26%, con base en los GEI de 2005#. Estos datos, además de no ser pertinentes ni viables, confirman la intención de engañar a la opinión pública mundial y nacional, con Falsas Soluciones. Confirma que su objetivo es la simulación de acciones climáticas.
El Acuerdo de Paris ayuda más bien a diferir por muchos años la real reducción de emisiones de GEI que se requiere para disminuir el genuino riesgo de la extinción masiva de especies y de la especie humana misma y el sufrimiento a nuestros hijos y nietos. Es un acuerdo que confirma la lastimosa incapacidad de los gobiernos, de hacer frente eficazmente al desastre climático. Inveteradamente mienten, engañan, simulan hacer algo en el urgentísimo tema del desastre climático. Es necesario reconocer que estamos en un total desamparo frente al rápido crecimiento de los desastres provocados por el creciente calentamiento global. Únicamente la sociedad organizada a nivel de pueblo, barrio, ciudad, nación y todo el mundo puede hacer frente a este predicamento. "Si la sociedad no cambia los gobiernos no cambian" dijimos en Panamá: el cambio debe venir de la base social, para ser un cambio real. En el Seminario se ha dicho (Andrés Flores Montalvo, Centro Mario Molina) "No hacer nada ya no es opción", sin embargo, los gobiernos hacen algo peor que no hacer nada: simulan que hacen algo frente al desastre climático.
Advertimos en este seminario una falla muy grave, no se discutió a fondo el tema principal: las recomendaciones que podríamos hacer a las sociedades de nuestros pueblos y países: ¿Cómo podemos contribuir como personas, como organizaciones sociales o civiles, a la reducción radical de los consumos excesivos de gas, petróleo y carbón, de los sectores sociales que más contribuyen en nuestros respectivos países a la producción de emisiones que dañan el clima: el comercio internacional, el transporte, la industria agropecuaria, el bombeo de agua y otros rubros? ¿Cómo podemos frenar los excesos y abusos de las clases altas y aún las medias, de los militares, de las empresas transnacionales, en el consumo de gas, gasolina y electricidad? ¿Cómo podemos contribuir como personas, como organizaciones sociales o civiles a la mitigación efectiva del desastre climático?
En el Seminario de Panamá el tema de la mitigación fue tratado con bastante ligereza, como lo quieren los gobiernos: dedicamos mucho tiempo a recomendaciones sobre asuntos tácticos o técnicos, muy secundarios en los asuntos climáticos, que frecuentemente sirven para la simulación de acciones climáticas, como lo son: la adaptación, el financiamiento, los gobiernos locales, educación, modelos alternativos de desarrollo. De no centrar la discusión en la mitigación habrá muy poco avance en la exigencia de mayor ambición en las INDCs y en los mismos asuntos tácticos o secundarios como los mencionados.
Por lo tanto, nuestro grupo NO CONSIDERA PRIORITARIAS NI RELEVANTES las tan repetidas recomendaciones por cada uno de los países participantes, como lo son:
"fortalecer mecanismo de participación multisectorial y de las organizaciones de la sociedad civil". El cambio social debe venir esencialmente de abajo, de los sectores más vulnerables, no de sectores que en estos momentos tienen mucho poder. Nuestro interlocutor principal no es el gobierno de nuestro país, es la sociedad y es a ella a la que dirigimos nuestras recomendaciones. A la sociedad mexicana le recomendaríamos buscar información y estudios alternativos sobre el desastre climático; no confiar en la información alterada y las propuestas edulcoradas del gobierno mexicano, de buena parte de los medios de comunicación, de universidades y centros de investigación: carecen de suficiente voluntad política y capacidad crítica para enfrentar esta terrible amenaza y por lo mismo, en los hechos ocultan información, minimizan la gravedad del desastre climático, desinforman a la población, defienden falsas soluciones, simulan que hacen algo en los asuntos climáticos. En suma: actúan con gran irresponsabilidad en estos asuntos.
