martes, 26 de junio de 2012

Por qué no voto

Por qué no voto

Quiero dejar testimonio de mi posición con relación a los asuntos electorales.  El fraude electoral del 2006 me dejó marcado: en este año quedé harto de fraudes electorales. Ya sabemos las consecuencias del fraude electoral del 2006: cientos de miles de muertos y desaparecidos: el país en ruinas.  El sistema político mexicano detenta tal vez el primer lugar mundial en la producción de fraudes electorales; su capacidad para hacer fraudes parece ser infinita.  Hoy está a la vista el fraude para el 2012, preparado hace años por el Sistema: Peña Nieto ha gozado de todas las facilidades para confeccionarlo, con la descarada ayuda del IFE, el TRIFE, las mayores televisoras, los grandes empresarios y una buena parte de la sociedad mexicana que tiene una gran tolerancia a los fraudes electorales. Además, todo indica que la mayoría de los simpatizantes de Josefina Vázquez Mota ayudarán con su voto al triunfo de Peña Nieto, pues detestan a AMLO. Opera con gran eficacia el miedo introducido por los ricos y poderosos en la sociedad mexicana. Pesa demasiado en el ambiente la muerte violenta de más de 90,000 personas en este sexenio; un gran sector de la población ha caído en la trampa de la "seguridad" que nubla su pensamiento: quieren más ejército y más policías.

La "política espectáculo" que facilita la realización de los fraudes electorales por medio de los escándalos, los chismes, la superficialidad, ha impregnado el discurso de los candidatos a la presidencia de la República y de los gobernantes mexicanos. A mi parecer, los candidatos han demostrado en esta campaña que están muy lejos de entender la gravedad de las crisis, problemas y desafíos que enfrentamos en estos momentos. Me han dejado en claro que no tienen sensibilidad y conocimientos suficientes para ocuparse con mínima solvencia de frenar las causas de la destrucción de la Madre Tierra, de la miseria, de la violencia, de las crisis mundiales, del desquiciamiento de los valores de la sociedad mexicana; carecen de potenciales para enfrentar los embates que se desprenden del fracaso del sistema financiero mundial, de la economía, de la industria y de la urbanización ; no tienen capacidades para hacer frente a la muerte de los mares, ríos, selvas, bosques antiguos;  la contaminación de los suelos, el agua y el aire;  el Final del Petróleo Barato o la entrada del Petróleo Extremo o el Desorden Climático. Me parece una gran ingenuidad esperar algún beneficio para los mexicanos, por parte de los candidatos o gobiernos mexicanos de cualquier signo.

México está sometido a un conjunto de poderes extranjeros que saquean cotidianamente nuestro territorio, que hacen grandes negocios con nuestras riquezas naturales, que nos imponen las leyes, códigos y normatividades que les convienen y que, peor aún, le infunden a la mayor parte de los mexicanos los deseos económicos y opiniones políticas que tienen. Estos poderes no están dispuestos a tolerar cambios importantes en la forma de gobierno, en la macro economía que les es tan favorable. Cualquier candidato que quiera ganar la presidencia de la República deberá ofrecerles garantías de que no hará cambios importantes a esta forma de gobierno. Además, las leyes, los tratados, los códigos y las normatividades existentes impiden a los nuevos gobernantes hacer cambios importantes en la manera en que se conduce la economía. Para ello, los candidatos se han capacitado en el doble lenguaje: en el lenguaje que utilizan con los poderosos y en el lenguaje que utilizan con los pobres.  A veces, los que saben hablar con los pobres les resultan muy útiles a los ricos y poderosos, como ha sucedido con Lula da Silva, Omala y otros.  Me parece que el sistema político mexicano nunca ha estado abierto al cambio por medios electorales.

Cuando votamos entregamos un poder no sólo al candidato sino al sistema político, el que resulta finalmente el principal beneficiario de nuestro voto: legitimamos no sólo al candidato sino al IFE, al TRIFE, a la legislación y a la jurisprudencia que le acompaña. Con nuestro voto perpetuamos un sistema político infame que históricamente ha demostrado estar al servicio de los inversionistas internacionales y ser enemigo de la mayor parte de los mexicanos y de la Madre Tierra. Como se ha demostrado en la época moderna, la democracia representativa sólo puede servir para crear más miseria y destrucción de la Naturaleza; además, esta falsa democracia resulta especialmente peligrosa en una encrucijada como la que nos encontramos en estos momentos: sus representantes complican los problemas nacionales por su inveterada inclinación a la mentira y el engaño.  

Ciertamente, la llegada de Peña Nieto a la presidencia de la República constituye una perspectiva horrorosa, sin embargo, una buena parte de los mexicanos sabe que no representa, ni de lejos, a la mayor parte de los mexicanos, por lo que su gobierno podría fácilmente enfrentar una feroz resistencia social y convertirse en otro estrepitoso fracaso como lo es el de Calderón, lo que podría radicalizar a la sociedad mexicana contra el Sistema, lo que no es una consecuencia despreciable.  Votar por AMLO, para evitar que Peña Nieto entre al poder me parece una visión muy superficial por diversas razones; en primer término porque los votos de este tipo son tácticos y no estratégicos; se fundamentan en cálculos, no en principios: refuerzan al Sistema y consiguen poco en el mediano plazo. Ciertamente, AMLO es el "menos malo" de los candidatos, pero, votar por él significa también votar por el Sistema, lo que me parece inaceptable. El sentido simbólico de nuestro voto no puede ignorarse. La solución a nuestros problemas no está en los candidatos o en los gobiernos, está en la base de la sociedad. Los candidatos y los gobernantes no nos representan.   El cambio tiene que venir, como dicen los zapatistas, de abajo y a la izquierda. Estas elecciones podrían servir para iniciar un cambio verdadero, por medio del rechazo abierto al híper corrupto sistema político mexicano y su nefasta democracia representativa. No voto porque no quiero que nadie me represente: quiero poderles decir en el futuro con fundamento y solvencia que no me representan a mí y a la mayoría de los mexicanos.

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Miguel Valencia
ECOMUNIDADES 

lunes, 25 de junio de 2012

Urge dar seguimiento a la solucion de la mala calidad del agua que se distribuye en el DF

Urge dar seguimiento a la solucion de la mala calidad del agua que se distribuye en el DF

Urge que tomemos en serio el asunto de la mala calidad que se distribuye en el DF que puede tener graves consecuencias para la salud en el mediano plazo, higado, piel, y otros. Los gobiernos no acostumbran a decir la verdad muy especialmente en estos asuntos. Tenemos que mandar a hacer estudios independientes de la calidad del agua que recibimos en nuestra cuadra, en laboratorios independientes. Las empresas embotelladoras de agua estan muy interesadas en que este problema no se resuelva. Desde que se inicio la venta de agua embotellada, los gobiernos han descuidado la calidad del agua que se distribuye, es toda una gran confabulacion. Urge actuar antes de que sea mayor el dano social.
 
 
 
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Miguel Valencia
ECOMUNIDADES 
Red Ecologista Autónoma de la Cuenca de México
 ¡DESCRECIMIENTO O EXTINCIÓN! 

La excesiva inacción de la sociedad mexicana

La excesiva inacción de la sociedad mexicana

 

Hace cuando menos 15 años ya habían sucedido suficientes hechos criminales en México que obligaban a la suspensión de la mayor parte de las actividades cotidianas del país y a la manifestación de una firme exigencia de cambios fundamentales en la conducción del país, sin embargo, únicamente algunos grupos y sectores muy afectados lo hicieron, mientras una gran parte de la sociedad mexicana permaneció en silencio, imperturbable en sus actividades cotidianas, sumida en el exceso de trabajo y consumo. Esta excesiva indolencia de la sociedad mexicana frente a hechos tan graves como el fraude electoral del 88, la reforma del artículo 27 constitucional, el asesinato de Colosio, la firma del TLC, el "error de diciembre", la suscripción del FOBAPROA, tuvo consecuencias terribles para el país: en los años siguientes al menos 20 millones de personas fueron lanzadas a la miseria y se crearon otros muy graves problemas sociales, ambientales, económicos y políticos que han sumido a México en la desgracia y la indignidad; además, tuvieron como consecuencia nefasta, la elección de Vicente Fox y luego, en 2006, la fraudulenta elección de Calderón; estas ruinosas elecciones del nuevo siglo nos trajeron a su vez la declaración de laguerra contra el narcotráfico o contra el crimen organizado y  la  muerte violenta de casi 90,000 personas, la desaparición de más de 60,000 migrantes y más de 20,000 personas no migrantes, el asesinato de más de 80 periodistas, sólo en este sexenio. La sociedad mexicana ha querido creer que la solución de los problemas de nuestro país se consigue cómodamente por medio de las elecciones que organizan aquellos que han urdido y ejecutado los hechos criminales que hoy nos tienen sumidos en el luto y el dolor; en México ha funcionado con mucho éxito la escuela que crea sumisión e ignorancia, la televisión que le impone los deseos y opiniones a una gran mayoría y la droga del trabajo y el consumo que alejan a esta gran mayoría de sus responsabilidades cívicas. Esta persistente inmovilidad en exceso de la sociedad mexicana sólo nos puede acarrear peores consecuencias. Habrá que hacer acciones mucho más eficaces que votar para cambiar la tendencia suicida de nuestro país.