"la definición de hojas de ruta concretas" Los cambios mayores de la sociedad no se hacen de arriba hacia abajo, con "hojas de ruta concretas" y otros tecnicismos,- la sociedad no es un proyecto empresarial o administrativo-, se hacen por el cambio de valores, de mentalidad, de certidumbres, de visión del mundo, de epistemología, de la cultura dominante. A la sociedad mexicana le recomendaríamos auto organizarse a nivel de cada pueblo, barrio, colonia, ejido, cuenca o ecorregión, nación y mundo; a nivel de sector social, con el fin de obtener información y la asesoría más adecuada; reflexionar y elaborar sus propios planes para hacer frente al desastre climático.
Al gobierno mexicano le recomendaríamos dejar de simular que hace algo al respecto del desastre climático; no ocultar información; no promover falsas soluciones frente al desastre climático; no evadir la reestructuración de la industria y los servicios; no proteger a los grandes productores de emisiones de GEIs; no difundir cifras engañosas de reducción de emisiones; no establecer tan pobres metas u objetivos de reducción de emisiones, y sobre todo: abandonar la actitud irresponsable que tiene frente al desastre climático. La SEMARNAT bloquea y maquilla una gran cantidad de información sobre estos y otros temas: está en manos del más corrupto de los partidos políticos: el PVEM.
Los INDCs registrados por México en 2016 ante la UNFCC son deplorables (ver sitio INDC Submissions):
Sus reducciones de GEI o GHG prometidas ante la UNFCC son las siguientes:
Incondicionales: reducción del 25% de sus emisiones de GHG o GEI, con base a BAU: (debajo de la tendencia Business as Usual- sin hacer nada- a partir de 2013) y Contaminantes climáticos de Vida Corta, para 2030. Este compromiso implica 22% de reducción de GHG y una reducción del 51% de Carbón Negro.
Condicionadas: Aumentar hasta 40% la reducción de emisiones debajo de BAU sus GHG o GEI, sujeto a un acuerdo global sobre el precio del carbón, ajustes frontera del carbón, cooperación tecnológica, financiamiento de bajo costo, transferencias tecnológicas, de acuerdo a la gravedad del fenómeno climático.
El gobierno alega que esta INDC es consistente con la reducción de 50% de GHG para 2050, con base en 2000, mandatada por la Ley General de Cambio Climático (otra simulación del Estado en los asuntos climáticos). Para lograr esta cifra se requiere la desaparición del Estado mexicano tal como lo conocemos.
Las principales acciones económicas del gobierno mexicano contradicen totalmente sus objetivos climáticos:
Los grandes subsidios e inversiones en combustibles fósiles: la agresiva promoción de las tecnologías que más pueden dañar el clima: Fracking y la extracción de gas y petróleo en Aguas Profundas. No hay indicio alguno que indique una firme tendencia a reducir radicalmente el consumo de gas, petróleo y carbón: la mal llamada Reforma Energética en los hechos opera contra el clima.
Los grandes subsidios e inversiones en el transporte: la agresiva promoción de tratados de libre comercio, de la globalización, de la fabricación y venta de automóviles, de la construcción de megaproyectos carreteros y de vías rápidas en las ciudades. La legislación y los reglamentos que promueven los transportes "verdes" que producen más emisiones per cápita: el auto en las ciudades, la construcción de los trenes de alta velocidad (línea: México-Toluca; línea México-Querétaro), la aviación: la construcción de aeropuertos como el de la Ciudad de México que irresponsablemente promueven la cuadruplicación del tráfico aéreo entre grandes ciudades antes de 20 años.
Los grandes subsidios e inversiones a la agroindustria: Ley de Bioseguridad que fomenta los mares verdes (monocultivos que requieren enormes cantidades de agua, fertilizantes y pesticidas, por el uso de semillas transgénicas), apoyo al despojo de tierras ejidales y comunales. La Ley de Semillas que asfixia la producción campesina de muy bajo consumo de combustibles fósiles por unidad producida, que es por lo tanto la de mayor eficiencia energética, ecológica y climática.
En nuestra opinión, los temas clave en los asuntos climáticos y en la implementación de los INDCs deberían ser los siguientes:
ELIMINACIÓN DE LOS COMBUSTIBLES FÓSILES Y REDUCCIÓN DEL CONSUMO ENERGÉTICO.- Definir el camino más rápido en la eliminación de los combustibles fósiles y en la reducción radical en el consumo de electricidad, gasolinas, gas, carbón.
JUSTICIA CLIMÁTICA.- Visibilizar quiénes son los principales productores de emisiones de GEI: per cápita, por clase social, por sector industrial y de servicios, por actividad económica, por país. Definir las formas de eliminar o restringir severamente estas producciones de emisiones: cambiar la legislación económica y la política monetaria y económica.
MODOS DE VIDA.- Restringir drásticamente el uso del auto, el avión, el aire acondicionado, el consumo de carnes. Definir los modos de vida que deben ser eliminados o severamente restringidos, con el fin de mitigar el desastre climático. Definir las formas necesarias para lograr este objetivo.
REESTRUCTURACIÓN Y RELOCALIZACIÓN.- Definir cómo reestructurar la producción industrial y de servicios: comercio internacional, transporte, agricultura, ganadería, generación de energía, etc. Definir como relocalizar la economía y la política.
MOVILIZACIÓN.- Definir las formas más eficaces de movilizar a la sociedad a favor de los cambios necesarios en los consumos, los servicios, la producción, la organización local y regional, el aprendizaje, los valores.
INFORMACIÓN.- Definir las formas de obtener y difundir información diversificada, confiable en los asuntos climáticos.
CIENCIA CLIMÁTICA.- Determinar las formas de ayudar y proteger a la autentica Ciencia Climática frente al acoso que sufre por parte de los grandes causantes del desastre climático: inversionistas, gobiernos, medios de comunicación.
POLITICA CLIMÁTICA.- Cómo consensuar la política que deberían seguir los pueblos, las organizaciones sociales y civiles frente a los asuntos climáticos, a nivel local, regional, nacional e internacional.
ACCIONES FRENTE A LAS FALSAS SOLUCIONES. Los grandes empresarios y los políticos dominantes fomentan las Falsas Soluciones frente al Cambio Climático, como la captura de carbono, la geoingeniería (espejos espaciales, "fertilización" de los océanos con hierro, dispersión de sulfatos en la estratosfera) y otras tecnologías de muy alto riesgo que pueden producir desastres climáticos y ecológicos mayores, así como los mercados de carbono y los proyectos REDD+, que sirven para despojar a los indígenas y campesinos de sus tierras y simular que se mitiga el desastre climático que, para mayor desgracia, se ha convertido en uno de los negocios más florecientes del mundo. Se pretende imponer la creencia, el mito de que La Solución al Cambio Climático es tecnocientífica y de "expertos": una rotunda falsedad y una muy peligrosa forma de perder el tiempo.
REFLEXIÓN HISTÓRICA Y FILOSÓFICA.- Debate sobre la historicidad de las tecnologías que han destruido el clima de la Tierra y sobre las ideas económicas y certidumbres filosóficas mundiales que han creado el desastre climático.
Ciudad de México, 2 de noviembre de 2016
Miguel Valencia Mulkay, ECOMUNIDADES, Red Ecologista Autónoma de la Cuenca de México
Se adhieren y suscriben este pronunciamiento:
Adriana Matalonga Rodríguez-Beltrán del grupo ECOMUNIDADES y Red En Defensa de la Ciudad de México
Ana María Yustis del grupo ¡Salir del petróleo!
Ángel Pujalte, ingeniero civil
Flor Mercedes Rodríguez Zomoza, Profesora Investigadora del Programa de Maestría en Educación Ambiental, Universidad Autónoma de la Ciudad de México.
Gabriel Valencia, ingeniero químico, consultor en asuntos de empaque y embalaje.
José Arias Chávez, del Pacto de Grupos Ecologistas y Asociación de Tecnología Apropiada AC
Mauricio Villegas, del grupo ECOMUNIDADES y de la Red en Defensa de la Ciudad de México.
Rodolfo Buentello, del Grupo ¡Salir del petróleo!