viernes, 15 de junio de 2012

Quien evalúa a los evaluadores

Quien evalúa a los evaluadores

Las recientes manifestaciones de maestros del CNTE, como nos lo aclara el SNTE (muy interesado en marcar las diferencias entre ambos grupos), nos recuerdan los debates sobre la llamada educación ambiental, instrumento que se pelean rudamente los políticos y los empresarios, para controlar el ambientalismo escolar. Hace muchos años preguntamos ¿quién educa a los educadores ambientales? , preocupados por las inversiones gubernamentales en este rubro: el Centro de Educación y Capacitación para el Desarrollo Sustentable o CECADESU de la SEMARNAT, y la Dirección de Educación Ambiental del DF que controla la secretaria del Medio Ambiente del DF, Martha Delgado y que dirige la ambientalista Luz Pizá, quien hizo carrera en nuestra colonia en el tema de los residuos.  Ocasionalmente hemos deplorado el gran daño que hacen en las mentes de los niños estas entidades tan influidas por los empresarios.

Frente a la furia de Calderón y las televisoras, por los paros y protestas de los maestros del CNTE contra las evaluaciones, cabe preguntarse el por qué de esta tremenda, escandalosa, reacción gubernamental y televisiva.  ¿Quién dice que las evaluaciones que quiere imponer el gobierno mexicano a nuestros niños y maestros son buenas para nuestro país? ¿Quiénes son los genios que aprobaron estas evaluaciones? ¿Fueron acaso los cultísimos amigos o asesores de Elba Esther Gordillo, Josefina Vázquez Mota, Gustavo Madero, Manlio Fabio Beltrones, Ernesto Cordero, Enrique Peña Nieto o Felipe Calderón? ¿Son los niños y los maestros de México un instrumento, equipo o maquina que hay que poner en el mercado laboral, o en el basurero, si no encajan en él? Todo indica que estas evaluaciones llegaron del cielo; es decir: llegaron del gobierno que está arriba de nuestro gobierno y que gobierna nuestras políticas de educación, salud, desarrollo social, medio ambiente, entre otras; tienen su origen en la organización que impone la ideología neoliberal en el mundo, la que busca mercantilizar no sólo la educación,  la salud y , también el agua, los bosques, las selvas, las contaminaciones, el desorden climático, la Naturaleza; la que busca someter a las sociedades desarrolladas a las necesidades de capitalización de los más ricos y poderosos en el mundo. Provienen de la entidad que utiliza a México, para introducir estas políticas en otros países: la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, la OCDE; la organización que dirige el Ángel de la Dependencia (Ángel Gurría), arquitecto de la entrega de México al gran capital durante la presidencia del impresentable  Ernesto Zedillo y héroe del ambientalista Quadri. La OCDE ha vuelto claramente irrelevante a las cámaras y a la sociedad mexicana, la que debe ahora someterse a los dictados del nuevo totalitarismo limpio del que habla Michel Freitag, cuando habla de posmodernidad. ¿Qué sentido tiene elegir gobernantes y legisladores que están obligados a cumplir con los dictados de la OCDE?   Los criterios de productividad que se aplican en los procesos industriales se aplican ahora en gran escala en los servicios del Estado, como la salud, la educación, el medio ambiente, para impulsar el crecimiento económico mundial que no llega y que debe pagar las deudas que tienen los gobiernos y las empresas con los grandes bancos y gobiernos del mundo. Todos: niños, maestros, padres, abuelos, a trabajar como maquinas 14 horas al día, para sostener el crecimiento económico que exigen los mercados: el 1% de la población.

 



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Miguel Valencia
ECOMUNIDADES